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Muchas veces la vida se nos llena de tantas preocupaciones, actividades y obligaciones laborales o personales que apenas tenemos tiempo para contemplar lo que hay al alrededor, y no llegamos a poder darnos cuenta de muchas cosas importantes y bellas de la vida.
¿Te has preguntado alguna vez cuándo fue la última vez que disfrutaste paseando con tu familia, que aunque fuese algo muy sencillo, te sirvió para salir de la rutina? Muchas veces, sin darnos cuenta, perdemos la capacidad de aprender cosas nuevas, de ser curiosos con lo que nos rodea… y con ello, dejamos oportunidades de crecer como personas.
Pero enfocar la atención en las oportunidades perdidas, las cosas malas que pasaron o pasarán el día de mañana… es algo que desgasta. Si en el pasado algo nos hizo daño, si cometimos errores, o si por descuido o indecisión dejamos de hacer algo importante… démonos cuenta de que ya no se puede remediar. El pasado pasó, el tiempo no regresa.
Por el contrario, seremos más felicites si nos enfocamos en el presente, ello nos da la oportunidad de disfrutar lo que tenemos, en lugar de lamentarnos por lo que pasó o por lo que no tenemos. Tampoco significa que no debamos aprender de los errores o planificar para el futuro, sino que debemos encontrar un equilibrio o balance, para vivir a plenitud.
Vivir el hoy sin lamentarnos por lo que ya pasó, o lo que podría llegar a venir, ayudará a reducir el estrés, la tristeza, las lamentaciones y nos ayudará a tener mejores relaciones familiares, profesionales y hasta podría ayudarnos a tener más y mejores resultados laborales.
La organización es una parte muy importante en la planificación de futuros proyectos, poniendo todo el entusiasmo y positivismo en ello, realizar actividades en orden de prioridad, lo mejor es planificar sin angustias, sin ansiedades, tratar de disfrutar el tiempo que se invierte en cada actividad, son ver los errores del pasado por lo negativo que nos pudo haber dejado, pero si como lecciones de vida que nos dejaron como aprendizaje evitar los mismos caminos y escoger un camino mejor.
No se nos puede olvidar la importancia de ser agradecidas por las cosas que tenemos, como por ese regalo inigualable de la compañía de nuestros seres queridos… debemos aprovechar cada momento con ellos, porque cada momento es inigualable e irrepetible. Compartamos con ellos nuestro presente, sin que los errores de pasado nos perturben.
¿Te has preguntado alguna vez cuándo fue la última vez que disfrutaste paseando con tu familia, que aunque fuese algo muy sencillo, te sirvió para salir de la rutina? Muchas veces, sin darnos cuenta, perdemos la capacidad de aprender cosas nuevas, de ser curiosos con lo que nos rodea… y con ello, dejamos oportunidades de crecer como personas.
Pero enfocar la atención en las oportunidades perdidas, las cosas malas que pasaron o pasarán el día de mañana… es algo que desgasta. Si en el pasado algo nos hizo daño, si cometimos errores, o si por descuido o indecisión dejamos de hacer algo importante… démonos cuenta de que ya no se puede remediar. El pasado pasó, el tiempo no regresa.
Por el contrario, seremos más felicites si nos enfocamos en el presente, ello nos da la oportunidad de disfrutar lo que tenemos, en lugar de lamentarnos por lo que pasó o por lo que no tenemos. Tampoco significa que no debamos aprender de los errores o planificar para el futuro, sino que debemos encontrar un equilibrio o balance, para vivir a plenitud.
Vivir el hoy sin lamentarnos por lo que ya pasó, o lo que podría llegar a venir, ayudará a reducir el estrés, la tristeza, las lamentaciones y nos ayudará a tener mejores relaciones familiares, profesionales y hasta podría ayudarnos a tener más y mejores resultados laborales.
La organización es una parte muy importante en la planificación de futuros proyectos, poniendo todo el entusiasmo y positivismo en ello, realizar actividades en orden de prioridad, lo mejor es planificar sin angustias, sin ansiedades, tratar de disfrutar el tiempo que se invierte en cada actividad, son ver los errores del pasado por lo negativo que nos pudo haber dejado, pero si como lecciones de vida que nos dejaron como aprendizaje evitar los mismos caminos y escoger un camino mejor.
No se nos puede olvidar la importancia de ser agradecidas por las cosas que tenemos, como por ese regalo inigualable de la compañía de nuestros seres queridos… debemos aprovechar cada momento con ellos, porque cada momento es inigualable e irrepetible. Compartamos con ellos nuestro presente, sin que los errores de pasado nos perturben.
