Decimos que es falso, por que puede llegar a obtenerse más sustancias nutritivas en algunas frutas y verduras congeladas. ¿A que se debe esto? Se debe a que el producto “fresco” que compramos en el supermercado puede ser más viejo de lo que nos imaginamos.
¿Por qué decimos esto? Pues bien, tras ser recolectado el producto, puede pasar varios días siendo clasificado, empaquetado y luego enviado, muchas veces, a todo el país. Durante todo ese tiempo, los cambios de luz y de temperatura le quitan importantes nutrientes a las frutas y verduras, como son la vitamina C y el folato.
En el caso de los productos congelados, tienen su lado negativo que se refleja en tres factores: el sabor, la textura y los aditivos. Las comidas congeladas pocas veces saben tan bien como las frescas, y el procesamiento puede cambiar la consistencia de muchos productos. Los fabricantes de comida a menudo agregan sal, azúcar, y grasa a comidas que ya de por sí son sanas. Por eso, se recomienda leer atentamente la etiqueta de los paquetes para ver que contiene el producto, y así poder evitar las comidas con estos aditivos.
Y por último: los productos congelados en bolsas deberían moverse libremente en el interior, si no lo hacen significa que el producto ha sido descongelado y luego vuelto a congelar.
Sin duda, son mejores las frutas y verduras “auténticamente frescas” (recién cortadas de tu huerto), aunque es muy poco probable encontrarla en los supermercados. Aún así sigan alimentándose sanamente.
¿Por qué decimos esto? Pues bien, tras ser recolectado el producto, puede pasar varios días siendo clasificado, empaquetado y luego enviado, muchas veces, a todo el país. Durante todo ese tiempo, los cambios de luz y de temperatura le quitan importantes nutrientes a las frutas y verduras, como son la vitamina C y el folato.
En el caso de los productos congelados, tienen su lado negativo que se refleja en tres factores: el sabor, la textura y los aditivos. Las comidas congeladas pocas veces saben tan bien como las frescas, y el procesamiento puede cambiar la consistencia de muchos productos. Los fabricantes de comida a menudo agregan sal, azúcar, y grasa a comidas que ya de por sí son sanas. Por eso, se recomienda leer atentamente la etiqueta de los paquetes para ver que contiene el producto, y así poder evitar las comidas con estos aditivos.
Y por último: los productos congelados en bolsas deberían moverse libremente en el interior, si no lo hacen significa que el producto ha sido descongelado y luego vuelto a congelar.
Sin duda, son mejores las frutas y verduras “auténticamente frescas” (recién cortadas de tu huerto), aunque es muy poco probable encontrarla en los supermercados. Aún así sigan alimentándose sanamente.