“Acariciar a un animal puede reducir o incluso sustituir la ingestión de medicinas: reduce el estrés y la tensión. Es el mejor relajante tanto para el perro y el gato como para su propietario.” (Ange Condoret, 1947)
Las terapias asistidas con animales (en este caso con gatos), son un complemento de la medicación y están basadas en la participación de éstos en terapias con personas que presentan diversos problemas de salud, que pueden ser tanto físicos como mentales.
Se trata de un apoyo físico y psicológico que brindará el animal al paciente, ayudando a estas personas a mejorar la reinserción social, conseguir que las personas enfermas expresen sus sentimientos, mejoren su estado emocional, consiguiendo notorias mejorías en todos los niveles.
Muchas civilizaciones han asociado a los gatos con la curación, por ejemplo, en el antiguo Egipto se creía que los gatos podían curar algunas dolencias. Más adelante, en el siglo XVII, la mayoría de las instituciones mentales en Europa incluían felinos en sus terapias, estos animales ayudaban a los pacientes a tranquilizarse y superar sus crisis.
Incluso el mismo Sigmund Freud utlizaba gatos en sus consultas con el fin de lograr que sus pacientes se sintieran más relajados y dejasen fluir sus sentimientos de una forma más natural y espontánea.
Beneficios de la terapia asistida con gatos:
La terapia asistida con gatos potencia el sentimiento de empatía, suele ser muy útil en personas con problemas mentales, personas que viven en situaciones críticas como reclusos o niños que viven en barrios marginales.
Acariciar a un gato, hablarle o leer en su presencia disminuye la presión arterial.
El contacto físico es muy importante para desarrollar la salud mental y fomentar el crecimiento emocional de la persona, este tipo de terapias suele ser muy efizac con los niños y las personas con problemas de autoestima.
Tanto las cárceles como las residencias de ancianos o psiquiátricos no suelen ser lugares agradables y acogedores, la presencia de gatos puede invertir de forma significativa esta situación, de hecho, se ha comprobado que en las cárceles donde han entrado animales con esta finalidad, el nivel de violencia ha disminuído.
Muchas personas cuando están enfermas o atravesando situaciones dificiles, constantemente enfocan sus pensamientos en sus problemas, su dolor, al estar en contacto con animales es más fácil que varíe el enfoque y puedan dirigir sus pensamientos hacia el gato y el bienestar del animal.
Las personas con un autoestima muy bajo mejoran mucho en la terapia asistida con gatos, estos felinos no emiten juicios y no prestan atención a nuestros defectos, se muestran tal y como son.
Los animales mejoran notablemente la comunicación entre el terapeuta y el paciente.
Fuente: Gatos domésticos