. Dedicar demasiado tiempo al trabajo. Si la pareja no encuentra un espacio de tiempo para el ocio, para inventar nuevas formas de diversión para cada etapa de la vida, para compartir sus experiencias, etc. la relación se vuelve más vulnerable. Es más importante la calidad del tiempo compartido que la cantidad.
. El reparto de las tareas del hogar. La falta de implicación por parte del hombre se traduce como el poco apoyo de él hacia ella.
. Diferencias en el estatus laboral. Los hombres no suelen aceptar bien que su pareja tenga un nivel económico y profesional superior al suyo,
. Los problemas económicos. No es tan importante cuánto dinero se tiene sino en qué se gasta. Es decir, si las dos personas están de acuerdo en cómo administrar su economía.
. Las familias políticas. No saber poner límites a la familia de origen o mantener una relación descompensada con una de las familias puede originar graves desencuentros.
. Problemas de salud (físicos o mentales) , adicciones (drogas, alcohol, ludopatía, etc). Pese a la gravedad que enfermedades como la depresión o las adicciones puedan interferir en las relaciones de pareja, no suelen ser los determinantes más habituales de las rupturas.
. Problemas de convivencia. Suelen ponerse de manifiesto en vacaciones. La cercanía es como una lente de aumento, pone todo en evidencia. Si lo que hay entre dos personas es positivo, también aflora.
. Falta de comunicación o falta de entendimiento. Es a la vez causa y efecto de una mala relación de pareja.
. Problemas sexuales. Las relaciones sexuales son la expresión de la intimidad. Los problemas sexuales pueden ser el origen del conflicto, por ejemplo una disfunción como la expresión de una relación negativa, es decir, la consecuencia de una mala relación.
. La infidelidad. El descubrimiento de que existe otra relación amorosa desencadena una crisis en la pareja.
. La violencia doméstica. Es fuente de muy graves conflictos familiares y de pareja.
. Crisis vitales a lo largo de la propia historia de la pareja.
. El reparto de las tareas del hogar. La falta de implicación por parte del hombre se traduce como el poco apoyo de él hacia ella.
. Diferencias en el estatus laboral. Los hombres no suelen aceptar bien que su pareja tenga un nivel económico y profesional superior al suyo,
. Los problemas económicos. No es tan importante cuánto dinero se tiene sino en qué se gasta. Es decir, si las dos personas están de acuerdo en cómo administrar su economía.
. Las familias políticas. No saber poner límites a la familia de origen o mantener una relación descompensada con una de las familias puede originar graves desencuentros.
. Problemas de salud (físicos o mentales) , adicciones (drogas, alcohol, ludopatía, etc). Pese a la gravedad que enfermedades como la depresión o las adicciones puedan interferir en las relaciones de pareja, no suelen ser los determinantes más habituales de las rupturas.
. Problemas de convivencia. Suelen ponerse de manifiesto en vacaciones. La cercanía es como una lente de aumento, pone todo en evidencia. Si lo que hay entre dos personas es positivo, también aflora.
. Falta de comunicación o falta de entendimiento. Es a la vez causa y efecto de una mala relación de pareja.
. Problemas sexuales. Las relaciones sexuales son la expresión de la intimidad. Los problemas sexuales pueden ser el origen del conflicto, por ejemplo una disfunción como la expresión de una relación negativa, es decir, la consecuencia de una mala relación.
. La infidelidad. El descubrimiento de que existe otra relación amorosa desencadena una crisis en la pareja.
. La violencia doméstica. Es fuente de muy graves conflictos familiares y de pareja.
. Crisis vitales a lo largo de la propia historia de la pareja.