Es el título de una famosa (y ahora polémica) canción del grupo español Trigo Limpio, que habla sobre malos tratos y cómo los mira la persona maltratada. A sugerencia de MEL la cuelgo en el foro y aprovecho para opinar al respecto.
Creo que todo el mundo conoce personas así. Hombres y mujeres que permiten toda clase de abusos y humillaciones con tal de no perder a su pareja. Pienso que una cosa es tener paciencia con los malos momentos que pueda tener nuestr@ compañer@ pero otra es sufrir todo el tiempo en silencio como si fuésemos un sparring de boxeo. Esto no lo aprendí de fábrica: tuve dos relaciones de pareja abusivas (malos tratos físicos, psicológicos y sexuales) con las que encima me sentía muy agradecida, y ahora explico, en mi opinión, por qué.
A menos de que sea una persona a la que le excite el sado-maso, alguien que minimice, justifique o disocie los malos tratos evidentemente es una persona con la autoestima muy baja: siente que lo mejor que puede conseguir en la vida es la pareja con la que está y por el temor a quedarse sol@ le permite toda clase de malos tratos. Ya sea porque tiene miedo a no volver a hacerr pareja, a no saber salir adelante, al qué dirán, o a no poder mantener a los hijos; muchas personas (sobre todo mujeres) soportan día tras día que su pareja los trate como calcetín. Excusas como "es que el pobre está muy estresado con su jefe y no sabe lo que hace", o "ella es muy nerviosa y por eso cuando discutimos me pega" esconden una especie de síndrome de Estocolmo en el que la víctima crea un vínculo muy fuerte con su agresor a pesar de ser consciente del maltrato.
Es gente que piensa que si su pareja no le hace caso ni para maltratarle es porque ya no le quiere. Prefieren, como dice la canción, vivir en un infierno de golpes y/o insultos a mandar a volar a su agresor. En mi caso (y no sé si en otras personas) llegaba a ver un "lado positivo" a cada ataque de mis ex: sabía que después de una lluvia de humillaciones o unos golpes él venía a pedirme perdón y se portaba de lo más cariñoso... aunque días después el ciclo se repitiera. Es como una droga, una sabe que está mal y que hace mucho daño, pero ¡cuesta tanto dejarlo!
Animo a las personas que estén en esta situación a que admitan su problema y busquen soluciones. Hay psicólogos, abogados, familiares, guías espirituales, amigos, etc; mucha gente que estará encantada de tendernos la mano y sacarnos del pozo. Pero como con los adictos a las drogas, no nos curaremos de esta dependencia enfermiza si no queremos... y para querer curarnos hay que aprender a querernos como personas.
Ojo, no hay que confundir las discusiones o peleas con los malos tratos: para que eso exista tiene que haber una clara desventaja en uno de los miembros de la pareja que se traduzca en mayor daño físico o psíquico para la víctima. Las parejas que pelan mucho, pero quedan "empatadas", sencillamente se llevan mal y harían bien en ir a terapia o separarse.
...
Aquí pongo un enlace al video, y la letra:
www.youtube.com/watch?v=1v8TsNLKpfU
Tus ojos ya no me miran, son tus labios dos mentiras;
tu lengua, insulto y caricia, pero así me siento viva.
Prefiero ser pura sangre y que me tires de las bridas
que una muñeca de jade, un adorno en tu vitrina.
Coro:
Por eso rómpeme, mátame, pero no me ignores, no, mi vida:
prefiero que tú me mates que morirme cada día.
Tus manos son dos cadenas, mi placer y mi agonía:
con una me das cariño, con la otra me dominas.
Prefiero sentir la espuela que me hincas cada día
a ser la flor que en un vaso olvidaste en una esquina.
Coro
Creo que todo el mundo conoce personas así. Hombres y mujeres que permiten toda clase de abusos y humillaciones con tal de no perder a su pareja. Pienso que una cosa es tener paciencia con los malos momentos que pueda tener nuestr@ compañer@ pero otra es sufrir todo el tiempo en silencio como si fuésemos un sparring de boxeo. Esto no lo aprendí de fábrica: tuve dos relaciones de pareja abusivas (malos tratos físicos, psicológicos y sexuales) con las que encima me sentía muy agradecida, y ahora explico, en mi opinión, por qué.
A menos de que sea una persona a la que le excite el sado-maso, alguien que minimice, justifique o disocie los malos tratos evidentemente es una persona con la autoestima muy baja: siente que lo mejor que puede conseguir en la vida es la pareja con la que está y por el temor a quedarse sol@ le permite toda clase de malos tratos. Ya sea porque tiene miedo a no volver a hacerr pareja, a no saber salir adelante, al qué dirán, o a no poder mantener a los hijos; muchas personas (sobre todo mujeres) soportan día tras día que su pareja los trate como calcetín. Excusas como "es que el pobre está muy estresado con su jefe y no sabe lo que hace", o "ella es muy nerviosa y por eso cuando discutimos me pega" esconden una especie de síndrome de Estocolmo en el que la víctima crea un vínculo muy fuerte con su agresor a pesar de ser consciente del maltrato.
Es gente que piensa que si su pareja no le hace caso ni para maltratarle es porque ya no le quiere. Prefieren, como dice la canción, vivir en un infierno de golpes y/o insultos a mandar a volar a su agresor. En mi caso (y no sé si en otras personas) llegaba a ver un "lado positivo" a cada ataque de mis ex: sabía que después de una lluvia de humillaciones o unos golpes él venía a pedirme perdón y se portaba de lo más cariñoso... aunque días después el ciclo se repitiera. Es como una droga, una sabe que está mal y que hace mucho daño, pero ¡cuesta tanto dejarlo!
Animo a las personas que estén en esta situación a que admitan su problema y busquen soluciones. Hay psicólogos, abogados, familiares, guías espirituales, amigos, etc; mucha gente que estará encantada de tendernos la mano y sacarnos del pozo. Pero como con los adictos a las drogas, no nos curaremos de esta dependencia enfermiza si no queremos... y para querer curarnos hay que aprender a querernos como personas.
Ojo, no hay que confundir las discusiones o peleas con los malos tratos: para que eso exista tiene que haber una clara desventaja en uno de los miembros de la pareja que se traduzca en mayor daño físico o psíquico para la víctima. Las parejas que pelan mucho, pero quedan "empatadas", sencillamente se llevan mal y harían bien en ir a terapia o separarse.
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Aquí pongo un enlace al video, y la letra:
www.youtube.com/watch?v=1v8TsNLKpfU
Tus ojos ya no me miran, son tus labios dos mentiras;
tu lengua, insulto y caricia, pero así me siento viva.
Prefiero ser pura sangre y que me tires de las bridas
que una muñeca de jade, un adorno en tu vitrina.
Coro:
Por eso rómpeme, mátame, pero no me ignores, no, mi vida:
prefiero que tú me mates que morirme cada día.
Tus manos son dos cadenas, mi placer y mi agonía:
con una me das cariño, con la otra me dominas.
Prefiero sentir la espuela que me hincas cada día
a ser la flor que en un vaso olvidaste en una esquina.
Coro
Última edición por popita el Jue 05 Mar 2009, 19:45, editado 3 veces