En un parque hay dos estatuas, una de un hombre desnudo y otra de una mujer también desnuda. Las estatuas han estado allí, una frente a la otra, durante mas de cien años. Un día un ángel baja del cielo. Con un simple gesto les da vida a las dos estatuas y les dice:
"Como recompensa por haber sido tan pacientes durante tantos años, habiendo tenido que soportar lluvias, tempestades y veranos ardientes, les concedo vida durante media hora para que hagan lo que se les ocurra."
El hombre y la mujer se miran y al instante ambos se van corriendo detrás de unos arbustos.
El ángel espera pacientemente mirando hacia los arbustos, los cuales se mueven agitadamente, mientras se escuchan risitas y otros sonidos. A los quince minutos regresan visiblemente cansados... pero muy contentos. El ángel, conmovido, le dice:
"Les concedo quince minutos más. ¿Quieren volver a repetir lo que hicieron?"
"¿Tu que opinas, mujer?"
"¡Claro... por supuesto! ¡Vamos ya, pero cambiemos de posición! Esta vez tu sujetas a la paloma firmemente... ¡y yo le cago encima!"
"Como recompensa por haber sido tan pacientes durante tantos años, habiendo tenido que soportar lluvias, tempestades y veranos ardientes, les concedo vida durante media hora para que hagan lo que se les ocurra."
El hombre y la mujer se miran y al instante ambos se van corriendo detrás de unos arbustos.
El ángel espera pacientemente mirando hacia los arbustos, los cuales se mueven agitadamente, mientras se escuchan risitas y otros sonidos. A los quince minutos regresan visiblemente cansados... pero muy contentos. El ángel, conmovido, le dice:
"Les concedo quince minutos más. ¿Quieren volver a repetir lo que hicieron?"
"¿Tu que opinas, mujer?"
"¡Claro... por supuesto! ¡Vamos ya, pero cambiemos de posición! Esta vez tu sujetas a la paloma firmemente... ¡y yo le cago encima!"