Hay una serie de creencias con respecto al matrimonio que, de alguna manera, pueden influir en tu punto de vista con respecto a casarte o no, y más aún, en la manera en la que se desarrolla tu relación con tu marido.
Algunos de estos mitos son:
“Al casarse, sentará cabeza“. Una persona irresponsable, infiel o inmadura, difícilmente cambie de la noche a la mañana por firmar un papel o pasar por el altar, salvo que tenga la firme convicción interna de hacerlo.
“Y vivieron felices para siempre“. Con esta frase de cuento de hadas, nos inculcaron que la meta de la vida era casarse, y no que es un punto de partido a una vida en común, en la que hay que esforzarse y mejorar la comunicación día tras día. Vivir feliz con la persona elegida no sucederá mágicamente, y por supuesto puede transformarse en una realidad si dedicamos el tiempo y el entusiasmo suficientes para que así sea.
“Es mi media naranja“. El concepto de media naranja (o de nuestra otra mitad) implica alguien que no es completo si está solo… esto puede derivar en decirle sí a una pareja que no es para nosotros, o aceptar lo inaceptable, solo para sentirnos completos y combatir la soledad y la angustia que nos provoca ser “media” persona. Tienes todo lo que necesitas dentro de ti, eres un ser entero, en busca de otro ser entero para compartir la vida y mejorarla, juntos.
“Mi esposo me hará plenamente feliz“. Parte de la responsabilidad de tu felicidad ¡es tuya! Responsabilizarte de tus propias decisiones para ser una persona dichosa y plena permitirá que el otro (o la otra) tenga el espacio suficiente para la parte que le corresponde en tu felicidad.
“Debemos estar siempre de acuerdo“. Aceptar cualquier cosa para cumplir con este mito puede ser contraproducente. Los dos miembros de una pareja son personas diferentes, con distintas crianzas y experiencias personales. Se puede no concordar en ciertos puntos y aún así convivir armónicamente, respetando los puntos de vista diferentes.
“El matrimonio destruye el sexo“. Hay quienes piensan que por el acostumbramiento a dormir todas las noches con su pareja, con el tiempo, el deseo sexual se verá mermado, necesariamente. ¡Créeme que esto puede no ocurrirte, si usas tu imaginación para mantener viva la llama de la pasión!
¿Qué piensas de los mitos del matrimonio? ¿Hay alguno con el que te identifiques?