Pánico en el convento!!!
Una monja va al médico y le dice:
Doctor, tengo unos ataques de hipo que no me dejan vivir.
El médico la tranquiliza. Tenga calma hermana, vamos a ver que es eso. Despues de examinarla le dice:
- Hermana María, usted está embarazada
La hermana se levanta pálida y sale corriendo del consultorio llena de pánico.
Una hora después el médico recibe una llamada de la superiora del convento.
- Doctor, es verdad lo que dice la hermana María?
- Madre superiora, como ella tenia un fuerte estado de hipo le dije que estaba embarazada, Espero que con el susto se le haya quitado ya.
- Si, a la hermana María se le quitó el hipo pero el padre Mateo se tiró desde lo mas alto del campanario…
Productividad
Había una vez, en un pueblo, dos hombres que se llamaban Joaquín González.Uno era sacerdote y el otro era taxista.
Quiere el destino que los dos mueran el mismo día.
Llegan al cielo, donde les espera Dios:
-¿Tu nombre? – le pregunta al primero.
-Joaquín González.
- ¿El sacerdote?.
- No, no, el taxista.
Dios consulta su planilla y dice:
- Bueno, te has ganado el Paraíso. Te corresponden esta túnica con hilos de oro y esta vara de platino con incrustaciones de rubíes. Puedes pasar….
- Gracias, gracias …. dice el taxista.
Pasan dos o tres personas más, hasta que le toca el turno al otro Joaquín González.
- ¿Tu nombre?
-Joaquín González.
- ¿El sacerdote?.
- Sí.
- Muy bien, hijo mío. Te has ganado el Paraíso. Te corresponden esta bata de lino y esta vara de roble con incrustaciones de granito.
El sacerdote dice:
- Perdón. No es por desmerecer, pero… debe haber un error. ¡Yo soy Joaquín González, el sacerdote!.
- Sí, hijo mío, te has ganado el Paraíso. Te corresponden la bata de lino…
- ¡No, no puede ser!. Yo conozco al otro Joaquín González, era un taxista, vivía en mi pueblo, ¡era un desastre como taxista!. Se subía a las aceras, chocaba todos los días, una vez se estrelló contra una casa, conducía muy mal, tiraba las farolas, se lo llevaba todo por delante… Y yo me pasé setenta y cinco años de mi vida predicando todos los domingos en la parroquia. ¿Cómo puede ser que a él le den la túnica con hilos de oro y la vara de platino y a mí esto?. ¡Debe haber un error!.
- No, hijo mío, no es ningún error -dice Dios-. Lo que ocurre es que aquí, en el cielo, nos hemos acostumbrado a hacer evaluaciones como las que hacéis vosotros en la vida terrenal.
- ¿Cómo?….. No entiendo.
- Sí, …. ahora trabajamos por objetivos y resultados… Mira, te voy a explicar tu caso y lo entenderás enseguida: Durante los últimos 25 años,cada vez que tú predicabas, la gente se dormía; pero cada vez que el conducía, la gente rezaba. Y……………. ¡LOS OBJETIVOS SON LOS OBJETIVOS!
Una monja va al médico y le dice:
Doctor, tengo unos ataques de hipo que no me dejan vivir.
El médico la tranquiliza. Tenga calma hermana, vamos a ver que es eso. Despues de examinarla le dice:
- Hermana María, usted está embarazada
La hermana se levanta pálida y sale corriendo del consultorio llena de pánico.
Una hora después el médico recibe una llamada de la superiora del convento.
- Doctor, es verdad lo que dice la hermana María?
- Madre superiora, como ella tenia un fuerte estado de hipo le dije que estaba embarazada, Espero que con el susto se le haya quitado ya.
- Si, a la hermana María se le quitó el hipo pero el padre Mateo se tiró desde lo mas alto del campanario…
Productividad
Había una vez, en un pueblo, dos hombres que se llamaban Joaquín González.Uno era sacerdote y el otro era taxista.
Quiere el destino que los dos mueran el mismo día.
Llegan al cielo, donde les espera Dios:
-¿Tu nombre? – le pregunta al primero.
-Joaquín González.
- ¿El sacerdote?.
- No, no, el taxista.
Dios consulta su planilla y dice:
- Bueno, te has ganado el Paraíso. Te corresponden esta túnica con hilos de oro y esta vara de platino con incrustaciones de rubíes. Puedes pasar….
- Gracias, gracias …. dice el taxista.
Pasan dos o tres personas más, hasta que le toca el turno al otro Joaquín González.
- ¿Tu nombre?
-Joaquín González.
- ¿El sacerdote?.
- Sí.
- Muy bien, hijo mío. Te has ganado el Paraíso. Te corresponden esta bata de lino y esta vara de roble con incrustaciones de granito.
El sacerdote dice:
- Perdón. No es por desmerecer, pero… debe haber un error. ¡Yo soy Joaquín González, el sacerdote!.
- Sí, hijo mío, te has ganado el Paraíso. Te corresponden la bata de lino…
- ¡No, no puede ser!. Yo conozco al otro Joaquín González, era un taxista, vivía en mi pueblo, ¡era un desastre como taxista!. Se subía a las aceras, chocaba todos los días, una vez se estrelló contra una casa, conducía muy mal, tiraba las farolas, se lo llevaba todo por delante… Y yo me pasé setenta y cinco años de mi vida predicando todos los domingos en la parroquia. ¿Cómo puede ser que a él le den la túnica con hilos de oro y la vara de platino y a mí esto?. ¡Debe haber un error!.
- No, hijo mío, no es ningún error -dice Dios-. Lo que ocurre es que aquí, en el cielo, nos hemos acostumbrado a hacer evaluaciones como las que hacéis vosotros en la vida terrenal.
- ¿Cómo?….. No entiendo.
- Sí, …. ahora trabajamos por objetivos y resultados… Mira, te voy a explicar tu caso y lo entenderás enseguida: Durante los últimos 25 años,cada vez que tú predicabas, la gente se dormía; pero cada vez que el conducía, la gente rezaba. Y……………. ¡LOS OBJETIVOS SON LOS OBJETIVOS!