Amigas.
Saben? Ultimamente he estado en una onda un tanto existencialista. Me dio por echar un vistazo a lo que he hecho de mi vida en los últimos años y me di cuenta con preocupación que gran parte del tiempo lo desperdicié en tonterías y cosas que no valían la pena.
Ahora empiezo a caer en la cuenta de lo valioso que es nuestro tiempo, el aprovecharlo, el aprender, crecer, dar nuestro mejor esfuerzo. He aprendido que todo en la vida cuesta, que todo cuanto tú desees lo puedes lograr pero siempre y cuando te esfuerces al máximo y definitivamente todo implica un sacrificio que al final te deja grandes recompensas. Creo que apenas a mis 37 años empiezo a darme cuenta de todo eso.
Puedo darme cuenta que tiempo atrás viví prácticamente todo el tiempo encerrada en mi mundo, como viviendo en un letargo del que creo que ya empiezo a despertar para darme cuenta de que solo yo y nadie más que yo voy a salir adelante trabajando duro, que no existe ese “príncipe azul” que llega a rescatarte, esos son cuentos que nos meten en la cabeza desde niñas.
Lamento el tiempo perdido en tonterías y espero poder recuperar aunque sea un poco de todo lo que desperdicié. Creo que la mayor parte del tiempo anduve caminando por la vida sin expectativas, haciendo las cosas por inercia, sin pasión ni entrega, sin un objetivo y ahora puedo ver las consecuencias.
Por eso ustedes si tienen hijas o hermanas menores aconséjenlas y díganles que no pongan su felicidad y todas sus expectativas en manos de un hombre porque las cosas no funcionan así en el mundo real, mejor impúlsenlas a crecer, a ser independientes, a aprender mucho para progresar, dénles alas para que el día de mañana sean mujeres satisfechas y felices.
Saben? Ultimamente he estado en una onda un tanto existencialista. Me dio por echar un vistazo a lo que he hecho de mi vida en los últimos años y me di cuenta con preocupación que gran parte del tiempo lo desperdicié en tonterías y cosas que no valían la pena.
Ahora empiezo a caer en la cuenta de lo valioso que es nuestro tiempo, el aprovecharlo, el aprender, crecer, dar nuestro mejor esfuerzo. He aprendido que todo en la vida cuesta, que todo cuanto tú desees lo puedes lograr pero siempre y cuando te esfuerces al máximo y definitivamente todo implica un sacrificio que al final te deja grandes recompensas. Creo que apenas a mis 37 años empiezo a darme cuenta de todo eso.
Puedo darme cuenta que tiempo atrás viví prácticamente todo el tiempo encerrada en mi mundo, como viviendo en un letargo del que creo que ya empiezo a despertar para darme cuenta de que solo yo y nadie más que yo voy a salir adelante trabajando duro, que no existe ese “príncipe azul” que llega a rescatarte, esos son cuentos que nos meten en la cabeza desde niñas.
Lamento el tiempo perdido en tonterías y espero poder recuperar aunque sea un poco de todo lo que desperdicié. Creo que la mayor parte del tiempo anduve caminando por la vida sin expectativas, haciendo las cosas por inercia, sin pasión ni entrega, sin un objetivo y ahora puedo ver las consecuencias.
Por eso ustedes si tienen hijas o hermanas menores aconséjenlas y díganles que no pongan su felicidad y todas sus expectativas en manos de un hombre porque las cosas no funcionan así en el mundo real, mejor impúlsenlas a crecer, a ser independientes, a aprender mucho para progresar, dénles alas para que el día de mañana sean mujeres satisfechas y felices.