¿Problemas de impotencia, problemas de erección?
La Viagra puede ayudarte. La famosa píldora azul es mundialmente conocida por su acción contra la disfunción eréctil, particularmente vinculada con la edad.
¿Qué hace?
La Viagra actúa liberando el músculo en la base del pene, ya que la contracción de este músculo impide el aflujo de sangre en el pene. Se debe tomar un comprimido entre 30 minutos y una hora antes de las relaciones, ya que su tiempo medio de acción es de 25 minutos.
¿En qué casos se puede tomar la Viagra?
La Viagra, que sólo se puede adquirir con receta médica, se prescribe en caso de impotencia, en términos médicos: problemas de erección.
Provocados por diferentes factores (diabetes, colesterol demasiado alto, hipertensión, depresión, adicciones diversas, edad o contrariedad, falta de confianza en uno mismo, estrés…), los problemas de erección se manifiestan por la imposibilidad de mantener una erección lo bastante rígida como para permitir la penetración, de manera continua desde el principio hasta el final. La ayuda manual de la compañera puede ser indispensable para el buen desarrollo de la penetración.
¿Qué contraindicaciones tiene?
Algunos medicamentos pueden interactuar con la Viagra, cosa no recomendable. ¡Siempre hay que consultar al médico! Tampoco se recomienda a personas que sufren una insuficiencia cardíaca grave ni a
personas que tienen contraindicada la actividad sexual. Una insuficiencia hepática o la hipotensión también pueden representar contraindicaciones.
Efectos secundarios
La Viagra puede provocar dolores de cabeza, rojeces, problemas visuales pasajeros, pero que siguen moderados. Un uso excesivo también puede provocar problemas graves.
Los problemas relacionados con la Viagra
Además de los problemas fisiológicos mencionados, la toma de Viagra puede hacer creer que las relaciones sexuales bastan para arreglar la vida afectiva, al menos la vida sexual. ¡Pero es indisociable en un contexto relacional cuya calidad no se limita a la de la erección! Para algunas parejas, particularmente en la tercera edad, la recuperación de vigor provocado por la Viagra puede comportar una recuperación de la vida sexual que no tiene por qué ser forzosamente del gusto de la mujer. Entonces pueden surgir tensiones en la pareja, que pueden llegar incluso a la infidelidad del hombre.