Tú creas tu realidad a partir de:
a) las elecciones y decisiones,
b) los pensamientos y sentimientos, y
c) las actitudes y creencias.
Eso es todo. No hay otras materias primas, no hay otros recursos que tú o nadie más utilice. Aquellos que están creando realidades más emocionantes que las que tú creas, lo están haciendo con las mismas "cosas".
Tus pensamientos y sentimientos son impulsados por tus elecciones y decisiones, y compelidos por tus actitudes y creencias, a manifestarse en el telar del deseo, la imaginación y la expectativa.
Veamos eso por partes:
Tu realidad es el producto de tus pensamientos y sentimientos, ya que ustedes simplemente no pueden sentir sin pensar. Ambas cosas trabajan juntas. Tu realidad es la manifestación sinérgica de lo que piensas y lo que sientes.
¿Qué impulsa lo que piensas y sientes? Las elecciones y las decisiones. Ser capaz de elegir es uno de los dones místicos del ser humano. Tú estás haciendo elecciones todo el tiempo. Incluso el elegir no elegir es una elección. Una vez que eliges nace una decisión. Una elección dinámicamente manifiesta aparece primero como una decisión.
Tus pensamientos y sentimientos no sólo son impulsados, también son compelidos hacia la manifestación sinérgica. Tus actitudes y creencias compelen a lo que piensas y sientes hacia la densidad que llamas fisicalidad.
La creencia precede a la ilusión que llamas realidad. Tu intelecto puede aceptar eso. Sin embargo, hasta que te apropies de ello a nivel emocional, hasta que te apropies de ello en cada célula de tu cuerpo, hasta que se vuelva parte de tu respiración, la metafísica y la espiritualidad serán sólo teoría para ti. Cuando de verdad te apropias de esto, te abres a un "conjunto" enteramente nuevo de la realidad.
¿Qué sucede cuando sostienes una determinada creencia?
He aquí un ejemplo usando la creencia "el amor duele".
El amor duele. Esta es una creencia básica que muchos de ustedes sostienen. Primero creas la creencia y luego procedes a crear la realidad para probarla. El amor duele. Esta creencia colorea tu lente de enfoque hacia el mundo. Produce tu actitud. Con esta actitud, a través de esta lente, verás el mundo de una manera singular.
El amor duele. La creencia y la actitud que engendra forman el manantial del cual brotan tus pensamientos y sentimientos. ¿Qué pensamientos esperarías que surjan de este manantial? ¿Qué sentimientos?
El amor duele. Los pensamientos y sentimientos se manifiestan de manera sinérgica hacia la forma física. ¿Qué clase de amistades esperas? Piensa en el nivel y la intensidad de dar, responder, respetar y conocer que ofrecerías cuando el amor duele. ¿Qué seguridad, qué placer, vulnerabilidad y confiabilidad proporcionarías?
El amor duele. De la actitud y la creencia brotan los pensamientos y sentimientos. De los pensamientos y sentimientos se forman las elecciones y las decisiones.
Los pensamientos y sentimientos son impulsados por las elecciones y decisiones y compelidos por las actitudes y creencias hacia la manifestación en el telar del deseo, la imaginación y la expectativa. Tú crearás relaciones en las que el amor duela.
He aquí otro ejemplo usando la creencia "el amor cura".
El amor cura. También esta creencia producirá una cierta coloración. "El amor cura" generará sus propias actitudes singulares.
El amor cura. Sentimientos y pensamientos totalmente diferentes brotarán de los manantiales de la actitud y la creencia. Habrá pensamientos y sentimientos de viveza anticipadores. Habrá pensamientos de amor, luz y risa y alegría. Habrá sentimientos de gratitud..
El amor cura. Los pensamientos y sentimientos formarán decisiones y elecciones poderosas que se estiren y alcancen hacia el futuro. Habrá elecciones de intimidad y compromiso. Habrá decisiones de amar.
El amor cura. Relaciones sanas serán creadas. El amor crecerá. Tú crecerás... ¡El amor cura!
La creencia antecede a la realidad. Tú creas tu propia realidad.
Haz un inventario de tus creencias, de tus recursos, de tus materias primas. Sin embargo, haz más que eso: reconoce, admite, perdónate a ti mismo y cambia esas materias primas que te están lastimando a ti y a otros.
Asimismo, reconoce, admite, felicítate a ti mismo y continúa con aquellas elecciones, aquellas creencias que están funcionando y que te están curando a ti, a otros y a tu mundo.
Además de tener estos recursos para crear tu realidad, tienes herramientas específicas con las cuales tallar y esculpir tu realidad personal.
El deseo, la imaginación y la expectativa son las herramientas de la creación de la realidad. ¿De dónde obtienes estas herramientas? De Soñar. Desde tus sueños despierto hasta tus sueños de noche, desde los estados alterados hasta los mundos que existen cuando meditas, ahí es donde las herramientas nacen, del Sueño más grande – el sueño conciente, personal y global del futuro. Las herramientas vienen de tu Visión. Todos los Sueños usan deseo, imaginación y expectativa, y surten con creces el abastecimiento y siempre lo aumentan.
Los pasos para llegar ahí son las cualidades de estar ahí. Lo que se requiere para Soñar es lo que el Soñar devuelve exponencialmente... Muchos de ustedes han aprendido sobre los recursos antes, pero verán, el Viaje sagrado implica más que memoria y listas. Implica no sólo conocer las verdades – implica vivirlas.
CREAR TU REALIDAD CON ELEGANCIA
Elegancia significa crear el máximo beneficio con el mínimo gasto de energía. Hay cuatro pasos para lograrla:
1. Desear (soñar)
2. Clarificar el deseo (personalizarlo, hacerlo tuyo)
3. Tener visión (visualizarte ya con el deseo cumplido)
4. Tener Impecabilidad (no perder de vista el sueño)
Si honestamente deseas sin timidez alguna, si conviertes eso en tu deseo, si tienes visión y la sostienes con la tenacidad de la impecabilidad, sin soltar nunca lo que quieres, ¡entonces estarás creando con elegancia y te encontrarás en el viaje sagrado!
La gratitud es una herramienta poderosa. Si te permites sentirte agradecido, tu procesar y programar pueden funcionar ilimitadamente mejor. Tu éxito puede ser exponencial. Las "cosas" de la vida pueden mejorar marcadamente. Al sentirte agradecido por lo que tienes, empiezas a tener más cosas por las cuales sentir esa gratitud.
Parte de cómo creas tu realidad es esperando que ésta sea maravillosa. Cuando reduces esas expectativas, disminuyes tu habilidad de crear "el triunfo". El acto mismo de reducir tu anticipación para protegerte del dolor es exactamente lo que está produciendo el dolor.
¡Siempre espera lo mejor! Si esa anticipación entusiasta no asegura el éxito, te preparará proporcionándote mayor fuerza, para manejar la desilusión que haya. El fracaso dolerá, pero sorprendentemente menos.
Lo posible se vuelve probable mediante la alquimia misteriosa del amor que confía y la expectativa entusiasta. Lo probable se vuelve actual a través de la voluntad de recibir.