Los ánimos parecen estancados.
Milenarios surcos mentales,
tiñen la vida de gris.
Se intuye la necesidad del cambio,
sin embargo hay temor
a soltar viejas estructuras.
Las buenas intenciones ya no bastan,
carecen de la fuerza suficiente
para hacernos despegar.
Es necesario romper la inercia.
El corazón debe echarse a rodar con pasión.
Debemos desatar un tsunami
de confianza.
Necesito que te sumes más allá de las palabras.
Este mensaje viene a
despertar tu conciencia.
Es la hora de la acción.
Cuando escuchas lo que te digo,
algo se agita en tu interior.
Tu espíritu sonríe con alivio.
Tu mente, en cambio,
se ataja y sacude
una poderosa onda de argumentos lógicos,
que impacta en tus zonas inseguras.
En sólo una fracción de segundo,
el temblor retumba en tu seguridad
económica, los lazos familiares
y el entorno social.
En medio de la conmoción,
una segunda descarga,
aún más potente,
te enrostra la edad y te doblega,
haciéndote creer que tu tiempo pasó,
y que no estás para emprender
desafíos.
Hay tres grandes maestros recorriendo la Tierra:
el maestro “No Sé”,
el maestro “No Puedo”
y el maestro “No Me Animo”.
No los culpes,
vinieron para ayudarte.
Las limitaciones tienen la virtud
de impulsarnos hacia aquello
que nunca creímos que sería posible.
Las respuestas a cómo
trascedender la estancación
residen en tu interior.
Sin dejar de mirar al cielo,
confía en tu divinidad interna.
Deja que la sabiduría de tu alma se
exprese. Recupera tu dignidad.
Por tus venas aún corre la vida,
no te entregues.
Al futuro lo construimos con las
acciones presentes.
Nada mejor vendrá como por arte de
magia.
Si nos quedamos esperando que otros lideren los cambios,
todo permanecerá igual.
Tu realidad es la que debe transformarse.
No aprisiones tu espíritu,
déjalo volar.
Abandona el surco.
Rebélate a la estupidez
que ciega las masas y nivela hacia abajo.
Anímate a dar pasos en el vacío.
Ten fe.
Siéntete vivo por primera vez.
Busca tu lugar en el mundo,
nadie puede decirte cuál es.
Sólo tu corazón lo sabe,
simplemente escúchalo,
deja que te guíe y échalo a
rodar con pasión.
Hay un despertador que
está sonando en el centro de tu pecho,
¿puedes oírlo?
Animo, es la hora de la acción..
tu luz interior