Cada minuto, cada segundo, cada fragmento de vida está tocado por la luz del amor.
Como si fuera un acto de magia, el rostro se ilumina, las ideas fluyen, la energía invade nuestro organismo, el amor brota por los poros y abre la puerta hacia la felicidad que todos anhelamos y merecemos.
Sin embargo, para que exista amor, para recibirlo, hay que saber darlo, repartirlo, compartirlo con generosa alegría, en la convicción de que todo aquello que entregues, te será devuelto igual, de la misma forma, como un regalo que tú apreciarás infinitamente. Ese es mi pensamiento.
Si tu tienes amor para dar, te puedes considerar una persona realizada, dueña de una riqueza incalculable.
El que hacer cotidiano pone a prueba cada día, nuestra capacidad para renovar los más nobles sentimientos que hacen posible que tengamos amor para repartir.
No hay lugar para el egoísmo, sólo basta que ames a tus semejantes y prevalecerá ese hermoso sentimiento de entrega desinteresada.
Es cierto, el amor lo puede todo. La tristeza por el fin de una relación, la desilusión, el abandono, la soledad interminable, la compasión, el sufrimiento por la pérdida de un ser querido, en fin, todo lo que experimentamos alguna vez y que nos marca para siempre, sólo puede aliviarlo el amor.
Expresado en gestos, acercamientos, abrazos afectuosos, palabras que digan que la vida es mucho más que todas las dificultades que nos puedan abatir, el amor emerge salvador, compañero, eternamente amigo.
Cuando dos personas se atraen es porque fueron tocadas por esa mano invisible que guía al amor. Por esa razón, una relación amorosa es como un tesoro que no solamente se debe de cuidar, sino incrementar para que mañana florezca con más fuerza.
Pero muchas parejas no saben cómo manejar esta situación tan especial y a la vez tan importante en sus vidas.
Se les escapa entre las manos la felicidad por falta de previsión, por ignorancia o simplemente por estar virtualmente “poseídas” por una gran pasión.
No hay recetas milagrosas para mantener la felicidad o encontrar el amor que buscamos, hay experiencias, hay trabajo, mucho trabajo de parte y parte, deseos de vivir en sana alegría.