Hace tiempo que deseas entablar una relación de pareja seria y profunda con otra persona. Que te haga vibrar y satisfaga tus emociones y deseos. O al menos, esto es lo que pregonas abiertamente. No obstante, tus intentos suelen terminar en resultados no deseados…
Pareciera que para algunos es una tarea sencilla relacionarse y enamorarse. ¡A ti te está costando tanto trabajo! ¿Te has puesto a pensar en la imagen que quienes te rodean perciben de ti? Para romper el círculo vicioso de “búsqueda - aparición de la persona que parece correcta - ¡era la persona incorrecta! - desilusión - nueva búsqueda”, dediquemos unos momentos a estudiar con detenimiento qué perciben los demás cuando te ven.
Lo ideal es que la intención que tienes y la respuesta que recibes sean iguales. Con una mano en el corazón, dime cómo te ves ante los ojos de los demás. No estoy tratando de emitir juicios de valores; más allá de cómo te vistas o los temas que por lo general toques al hablar, lo esencial es que el mensaje que desees dar y lo que la gente reciba guarden determinada congruencia. El significado de la comunicación no es lo que tú transmites, sino lo que tu interlocutor recibe, la representación interna que se hace de lo que tú quieres hacerle llegar. ¿Qué clase de empatía logras, con qué personas?
Lograrás tu objetivo de tener compañía permanente, con quien te sientas bien a gusto, en el momento que puedas comunicar claramente lo que deseas atraer para tu vida, para lo cual es necesario que minimices la posibilidad de equívocos o mensajes erróneos. El lenguaje no es sólo verbal, sino también corporal, de gestos, miradas. Trata de observarte de manera objetiva. Concéntrate en la postura de tu cuerpo y en lo que dices, ¿pareces un ser desesperado en busca de afecto, o tal vez indiferente?
MENSAJE VERBAL
El contenido de lo que dices y la manera en que expresas tu mensaje verbal también revisten gran importancia. Presta atención a tu tono de voz al hablar, si es seguro, débil, condescendiente. ¿Sobre qué temas hablas? ¿Desafías a tu interlocutor, o pierdes el control de lo que dices o cómo te expresas en determinadas circunstancias?
El saber callar a tiempo y medir las palabras obran de maravillas en toda ocasión, y más aún en el momento de acercarse a otra persona a la que quieres seducir e incorporar a tu vida. Jamás te pediría que dejes de decir lo que piensas ni que no seas fiel a tus instintos y creencias, ¡todo lo contrario! Haz valer lo que consideras valioso para ti, sólo ten en cuenta que hay diferentes formas de decir lo que deseas trasmitir; pon en marcha tu sentido común y elige una manera de comunicarte verbalmente que resulte agradable e interesante para quien te escucha.
En general, piensa si das la impresión de que una palabra le pide permiso a la anterior para salir de tu boca. ¿Lo que comunicas es que cualquier persona te contentaría ya que el peso de la soledad te está resultando demasiado duro de sobrellevar? Basar una pareja en una atracción generada por la necesidad de salvar o ser salvado por el otro es plantearla, desde el comienzo, como una relación desigual sin mayor probabilidad de estabilidad o éxito futuro.
¿Algunas veces haces referencia a que estás bien en soledad? ¡Pues esto es lo que irradias y lo que perciben de ti! Si lo dices para auto convencerte, tal vez te dé algún resultado positivo pasajero, mas quien te escuche pensará que sólo buscas una diversión del momento y no una situación estable y de mayor compromiso. Nunca se sabe cuándo una persona que puede resultarte interesante y querrías conocer en profundidad te está escuchando.
CONDUCTAS
¿Qué conductas diferentes a las tuyas notas en aquellas personas que obtienen los resultados que tú tanto anhelas? ¿Qué sería bueno que modifiques para obtener ese mismo efecto, teniendo en cuenta tu personalidad y los puntos en los cuales no transigirías ya que son muy importantes para ti? Sin lugar a dudas puedes modelar y copiar varias de estas conductas para que, con el tiempo, las incorpores…¿Estás dispuesto o dispuesta a hacerlo?
Básate en tu propia percepción y también recuerda los comentarios que los bienintencionados (y los no tanto) te hayan hecho. La búsqueda de la congruencia interna y externa entre el mensaje que emites y el que los demás reciben te marcará el camino a seguir.
¿Qué imagen tienen los demás de ti?
Pareciera que para algunos es una tarea sencilla relacionarse y enamorarse. ¡A ti te está costando tanto trabajo! ¿Te has puesto a pensar en la imagen que quienes te rodean perciben de ti? Para romper el círculo vicioso de “búsqueda - aparición de la persona que parece correcta - ¡era la persona incorrecta! - desilusión - nueva búsqueda”, dediquemos unos momentos a estudiar con detenimiento qué perciben los demás cuando te ven.
Lo ideal es que la intención que tienes y la respuesta que recibes sean iguales. Con una mano en el corazón, dime cómo te ves ante los ojos de los demás. No estoy tratando de emitir juicios de valores; más allá de cómo te vistas o los temas que por lo general toques al hablar, lo esencial es que el mensaje que desees dar y lo que la gente reciba guarden determinada congruencia. El significado de la comunicación no es lo que tú transmites, sino lo que tu interlocutor recibe, la representación interna que se hace de lo que tú quieres hacerle llegar. ¿Qué clase de empatía logras, con qué personas?
Lograrás tu objetivo de tener compañía permanente, con quien te sientas bien a gusto, en el momento que puedas comunicar claramente lo que deseas atraer para tu vida, para lo cual es necesario que minimices la posibilidad de equívocos o mensajes erróneos. El lenguaje no es sólo verbal, sino también corporal, de gestos, miradas. Trata de observarte de manera objetiva. Concéntrate en la postura de tu cuerpo y en lo que dices, ¿pareces un ser desesperado en busca de afecto, o tal vez indiferente?
MENSAJE VERBAL
El contenido de lo que dices y la manera en que expresas tu mensaje verbal también revisten gran importancia. Presta atención a tu tono de voz al hablar, si es seguro, débil, condescendiente. ¿Sobre qué temas hablas? ¿Desafías a tu interlocutor, o pierdes el control de lo que dices o cómo te expresas en determinadas circunstancias?
El saber callar a tiempo y medir las palabras obran de maravillas en toda ocasión, y más aún en el momento de acercarse a otra persona a la que quieres seducir e incorporar a tu vida. Jamás te pediría que dejes de decir lo que piensas ni que no seas fiel a tus instintos y creencias, ¡todo lo contrario! Haz valer lo que consideras valioso para ti, sólo ten en cuenta que hay diferentes formas de decir lo que deseas trasmitir; pon en marcha tu sentido común y elige una manera de comunicarte verbalmente que resulte agradable e interesante para quien te escucha.
En general, piensa si das la impresión de que una palabra le pide permiso a la anterior para salir de tu boca. ¿Lo que comunicas es que cualquier persona te contentaría ya que el peso de la soledad te está resultando demasiado duro de sobrellevar? Basar una pareja en una atracción generada por la necesidad de salvar o ser salvado por el otro es plantearla, desde el comienzo, como una relación desigual sin mayor probabilidad de estabilidad o éxito futuro.
¿Algunas veces haces referencia a que estás bien en soledad? ¡Pues esto es lo que irradias y lo que perciben de ti! Si lo dices para auto convencerte, tal vez te dé algún resultado positivo pasajero, mas quien te escuche pensará que sólo buscas una diversión del momento y no una situación estable y de mayor compromiso. Nunca se sabe cuándo una persona que puede resultarte interesante y querrías conocer en profundidad te está escuchando.
CONDUCTAS
¿Qué conductas diferentes a las tuyas notas en aquellas personas que obtienen los resultados que tú tanto anhelas? ¿Qué sería bueno que modifiques para obtener ese mismo efecto, teniendo en cuenta tu personalidad y los puntos en los cuales no transigirías ya que son muy importantes para ti? Sin lugar a dudas puedes modelar y copiar varias de estas conductas para que, con el tiempo, las incorpores…¿Estás dispuesto o dispuesta a hacerlo?
Básate en tu propia percepción y también recuerda los comentarios que los bienintencionados (y los no tanto) te hayan hecho. La búsqueda de la congruencia interna y externa entre el mensaje que emites y el que los demás reciben te marcará el camino a seguir.
¿Qué imagen tienen los demás de ti?