A mis consultantes siempre les digo que las herramientas del día a día, de su rutina, pueden convertirse en armas poderosas para poder lidiar con el mal humor, la tristeza o el malestar. Basta con darnos unos minutos al día para realizar algo distinto y eso de seguro nos va a ayudar a sentir desde otro estado de ánimo. El secreto siempre es la constancia.
Y entre las cosas que podemos hacer a diario o al menos frecuentemente encontramos las siguientes:
1) Conectarse con las personas que queremos: Las relaciones, siempre y cuando estas sean positivas, contribuyen enormemente a nuestra felicidad, ya que nos otorgan significado, apoyo, amor y mejoran nuestra autoestima. Así que no temamos profundizar en esos vínculos que nos hacen mucho bien.
2) Aprender, siempre aprender: El aprendizaje contribuye a nuestro bienestar ya que nos expone a nuevas ideas y satisface nuestra curiosidad. Nos brinda una sensación de haber logrado algo, lo cual tiene un impacto directo en nuestra confianza. Y por aprendizaje no solamente me estoy refiriendo estrictamente a lo académico, también puede ser aprender una nueva habilidad, hacer un deporte, involucrarse en algo artístico.
3) Ser parte de algo grande: Todo aquel afortunado que encuentra propósito y significado a su vida se siente mejor con lo que hace y se siente más en control de su destino. También este sentimiento contribuye a padecer menos depresión, ansiedad o stress. Esta sensación de formar parte de algo más grande que uno, tiene que ver con diversos elementos como el sentirse conectado con lo espiritual, realizar un trabajo que implique ayudar a otros, verse involucrado en alguna organización, lo que sea que tenga para ti un significado importante.
4) Cuidar nuestro cuerpo: El ser más activos nos hace más felices y contribuye a nuestro bienestar físico. Tiene un efecto directo en nuestro estado de ánimo. No es necesario que hagamos actividades físicas extenuantes, basta con dormir lo suficiente, estar al aire libre por más tiempo, poder desconectarnos de la tecnología y realizar pequeñas actividades como caminar o bailar.
5) Ser concientes de lo que nos rodea: Ser concientes de nuestro mundo, de los detalles de las situaciones, estar más despiertos al momento de vivir experiencias mejora nuestro bienestar. Nos ayuda a conectarnos con nuestros sentimientos, con el ahora y dejar atrás los pensamientos atados al pasado o nuestra ansiedad por el futuro.
6) Tener metas: El poder establecer metas apropiadas nos hace sentir mejor acerca de nuestro futuro, nos motiva y nos desafía. Nos brindan dirección y una sensación de logro y satisfacción cuando finalmente las logramos.
7) Haz cosas por los demás: Siempre teniendo en consideración que los demás son igual (no más) de importantes que nosotros es muy beneficioso involucrarnos en actividades que contribuyen al bienestar ajeno también. El ayudar genera vínculos saludables con las demás personas. Si nos queremos sentir bien, ¡hagamos el bien!
8) Invita a las emociones positivas a tu vida: Sentir emociones positivas a menudo nos ayuda a mejorar nuestros recursos internos, nos hace sentir bien en el ahora y en el futuro y nos ayuda a enfocarnos en las cosas que sí están funcionando.
9) Siéntete cómodo con quien eres: Ya saben que la perfección no existe, castigarnos por no haber logrado determinada cosa o por habernos equivocado no nos va a conducir a ningún sitio. Aceptarnos con nuestras virtudes y nuestros defectos, ser concientes de nuestras capacidades y de nuestras limitaciones, el simple hecho de conocernos, nos permite con sabiduría escoger cambiar aquello que podemos o queremos. Los cambios tienen ser que desde el amor y desde nuestra propia aceptación, primero reconocemos quiénes somos, nos permitirnos enorgullecernos de nuestros elementos positivos y si encontramos algo que debemos mejorar, entonces lo intentamos. Cuando nos tratamos con cariño y respeto vamos a sentirnos más contentos y satisfechos.
10) Sacúdete el polvo y continúa caminando: Un tropezón no es caída, los malos momentos existen, los deslices y las equivocaciones existen, pero recuerden que a pesar de aquellas cosas que no podemos controlar siempre tendremos el poder de controlar nuestra actitud y nuestra interpretación de las cosas. Es tan sólo cuestión de práctica.
Así que a partir de hoy pueden comenzar a utilizar estas herramientas para acercarse a un estado de felicidad alcanzable, un estado que se va construyendo a diario y que va a contribuir a un bienestar general que sin duda nos hará sentir mejores, tanto con nosotros, como con el resto del mundo.
Lic. en Psicología Mariana Alvez
Y entre las cosas que podemos hacer a diario o al menos frecuentemente encontramos las siguientes:
1) Conectarse con las personas que queremos: Las relaciones, siempre y cuando estas sean positivas, contribuyen enormemente a nuestra felicidad, ya que nos otorgan significado, apoyo, amor y mejoran nuestra autoestima. Así que no temamos profundizar en esos vínculos que nos hacen mucho bien.
2) Aprender, siempre aprender: El aprendizaje contribuye a nuestro bienestar ya que nos expone a nuevas ideas y satisface nuestra curiosidad. Nos brinda una sensación de haber logrado algo, lo cual tiene un impacto directo en nuestra confianza. Y por aprendizaje no solamente me estoy refiriendo estrictamente a lo académico, también puede ser aprender una nueva habilidad, hacer un deporte, involucrarse en algo artístico.
3) Ser parte de algo grande: Todo aquel afortunado que encuentra propósito y significado a su vida se siente mejor con lo que hace y se siente más en control de su destino. También este sentimiento contribuye a padecer menos depresión, ansiedad o stress. Esta sensación de formar parte de algo más grande que uno, tiene que ver con diversos elementos como el sentirse conectado con lo espiritual, realizar un trabajo que implique ayudar a otros, verse involucrado en alguna organización, lo que sea que tenga para ti un significado importante.
4) Cuidar nuestro cuerpo: El ser más activos nos hace más felices y contribuye a nuestro bienestar físico. Tiene un efecto directo en nuestro estado de ánimo. No es necesario que hagamos actividades físicas extenuantes, basta con dormir lo suficiente, estar al aire libre por más tiempo, poder desconectarnos de la tecnología y realizar pequeñas actividades como caminar o bailar.
5) Ser concientes de lo que nos rodea: Ser concientes de nuestro mundo, de los detalles de las situaciones, estar más despiertos al momento de vivir experiencias mejora nuestro bienestar. Nos ayuda a conectarnos con nuestros sentimientos, con el ahora y dejar atrás los pensamientos atados al pasado o nuestra ansiedad por el futuro.
6) Tener metas: El poder establecer metas apropiadas nos hace sentir mejor acerca de nuestro futuro, nos motiva y nos desafía. Nos brindan dirección y una sensación de logro y satisfacción cuando finalmente las logramos.
7) Haz cosas por los demás: Siempre teniendo en consideración que los demás son igual (no más) de importantes que nosotros es muy beneficioso involucrarnos en actividades que contribuyen al bienestar ajeno también. El ayudar genera vínculos saludables con las demás personas. Si nos queremos sentir bien, ¡hagamos el bien!
8) Invita a las emociones positivas a tu vida: Sentir emociones positivas a menudo nos ayuda a mejorar nuestros recursos internos, nos hace sentir bien en el ahora y en el futuro y nos ayuda a enfocarnos en las cosas que sí están funcionando.
9) Siéntete cómodo con quien eres: Ya saben que la perfección no existe, castigarnos por no haber logrado determinada cosa o por habernos equivocado no nos va a conducir a ningún sitio. Aceptarnos con nuestras virtudes y nuestros defectos, ser concientes de nuestras capacidades y de nuestras limitaciones, el simple hecho de conocernos, nos permite con sabiduría escoger cambiar aquello que podemos o queremos. Los cambios tienen ser que desde el amor y desde nuestra propia aceptación, primero reconocemos quiénes somos, nos permitirnos enorgullecernos de nuestros elementos positivos y si encontramos algo que debemos mejorar, entonces lo intentamos. Cuando nos tratamos con cariño y respeto vamos a sentirnos más contentos y satisfechos.
10) Sacúdete el polvo y continúa caminando: Un tropezón no es caída, los malos momentos existen, los deslices y las equivocaciones existen, pero recuerden que a pesar de aquellas cosas que no podemos controlar siempre tendremos el poder de controlar nuestra actitud y nuestra interpretación de las cosas. Es tan sólo cuestión de práctica.
Así que a partir de hoy pueden comenzar a utilizar estas herramientas para acercarse a un estado de felicidad alcanzable, un estado que se va construyendo a diario y que va a contribuir a un bienestar general que sin duda nos hará sentir mejores, tanto con nosotros, como con el resto del mundo.
Lic. en Psicología Mariana Alvez