Cómo ayudar a los demás
Cuantas veces nos sentimos los salvadores del mundo. Cuantas veces creemos que podemos solucionar los problemas de los demás, casi siempre sin contar con los demás para ello…
El conocido adagio griego “Médico, cúrate a tí mismo” es ampliamente conocido bajo diferentes formas en casi todas las tradiciones espirituales que conozco, y siempre con el mismo objetivo: no podemos ayudar a nadie si primero no nos ayudamos a nosotros mismos.
Como nos recuerda el maestro Aivanhov constantemente, si cada uno barriera la puerta de su casa, el mundo sería mucho más agradable para vivir en él. Y una vez nuestra casa está limpia y arreglada podremos sin duda ayudar a que los demás crezcan por sí mismos…
te dejo con unas palabras de Louise Hay que lo definen perfectamente
No corras desatinadamente intentando sanar a todos tus amigos. Haz tu propio trabajo mental y sánate a ti mismo. Eso será más benéfico que ninguna otra cosa para quienes te rodean.
No podemos hacer que los demás cambien. Sólo podemos ofrecerles una atmósfera mental positiva donde tengan la posibilidad de cambiar si lo desean. No es posible hacer el trabajo por otra persona, ni tampoco imponérselo.
Cada persona está aquí para aprender sus propias lecciones y no les servirá de nada que se las demos resueltas, porque tiene que pasar personalmente por el proceso vital necesario para aprenderlas.
Lo único que podemos hacer por los demás es amarlos y dejar que sean quienes son, saber que su verdad está dentro de ellos y que cambiarán cuando quieran hacerlo
Cuantas veces nos sentimos los salvadores del mundo. Cuantas veces creemos que podemos solucionar los problemas de los demás, casi siempre sin contar con los demás para ello…
El conocido adagio griego “Médico, cúrate a tí mismo” es ampliamente conocido bajo diferentes formas en casi todas las tradiciones espirituales que conozco, y siempre con el mismo objetivo: no podemos ayudar a nadie si primero no nos ayudamos a nosotros mismos.
Como nos recuerda el maestro Aivanhov constantemente, si cada uno barriera la puerta de su casa, el mundo sería mucho más agradable para vivir en él. Y una vez nuestra casa está limpia y arreglada podremos sin duda ayudar a que los demás crezcan por sí mismos…
te dejo con unas palabras de Louise Hay que lo definen perfectamente
No corras desatinadamente intentando sanar a todos tus amigos. Haz tu propio trabajo mental y sánate a ti mismo. Eso será más benéfico que ninguna otra cosa para quienes te rodean.
No podemos hacer que los demás cambien. Sólo podemos ofrecerles una atmósfera mental positiva donde tengan la posibilidad de cambiar si lo desean. No es posible hacer el trabajo por otra persona, ni tampoco imponérselo.
Cada persona está aquí para aprender sus propias lecciones y no les servirá de nada que se las demos resueltas, porque tiene que pasar personalmente por el proceso vital necesario para aprenderlas.
Lo único que podemos hacer por los demás es amarlos y dejar que sean quienes son, saber que su verdad está dentro de ellos y que cambiarán cuando quieran hacerlo