Bien, esto no es fácil, en realidad esta parte jamás a sido fácil...
Llevo dos días pensando con quien poder hablar de este tema, pero es más que obvio que nadie a surgido a mi mente, o quizás el tema me cuesta tanto tratarlo como para soltárselo a alguien cercano tan a la ligera. Y es que tengo miedo, aunque me ria (nerviosismo), esto me da tanto temor por lo que los demás piensen de mi (si, es la única cosa en la que temo la opinión de los demás). Respiro...
Fue el domingo que hablaba con mi hermana, ella vive a 12 horas de mi cuidad, hace mucho nos reunimos y recordábamos cierto evento en el cual observamos a un chico trasvesti, esta persona a cierta distancia daba el efecto de ser autenticamente una chica, muy hermosa por cierto, aquella vez le notamos un par de zapatillas con un tacón de aprox. 12 cm las cuales dominaba a la perfección; le hacia referencia, pues ella y yo nos tropezamos hasta con la más ligera brisa estando descalzas, me burlaba de ella entonces y ella a su vez de mi. (Esto, esto es lo difícil...) "¿Has tenido la sensación de querer quitarte la piel de los dedos?", guardo silencio, no me respondió aunque supe que continuaba al teléfono por su respiración. "¿Estas sola?", esa fue su respuesta y después de aseverar respondió: "ve a un lugar donde allá mucha gente", a pesar de que me resistí (pues no tenía ánimos de salir), horas más tarde le confirme que estaba en la casa de nuestros padres.
Aquel día tuve una regresión hasta mi adolescencia, sintiéndome como un vil mueble más en aquel lugar. Aproveche mi visita para darle las buenas nuevas a mi padre sobre la oferta de trabajo, quizás a fin de año (si aun Dios me sigue prestando vida) estaré trabajando. "Es normal en un adulto encontrar empleo. Dime, ¿y el resto de estudios?, ¿maestrías, doctorados, especialidad?, no eduque a alguien para ser un simple obrero, ¿que hay que festejar?", bendita realidad a la que me ha regresado, mi padre y sus palabras amables. Regresaba entonces a casa, no quise tomar el autobús a pesar de que nos separan más de quince calles. Venia tan lento pues intentaba no pisar las líneas que se marcan en el pavimento, llegue hasta una calle bastante transitada, fue ahí cuando mi corazón comenzó a latir con mayor intensidad al punto que lo he sentido golpear contra las costillas, tuve que ayudarme con la boca para respirar y meterme a un comercio, pues no he podido soportar ver a tantas personas reunidas, una angustia mezclada con temor me invadió y tarde tantos minutos en atreverme a salir nuevamente.
Llegue a aquel lugar que me resguarda la mayor parte del tiempo, ni siquiera pude tomar la llave, comencé a sentir "hormigueo" en los dedos hasta que de un momento a otro no pude moverlos más, me desespere pero en vez de sentir temor comencé a reír, no recuerdo como pude entrar al departamento pero tan pronto ingrese me tire sobre el piso y comencé a respirar con la boca pues e sentido que a mis pulmones no llegaba el suficiente aire. Ni siquiera recuerdo cuanto tiempo a pasado, pero comencé a sentir dolor en la piel, supongo que en el tiempo que ha transcurrido me he rascado, pues mis piernas tienen bastantes marcas de mis uñas y una parte de mi cara también.
Hasta aquí debería detenerme, ya sabemos que algo no anda bien, sin embargo (y aun no sé los motivos que me mueven) debo verme obligada a regresar varias zancadas al pasado, pues esta no es la primera vez que esto sucede.
Fueron dos psicólogos, pero realmente no soy buena con las palabras y me sentía tan incomoda. Un amigo, maestro y médico se acerco a mi después de haberme visto tan extraña, "cargas cosas gruesas, ¿cierto?", sus palabras me hicieron reír. Además de su terapia con "zapatillas de ballet" (para mandar de puntitas a todo aquel que molestara a ching"#$%/... interrumpir las labores de su progenitora, lo siento). Hablar con él me ayudo bastante, aun algunos recuerdos de aquellas épocas regresan como fantasmas violentos y me hacen temer, tener miedo a sentir la angustia y el temor de aquel tiempo. Respiro...
(Difícil de reconocerlo, torpe e imprudente): En aquel entonces me costaba tanto conciliar el sueño, como cuento de terror, en ocasiones podía sentir estar vigilada desde el fondo de la habitación, apenas cerraba los ojos y miles de voces se escuchaban adentro. Eso era lo más leve, luego comenzó a empeorar.
Nadie lo sabe (al menos mis familiares más cercanos y amigos, me avergüenza tanto), él y yo llegamos a la conclusión de optar por algo más "fuerte", medicamentos ¡aja!, que en un inicio hicieron maravillas pero después nos vimos obligados aumentar dosis, a combinar y rellenar espacios que otros no cubrían ciertos síntomas. No era feliz, me sentía como si viviera en un lugar muy apartado de este mundo, como si estuviera en la luna o en algún planeta, galaxia lejana, sin ser participe de esta vida y eso me desespero.
Parece que siempre me ando con rodeos, nunca puedo ser breve, lo lamento... He hecho cosas en mi vida de las cuales me arrepiento, las mismas que parecen no desaparecer y estar siempre presentes ahí, agazapadas esperando el momento oportuno para atacar.
Tengo miedo, ¿saben?, tengo miedo de que todo vuelva a ser como en aquel entonces. Los medicamentos los deje de tomar hace apenas unos meses, cinco meses para ser exactos, ahora son escasos minutos para las dos de la mañana, he escuchado a aquellos animales cantarle al sol a las tres, a las cuatro el perro de la vecina comienza a perseguir al gato por toda la azotea, o comienzan los romances del vecino con su compañera ocasional creyendo que no hay nadie escuchándoles, a las cinco pasa el primer auto por la calle (su trabajo debe ser tan excitante para quitarle el sueño y acudir presuroso a sus labores, o tiene una mujer tan mala que le hecha de la cama a esas horas), yo sé que después de las seis no hay mucho que hacer recostada; la comida, solo hago una al día y el resto ni siquiera tengo apetito, el olor a la carne me marea y me da nauseas, una vez más e sentido que comienzo a despegarme de este planeta...
Sé que me arrepentiré de haber escrito esto más tarde, pero a funcionado con las veces anteriores, dejarlo salir como desahogo, mientras decido que hacer o desde que ángulo retomar el camino. Gracias de cualquier forma.
Llevo dos días pensando con quien poder hablar de este tema, pero es más que obvio que nadie a surgido a mi mente, o quizás el tema me cuesta tanto tratarlo como para soltárselo a alguien cercano tan a la ligera. Y es que tengo miedo, aunque me ria (nerviosismo), esto me da tanto temor por lo que los demás piensen de mi (si, es la única cosa en la que temo la opinión de los demás). Respiro...
Fue el domingo que hablaba con mi hermana, ella vive a 12 horas de mi cuidad, hace mucho nos reunimos y recordábamos cierto evento en el cual observamos a un chico trasvesti, esta persona a cierta distancia daba el efecto de ser autenticamente una chica, muy hermosa por cierto, aquella vez le notamos un par de zapatillas con un tacón de aprox. 12 cm las cuales dominaba a la perfección; le hacia referencia, pues ella y yo nos tropezamos hasta con la más ligera brisa estando descalzas, me burlaba de ella entonces y ella a su vez de mi. (Esto, esto es lo difícil...) "¿Has tenido la sensación de querer quitarte la piel de los dedos?", guardo silencio, no me respondió aunque supe que continuaba al teléfono por su respiración. "¿Estas sola?", esa fue su respuesta y después de aseverar respondió: "ve a un lugar donde allá mucha gente", a pesar de que me resistí (pues no tenía ánimos de salir), horas más tarde le confirme que estaba en la casa de nuestros padres.
Aquel día tuve una regresión hasta mi adolescencia, sintiéndome como un vil mueble más en aquel lugar. Aproveche mi visita para darle las buenas nuevas a mi padre sobre la oferta de trabajo, quizás a fin de año (si aun Dios me sigue prestando vida) estaré trabajando. "Es normal en un adulto encontrar empleo. Dime, ¿y el resto de estudios?, ¿maestrías, doctorados, especialidad?, no eduque a alguien para ser un simple obrero, ¿que hay que festejar?", bendita realidad a la que me ha regresado, mi padre y sus palabras amables. Regresaba entonces a casa, no quise tomar el autobús a pesar de que nos separan más de quince calles. Venia tan lento pues intentaba no pisar las líneas que se marcan en el pavimento, llegue hasta una calle bastante transitada, fue ahí cuando mi corazón comenzó a latir con mayor intensidad al punto que lo he sentido golpear contra las costillas, tuve que ayudarme con la boca para respirar y meterme a un comercio, pues no he podido soportar ver a tantas personas reunidas, una angustia mezclada con temor me invadió y tarde tantos minutos en atreverme a salir nuevamente.
Llegue a aquel lugar que me resguarda la mayor parte del tiempo, ni siquiera pude tomar la llave, comencé a sentir "hormigueo" en los dedos hasta que de un momento a otro no pude moverlos más, me desespere pero en vez de sentir temor comencé a reír, no recuerdo como pude entrar al departamento pero tan pronto ingrese me tire sobre el piso y comencé a respirar con la boca pues e sentido que a mis pulmones no llegaba el suficiente aire. Ni siquiera recuerdo cuanto tiempo a pasado, pero comencé a sentir dolor en la piel, supongo que en el tiempo que ha transcurrido me he rascado, pues mis piernas tienen bastantes marcas de mis uñas y una parte de mi cara también.
Hasta aquí debería detenerme, ya sabemos que algo no anda bien, sin embargo (y aun no sé los motivos que me mueven) debo verme obligada a regresar varias zancadas al pasado, pues esta no es la primera vez que esto sucede.
Fueron dos psicólogos, pero realmente no soy buena con las palabras y me sentía tan incomoda. Un amigo, maestro y médico se acerco a mi después de haberme visto tan extraña, "cargas cosas gruesas, ¿cierto?", sus palabras me hicieron reír. Además de su terapia con "zapatillas de ballet" (para mandar de puntitas a todo aquel que molestara a ching"#$%/... interrumpir las labores de su progenitora, lo siento). Hablar con él me ayudo bastante, aun algunos recuerdos de aquellas épocas regresan como fantasmas violentos y me hacen temer, tener miedo a sentir la angustia y el temor de aquel tiempo. Respiro...
(Difícil de reconocerlo, torpe e imprudente): En aquel entonces me costaba tanto conciliar el sueño, como cuento de terror, en ocasiones podía sentir estar vigilada desde el fondo de la habitación, apenas cerraba los ojos y miles de voces se escuchaban adentro. Eso era lo más leve, luego comenzó a empeorar.
Nadie lo sabe (al menos mis familiares más cercanos y amigos, me avergüenza tanto), él y yo llegamos a la conclusión de optar por algo más "fuerte", medicamentos ¡aja!, que en un inicio hicieron maravillas pero después nos vimos obligados aumentar dosis, a combinar y rellenar espacios que otros no cubrían ciertos síntomas. No era feliz, me sentía como si viviera en un lugar muy apartado de este mundo, como si estuviera en la luna o en algún planeta, galaxia lejana, sin ser participe de esta vida y eso me desespero.
Parece que siempre me ando con rodeos, nunca puedo ser breve, lo lamento... He hecho cosas en mi vida de las cuales me arrepiento, las mismas que parecen no desaparecer y estar siempre presentes ahí, agazapadas esperando el momento oportuno para atacar.
Tengo miedo, ¿saben?, tengo miedo de que todo vuelva a ser como en aquel entonces. Los medicamentos los deje de tomar hace apenas unos meses, cinco meses para ser exactos, ahora son escasos minutos para las dos de la mañana, he escuchado a aquellos animales cantarle al sol a las tres, a las cuatro el perro de la vecina comienza a perseguir al gato por toda la azotea, o comienzan los romances del vecino con su compañera ocasional creyendo que no hay nadie escuchándoles, a las cinco pasa el primer auto por la calle (su trabajo debe ser tan excitante para quitarle el sueño y acudir presuroso a sus labores, o tiene una mujer tan mala que le hecha de la cama a esas horas), yo sé que después de las seis no hay mucho que hacer recostada; la comida, solo hago una al día y el resto ni siquiera tengo apetito, el olor a la carne me marea y me da nauseas, una vez más e sentido que comienzo a despegarme de este planeta...
Sé que me arrepentiré de haber escrito esto más tarde, pero a funcionado con las veces anteriores, dejarlo salir como desahogo, mientras decido que hacer o desde que ángulo retomar el camino. Gracias de cualquier forma.