1. Que no estás lista cuando se supone que lo estás.
Tienen planificado ir al cine, te pregunta si estás lista y le dices que sí… Pero no es hasta dentro de media hora cuando por fin estás arreglada.
Consejo: Intenta estar lista para salir dos horas antes de la hora prevista.
2. Que te pruebes todo en la tienda.
Los hombres se ponen nerviosos y se sienten avergonzados cuando le hace a la dependienta sacar todos los zapatos para probarlos, gastar 30 minutos del trabajo de la dependienta… para no acabar comprando ninguno de esos zapatos. Esto acaba provocando más discusiones.
3.Que les preguntes en qué está pensando.
Los hombres odian que se les pregunte en qué están pensando, cuando en realidad no suelen estar pensando en nada, al menos nada de lo que tú piensas que puede estar pensando. Las mujeres pensamos a lo ancho, en relaciones, en actitudes… ellos en cosas más definidas y concretas.–
4. Que no seas directa a la hora de hablar.
Si le quieres hablar de un problema, háblale sin rodeos, no te andes por las ramas… los hombres detestan como para llegar a un problema necesitemos dar tanto rodeo. Ellos son más prácticos y prefieren ir al grano, por duro que resulte. Por la misma, si les quieres hablar de un problema, debes estar abierta a recibir su más sincera opinión, que la dará sin dar rodeos e irá directo al grano.
5.Que les hables durante el fútbol.
El hombre necesita su espacio, y no precisamente para pensar en relaciones sino para cosas como el fútbol. Si le hablas durante un partido de fútbol no verá más que una mujer moviendo la boca mientras intenta concentrarse en el partido. Es un mal momento para hablar con él, te dirá que sí a todo sólo para terminar la conversación cuanto antes
y volver al partido, pero no será consciente de haberte dicho que sí a nada, así que no cuenta. Durante los partidos o lo que fuere que le aficiona, no le distraigas y mucho menos hables de cosas importantes.
6.Que hagas limpieza en su baño.
El cuarto de aseo es casi el único sitio donde logran estar realmente a solas, y donde pueden leer y jugar con el teléfono para relajarse un rato. Tienen decenas de revistas, panfletos y libros de las que nosotras no entendemos qué utilidad puedan tener, pero para ellos lo tienen. Y como saben que no comprendes la utilidad de sus revistas en el baño se ponen muy nerviosos cuando empiezas con la limpieza. Seguramente más de una vez le has tirado algo que ha echado de menos.
- Algunos hombres más afortunados disponen de un cuarto o garaje para sus cosas y por lo tanto, el cuarto de baño no se aplique, pero sí su sitio de privacidad, que es lo mismo.
7.Que en su día libre hagas la limpieza de la cama.
Detestan que precisamente, por ejemplo el domingo, el día del descanso que tanto necesitan, les estreses comenzando con una limpieza general de la casa, aunque se les diga que no necesitas de su ayuda, porque saben que en el fondo, deben ayudar. Si no lo hacen acabarán más estresados aún.
8. La visita de la suegra el domingo.
Que el domingo (u otro día de descanso) venga la suegra de visita a comer, o que tengan que ir a comer a su casa. Hay excepciones, pero por lo general es algo que les arruina un día perfecto de descanso.
9. Que se les llame a cada rato.
Se sienten controlados, pierden privacidad, y no les gusta que les atosiguen con cada momento libre que tienen. A veces no les dejamos respirar y nos volvemos muy atosigadoras.
– Más estresante aún, es saber que si le llamas y no logra contestar (tal vez porque no lo escuchó) te pondrás como una furia, que no te ama y que no se preocupa por ti, que podía haber sido una urgencia y no contestó.
10.Que se les esté revisando lo que hacen en internet.
No necesariamente están haciendo nada malo, seguramente no sea así… pero se ponen nerviosos cuando apareces detrás suyo donde puedes ver la pantalla y lo que están haciendo.
11.Que siempre critiquemos a otras mujeres.
Seguramente odian las críticas en general, pero les parece que las mujeres siempre tenemos algo que criticar de las demás personas de nuestro mismo sexo. Siempre hay algo que encontramos, ya sea la forma de vestir, el cuerpo, la educación, la forma de hablar, lo que hizo, cómo anda, la mirada que puso, etc. A los hombres les parece un tanto inmaduro por nuestra parte que siempre tengamos que criticar a las demás mujeres por cualquier cosa.
12. Nuestros celos.
Los celos es uno de los problemas más típicos en la pareja. Si constantemente estás teniendo que preguntarle donde está, donde ha estado, qué hace, qué ha hecho, hasta qué hora estará haciendo algo, etc., ellos reciben el mensaje de que no confías en ellos. Puede provocar que finalmente no se sienta libre de contarte muchas cosas, porque temen ser juzgados hasta por cosas que no tienen nada de malo pero que temen que tú podrás interpretar mal. A las mujeres no nos gusta que se le asocie o que se relacione con nadie más que con nosotras mismas, pero con el tiempo eso mismo puede cansarles y provocar una separación.
13. Que se les hable de más de una cosa a la vez.
La estructura cerebral del hombre hace que tenga que asimilar las cosas una a una, mientras nosotras podemos hablar de muchas cosas a la vez sin problema. Eso no los hace menos inteligentes sino simplemente diferentes. Si les hablas de un problema, háblalo bien, y no cambies de tema hasta que él mismo ya lo tenga asimilado, apuntado, o corregido si se puede.
Si mientras piensa en la solución a un problema le hablas de otro problema, se perderá y al final no será capaz de recordar ninguno de los problemas de los que le hablaste, mucho menos de solucionarlos.
14.Que se les hable en código.
Una vez más, que nos quede claro: los hombres necesitan que se les hable las cosas con claridad, directo al grano. No sirve de nada que si hay un problema que quieres solucionar, le preguntes en qué está pensando con la esperanza de que pueda estar pensando en lo mismo que tú. Aunque parezca mentira, tienes casi garantizado que no está pensando en lo mismo que tú, ni lo más remotamente (si es que en algo está pensando). No le hagas esa pregunta salvo que tu intención realmente sea la de saber sus sentimientos. No esperes que te lea la mente, que sepa interpretar tu señales, preguntas y comentarios… No. Si te vas a comunicar con un hombre, hazlo de forma directa, sin rodeos o preguntas que esperas que faciliten el camino, no lo harán. El lenguaje de las mujeres sólo funciona entre nosotras, a ellos les confunde y asusta.
15.Que seamos tan sentimentales.
El hombre necesita ser el “macho fuerte”, a no expresar los sentimientos. Cuando nos ponemos muy sentimentales le exigimos a ellos que también se pongan sentimentales, y eso les incomoda. Además, piensan que deben ser más fuertes e invulnerables
para poder ayudarte mejor que poniéndose a llorar contigo. Los hombres disfrutan junto a las mujeres delicadas y sensibles, pero no con las mujeres que se pasan el día llorando y sintiéndose heridas en el corazón. Igualmente, al hombre le gusta sentirse necesitado, pero no tanto que no puedan ni respirar.
Tienen planificado ir al cine, te pregunta si estás lista y le dices que sí… Pero no es hasta dentro de media hora cuando por fin estás arreglada.
Consejo: Intenta estar lista para salir dos horas antes de la hora prevista.
2. Que te pruebes todo en la tienda.
Los hombres se ponen nerviosos y se sienten avergonzados cuando le hace a la dependienta sacar todos los zapatos para probarlos, gastar 30 minutos del trabajo de la dependienta… para no acabar comprando ninguno de esos zapatos. Esto acaba provocando más discusiones.
3.Que les preguntes en qué está pensando.
Los hombres odian que se les pregunte en qué están pensando, cuando en realidad no suelen estar pensando en nada, al menos nada de lo que tú piensas que puede estar pensando. Las mujeres pensamos a lo ancho, en relaciones, en actitudes… ellos en cosas más definidas y concretas.–
4. Que no seas directa a la hora de hablar.
Si le quieres hablar de un problema, háblale sin rodeos, no te andes por las ramas… los hombres detestan como para llegar a un problema necesitemos dar tanto rodeo. Ellos son más prácticos y prefieren ir al grano, por duro que resulte. Por la misma, si les quieres hablar de un problema, debes estar abierta a recibir su más sincera opinión, que la dará sin dar rodeos e irá directo al grano.
5.Que les hables durante el fútbol.
El hombre necesita su espacio, y no precisamente para pensar en relaciones sino para cosas como el fútbol. Si le hablas durante un partido de fútbol no verá más que una mujer moviendo la boca mientras intenta concentrarse en el partido. Es un mal momento para hablar con él, te dirá que sí a todo sólo para terminar la conversación cuanto antes
y volver al partido, pero no será consciente de haberte dicho que sí a nada, así que no cuenta. Durante los partidos o lo que fuere que le aficiona, no le distraigas y mucho menos hables de cosas importantes.
6.Que hagas limpieza en su baño.
El cuarto de aseo es casi el único sitio donde logran estar realmente a solas, y donde pueden leer y jugar con el teléfono para relajarse un rato. Tienen decenas de revistas, panfletos y libros de las que nosotras no entendemos qué utilidad puedan tener, pero para ellos lo tienen. Y como saben que no comprendes la utilidad de sus revistas en el baño se ponen muy nerviosos cuando empiezas con la limpieza. Seguramente más de una vez le has tirado algo que ha echado de menos.
- Algunos hombres más afortunados disponen de un cuarto o garaje para sus cosas y por lo tanto, el cuarto de baño no se aplique, pero sí su sitio de privacidad, que es lo mismo.
7.Que en su día libre hagas la limpieza de la cama.
Detestan que precisamente, por ejemplo el domingo, el día del descanso que tanto necesitan, les estreses comenzando con una limpieza general de la casa, aunque se les diga que no necesitas de su ayuda, porque saben que en el fondo, deben ayudar. Si no lo hacen acabarán más estresados aún.
8. La visita de la suegra el domingo.
Que el domingo (u otro día de descanso) venga la suegra de visita a comer, o que tengan que ir a comer a su casa. Hay excepciones, pero por lo general es algo que les arruina un día perfecto de descanso.
9. Que se les llame a cada rato.
Se sienten controlados, pierden privacidad, y no les gusta que les atosiguen con cada momento libre que tienen. A veces no les dejamos respirar y nos volvemos muy atosigadoras.
– Más estresante aún, es saber que si le llamas y no logra contestar (tal vez porque no lo escuchó) te pondrás como una furia, que no te ama y que no se preocupa por ti, que podía haber sido una urgencia y no contestó.
10.Que se les esté revisando lo que hacen en internet.
No necesariamente están haciendo nada malo, seguramente no sea así… pero se ponen nerviosos cuando apareces detrás suyo donde puedes ver la pantalla y lo que están haciendo.
11.Que siempre critiquemos a otras mujeres.
Seguramente odian las críticas en general, pero les parece que las mujeres siempre tenemos algo que criticar de las demás personas de nuestro mismo sexo. Siempre hay algo que encontramos, ya sea la forma de vestir, el cuerpo, la educación, la forma de hablar, lo que hizo, cómo anda, la mirada que puso, etc. A los hombres les parece un tanto inmaduro por nuestra parte que siempre tengamos que criticar a las demás mujeres por cualquier cosa.
12. Nuestros celos.
Los celos es uno de los problemas más típicos en la pareja. Si constantemente estás teniendo que preguntarle donde está, donde ha estado, qué hace, qué ha hecho, hasta qué hora estará haciendo algo, etc., ellos reciben el mensaje de que no confías en ellos. Puede provocar que finalmente no se sienta libre de contarte muchas cosas, porque temen ser juzgados hasta por cosas que no tienen nada de malo pero que temen que tú podrás interpretar mal. A las mujeres no nos gusta que se le asocie o que se relacione con nadie más que con nosotras mismas, pero con el tiempo eso mismo puede cansarles y provocar una separación.
13. Que se les hable de más de una cosa a la vez.
La estructura cerebral del hombre hace que tenga que asimilar las cosas una a una, mientras nosotras podemos hablar de muchas cosas a la vez sin problema. Eso no los hace menos inteligentes sino simplemente diferentes. Si les hablas de un problema, háblalo bien, y no cambies de tema hasta que él mismo ya lo tenga asimilado, apuntado, o corregido si se puede.
Si mientras piensa en la solución a un problema le hablas de otro problema, se perderá y al final no será capaz de recordar ninguno de los problemas de los que le hablaste, mucho menos de solucionarlos.
14.Que se les hable en código.
Una vez más, que nos quede claro: los hombres necesitan que se les hable las cosas con claridad, directo al grano. No sirve de nada que si hay un problema que quieres solucionar, le preguntes en qué está pensando con la esperanza de que pueda estar pensando en lo mismo que tú. Aunque parezca mentira, tienes casi garantizado que no está pensando en lo mismo que tú, ni lo más remotamente (si es que en algo está pensando). No le hagas esa pregunta salvo que tu intención realmente sea la de saber sus sentimientos. No esperes que te lea la mente, que sepa interpretar tu señales, preguntas y comentarios… No. Si te vas a comunicar con un hombre, hazlo de forma directa, sin rodeos o preguntas que esperas que faciliten el camino, no lo harán. El lenguaje de las mujeres sólo funciona entre nosotras, a ellos les confunde y asusta.
15.Que seamos tan sentimentales.
El hombre necesita ser el “macho fuerte”, a no expresar los sentimientos. Cuando nos ponemos muy sentimentales le exigimos a ellos que también se pongan sentimentales, y eso les incomoda. Además, piensan que deben ser más fuertes e invulnerables
para poder ayudarte mejor que poniéndose a llorar contigo. Los hombres disfrutan junto a las mujeres delicadas y sensibles, pero no con las mujeres que se pasan el día llorando y sintiéndose heridas en el corazón. Igualmente, al hombre le gusta sentirse necesitado, pero no tanto que no puedan ni respirar.