Desorden del sueño: una joven inglesa que duerme 10 días
La joven inglesa Louisa Ball tuvo que adaptar su vida al desorden de sueño. En 2008, cuando tenía 15 años, comenzó a dormir más de lo habitual y a tener síntomas de resfrío. Tardaron años en dar con el diagnóstico correcto.
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Es bastante común que a los adolescentes les cueste levantarse en las mañanas, pero Louisa Ball se demora 10 días en despertar debido a un extraño desorden neurológico.
Louisa ha dormido mientras pasaban sus vacaciones, el período de exámenes y los cumpleaños de sus amigos.
En 2008, cuando tenía 14 años comenzó a experimentar síntomas parecidos al resfrío. Estaba en su colegio en la ciudad de Sussex, Inglaterra, cuando empezó a cabecear en clases y a comportarse de una manera extraña.
"No sabía lo que estaba haciendo ni lo que estaba diciendo. Todos pensaban que algo no estaba bien", cuenta Louisa.
"Estaba alucinando y después de eso ya no recuerdo nada. En un instante me fui a negro y dormí por 10 días. Desperté y me sentía bien otra vez".
Sus padres, Rick y Lottie, observaron cómo su hija se ponía inquieta y adoptaba expresiones faciales raras al momento de dormirse.
La primera vez fue una experiencia que les generó miedo, aunque Louisa dice que ella no quedó asustada por el episodio.
Finalmente le diagnosticaron el Síndrome de Kleine-Levin (KLS, por sus siglas en inglés). No se conoce la causa ni la cura, pero Louisa dice que fue bueno saber de qué se trataba y comprender que su vida no estaba en peligro.
El tiempo promedio que les toma a los médicos diagnosticar esta condición es de unos cuatro años porque no existe una prueba específica y es necesario ir descartando otro tipo de desórdenes.
La enfermedad recibió su nombre actual debido a que Willi Kleine, un neurólogo de Francfurt y Max Levin, un psiquiatra de Nueva York, identificaron pacientes con los mismos síntomas en 1925 y 1936.
La joven es un caso poco común, porque el KLS normalmente afecta a los adolescentes varones, quienes también presentan otros síntomas asociados como conductas inapropiadas e interés excesivo en el sexo.
Existe otro desorden del sueño llamado Narcolepsia se duermen inmediatamente, pero la gente con KLS empieza a dormir día a día un poco más, hasta que finalmente duermen ininterrumpidamente.
Louisa dice que recuerda muy poco al despertar después de un episodio.
"Es todo negro, no hay sueños. Pero ahora recuerdo mucho más que antes".
Al despertar, se demora varios días en volver a estar activa.
Estuvo a punto de arruinar las ambiciones profesionales de Louisa pues durmió durante la mayor parte de los exámenes.
Sin embargo, su facultad en la Universidad le permitió inscribirse y está estudiando Desarrollo Deportivo y sueña con convertirse en una bailarina.
Al principio, los profesores no entendían lo que estaba pasando.
"Le pasaban las tareas a mi hermano para que me las entregara y cuando volvía esperaban que las hubiera hecho, pero lo cierto es que había dormido 10 días".
Algunas personas con KLS se han quejado de perder amigos al desaparecer por semanas, pero Louisa tiene un grupo de amigas muy cercano. Incluso algunas la visitan cuando está durmiendo sólo para asegurarse de que está bien.
Cuando se despierta, se demora algunos días en recuperarse y su cuerpo está un poco rígido, razón por la que sus clases de danza se ven un poco afectadas.
El cambio conductual que se produce antes y durante el episodio de sueño extenso es una de las cosas más tristes que deben enfrentar los padres de Louisa, quienes se turnan para cuidarla.
Los doctores les han dicho que es fundamental que la despierten una vez al día para alimentarla y llevarla al baño.
La joven inglesa Louisa Ball tuvo que adaptar su vida al desorden de sueño. En 2008, cuando tenía 15 años, comenzó a dormir más de lo habitual y a tener síntomas de resfrío. Tardaron años en dar con el diagnóstico correcto.
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Es bastante común que a los adolescentes les cueste levantarse en las mañanas, pero Louisa Ball se demora 10 días en despertar debido a un extraño desorden neurológico.
Louisa ha dormido mientras pasaban sus vacaciones, el período de exámenes y los cumpleaños de sus amigos.
En 2008, cuando tenía 14 años comenzó a experimentar síntomas parecidos al resfrío. Estaba en su colegio en la ciudad de Sussex, Inglaterra, cuando empezó a cabecear en clases y a comportarse de una manera extraña.
"No sabía lo que estaba haciendo ni lo que estaba diciendo. Todos pensaban que algo no estaba bien", cuenta Louisa.
"Estaba alucinando y después de eso ya no recuerdo nada. En un instante me fui a negro y dormí por 10 días. Desperté y me sentía bien otra vez".
Sus padres, Rick y Lottie, observaron cómo su hija se ponía inquieta y adoptaba expresiones faciales raras al momento de dormirse.
La primera vez fue una experiencia que les generó miedo, aunque Louisa dice que ella no quedó asustada por el episodio.
Finalmente le diagnosticaron el Síndrome de Kleine-Levin (KLS, por sus siglas en inglés). No se conoce la causa ni la cura, pero Louisa dice que fue bueno saber de qué se trataba y comprender que su vida no estaba en peligro.
El tiempo promedio que les toma a los médicos diagnosticar esta condición es de unos cuatro años porque no existe una prueba específica y es necesario ir descartando otro tipo de desórdenes.
La enfermedad recibió su nombre actual debido a que Willi Kleine, un neurólogo de Francfurt y Max Levin, un psiquiatra de Nueva York, identificaron pacientes con los mismos síntomas en 1925 y 1936.
La joven es un caso poco común, porque el KLS normalmente afecta a los adolescentes varones, quienes también presentan otros síntomas asociados como conductas inapropiadas e interés excesivo en el sexo.
Existe otro desorden del sueño llamado Narcolepsia se duermen inmediatamente, pero la gente con KLS empieza a dormir día a día un poco más, hasta que finalmente duermen ininterrumpidamente.
Louisa dice que recuerda muy poco al despertar después de un episodio.
"Es todo negro, no hay sueños. Pero ahora recuerdo mucho más que antes".
Al despertar, se demora varios días en volver a estar activa.
Estuvo a punto de arruinar las ambiciones profesionales de Louisa pues durmió durante la mayor parte de los exámenes.
Sin embargo, su facultad en la Universidad le permitió inscribirse y está estudiando Desarrollo Deportivo y sueña con convertirse en una bailarina.
Al principio, los profesores no entendían lo que estaba pasando.
"Le pasaban las tareas a mi hermano para que me las entregara y cuando volvía esperaban que las hubiera hecho, pero lo cierto es que había dormido 10 días".
Algunas personas con KLS se han quejado de perder amigos al desaparecer por semanas, pero Louisa tiene un grupo de amigas muy cercano. Incluso algunas la visitan cuando está durmiendo sólo para asegurarse de que está bien.
Cuando se despierta, se demora algunos días en recuperarse y su cuerpo está un poco rígido, razón por la que sus clases de danza se ven un poco afectadas.
El cambio conductual que se produce antes y durante el episodio de sueño extenso es una de las cosas más tristes que deben enfrentar los padres de Louisa, quienes se turnan para cuidarla.
Los doctores les han dicho que es fundamental que la despierten una vez al día para alimentarla y llevarla al baño.