Positivo significa que ante cualquier acontecimiento o experiencia vamos a obtener lo mejor de ello, aprender de todo y de todos, mirar incluso los errores como fuente de aprendizaje, entender a los demás poniéndonos en su lugar, de esa manera aprendemos a no juzgar ni criticar sobre todo injustamente…
Esto no significa que no nos salgan las cosas mal o como no queremos, en algunas ocasiones, sino que de todas maneras buscaremos el lado bueno o positivo, de todo cuanto hacemos o nos acontece…
Por eso hay que tener cuidado en lo que pensamos y sentimos, porque somos generadores de energía que vuelve a nosotros. Imaginemos un estanque o lago tranquilo, donde arrojamos una piedra, veremos entonces que donde cae la piedra se generan ondas o círculos concéntricos que
se extienden hasta la orilla, y entonces se regresan al punto emisor.
Así sucede con nosotros, sabemos por investigaciones y experiencias que lo que pensamos genera una emoción, la cual se manifiesta como energía en movimiento que a su vez se transforma en substancias en el organismo, de tal manera que dependiendo del tipo de pensamientos serán las substancias orgánicas que estaremos experimentando en nuestro cuerpo. Por eso se dice:
“Dime como piensas y te diré como eres y cómo estás”.
Las personas que tienen pensamientos negativos, malsanos,
turbios, indecentes, en forma permanente se están envenenando gradualmente, y eso se traduce en enfermedades, malestar, desarmonía, estrés, accidentes, y lo que muchos llaman mala suerte…
Otros investigadores le llaman a este principio la Ley de atracción, de tal manera que según el tipo de pensamiento que sostenemos en la mente, es lo que atraemos a nuestra vida. Por ello la importancia de pensar correctamente.
Del libro: LA OTRA REALIDAD