Este tipo de personas suelen haber tenido una infancia un tanto dura, donde se han sentido criticados de forma negativa y esto les lleva a “obsesionarse” con el bien hacer de las cosas hasta un extremo exagerado. Intentan ser buenos y correctos en todo momento, por eso se caracterizan por ser perfeccionistas y muy meticulosos.
Suele ser ese compañero de trabajo que tiene una autodisciplina que parece imposible creer como puede ser tan disciplinado pero a su vez con hipercríticos no sólo con ellos sino con el resto de las personas que lo rodean ya que se exigen y exigen mucho ya que su pensamiento es radical, o todo o nada.
Le da tanto miedo cometer errores que antepone el deber al placer y esto puede llegar a tensionar mucho a la persona sobre todo cuando se trata de algo continuo ya que ni su cuerpo ni su mente descansa, como es el caso. Pero también hay que decir que se trata de personas que cuando están realizando algún trabajo presentan un alto grado de concentración.
Las personas perfeccionistas aunque las percibamos como personas exitosas también nos damos cuenta que parece que no están satisfechas con su trabajo aún siendo reconocido por otros y esto se debe a que buena parte de ellos son personas inseguras y algo inmaduras.
El gran problema de este tipo de personas es la forma de ver los errores, para ellos cometer un error es lo peor que puede pasar, es un fracaso total, la hecatombe, en lugar de tomarlos como un modo de aprendizaje que sería una perspectiva bastante más adecuada, porque las consecuencias de estos errores son desastrosas, les aumenta la tensión, la irritabilidad, parece que el mundo se termina y todo esto les lleva, como hemos comentado antes a una situación de continua tensión, frustración, preocupación por si sale o no…lo que puede conducir a diferentes enfermedades físicas.
Quizá si tuvieran algo más de humildad las cosas cambiarían de parecer y no todo sería bueno o malo sino que existirían puntos intermedios.
CON CARIÑO
MEL
Suele ser ese compañero de trabajo que tiene una autodisciplina que parece imposible creer como puede ser tan disciplinado pero a su vez con hipercríticos no sólo con ellos sino con el resto de las personas que lo rodean ya que se exigen y exigen mucho ya que su pensamiento es radical, o todo o nada.
Le da tanto miedo cometer errores que antepone el deber al placer y esto puede llegar a tensionar mucho a la persona sobre todo cuando se trata de algo continuo ya que ni su cuerpo ni su mente descansa, como es el caso. Pero también hay que decir que se trata de personas que cuando están realizando algún trabajo presentan un alto grado de concentración.
Las personas perfeccionistas aunque las percibamos como personas exitosas también nos damos cuenta que parece que no están satisfechas con su trabajo aún siendo reconocido por otros y esto se debe a que buena parte de ellos son personas inseguras y algo inmaduras.
El gran problema de este tipo de personas es la forma de ver los errores, para ellos cometer un error es lo peor que puede pasar, es un fracaso total, la hecatombe, en lugar de tomarlos como un modo de aprendizaje que sería una perspectiva bastante más adecuada, porque las consecuencias de estos errores son desastrosas, les aumenta la tensión, la irritabilidad, parece que el mundo se termina y todo esto les lleva, como hemos comentado antes a una situación de continua tensión, frustración, preocupación por si sale o no…lo que puede conducir a diferentes enfermedades físicas.
Quizá si tuvieran algo más de humildad las cosas cambiarían de parecer y no todo sería bueno o malo sino que existirían puntos intermedios.
CON CARIÑO
MEL