La recomendación de acostar a los bebés boca arriba puede causar una deformación del cráneo
Washington, 24 sep (EFE).-
La recomendación de acostar a los bebés boca arriba cuando duermen ha reducido las muertes infantiles repentinas,
pero ha llevado a un incremento en el número de bebés con una deformación craneal,
según un artículo que publica hoy la revista Journal of Craniofacial Surgery.
Los bebés que presentan plagiocefalia deformativa tienen un riesgo más alto de presentar
anormalidades del oído medio vinculadas con infecciones del oído, señala el artículo.
El síndrome de muerte infantil súbita, o "muerte en la cuna"
es responsable de aproximadamente 0,5 muertes por cada 1.000 nacimientos vivos en Estados Unidos.
Pero la incidencia ha disminuido en años recientes de 4.895 casos en 1992 a 2.247 en 2004, el último año del cual se tienen datos seguros.
En el mismo período la mención del síndrome como causa de muerte
de infantes de menos de un mes bajó del 80 al 55 por ciento.
Una de las recomendaciones más comunes a padres y madres
para evitar ese tipo de muertes es que no pongan a los bebés a dormir boca abajo.
La preocupación de los investigadores en el Centro Médico de la Universidad Wake Forest, de Carolina del Norte,
es ahora porque muchos bebés que pasan horas en la cuna boca
arriba sufran una deformación del cráneo con impacto potencial en el sentido de oído.
Los niños con plagiofefalia deformativa tienen un achatamiento de la parte de atrás de la cabeza que va de moderado a grave.
El cráneo todavía blando de los bebés responde a la presión cuando
permanecen por períodos prolongados en la misma posición.
El artículo señaló que para la mayoría de los infantes con este problema
el tratamiento consiste en un casco o una banda que moldea, suavemente,
el cráneo en una forma más normal.
Los investigadores preguntaron
a las familias de 1.259 niños con plagiocefalia deformativa
acerca de la historia de infecciones del oído en sus niños.
Casi exactamente la mitad de los niños había tenido, por lo menos,
una infección antes de cumplir un año de edad, una tasa similar a la de la población normal.
La tasa fue levemente más alta para los niños con plagiocefalia más grave,
el 54 por ciento comparado con
49 por ciento para los que tenían una deformación más leve.
En 124 niños los investigadores llevaron a cabo una timpanograma,
una prueba que mide las presiones dentro del oído medio.
Ciertas pautas de timpanograma sugieren la presencia de otitis media.
Los resultados mostraron
"una tendencia marcada"
de relación entre las anormalidades
relacionadas con la otitis media y la gravedad de la plagiocefalia, señaló el artículo. EFE