La vida me ha enseñado que para seguir adelante, avanzar y no quedar estancada es necesario no tener miedo a lo que hemos dejado atrás.
Los recuerdos siempre estarán en nuestra mente y corazón, queriendo salir hacia afuera, no hay que temer llorar y mostrar nuestras debilidades, al contrario, debemos dejar nuestros sentimientos y nuestro pasado libre, para que pueda volar bien lejos.
Deja tus recuerdos del ayer salir, recuerda cada tiempo como si hoy, que ya has madurado, lo estuvieses viviendo nuevamente.
Permite al ayer entrar a tu vida, será la mejor manera de recordar, no trates de tapar esos recuerdos, añora todo lo que viviste en ese tiempo, piensa en todas las etapas que estaban contigo, recuerda cada espacio, cada silencio cada nombre…
No evites recordar el pasado, permite que las lágrimas que necesiten salir se posen sobre tu cara, no permitas que tu corazón se quede reteniendo la amargura y sin haber sanado totalmente.
-Saca todo afuera-
Cuando estés en tu propio silencio recordando, respira y relájate, hazlo y ve soltando todo el peso que llevas encima. Muchas veces nos apegamos tanto a los recuerdos que hasta nos cuesta seguir adelante, todo se hace tan pesado como si caminásemos hacia una colina que no la alcanzamos jamás.
Pero mírate al espejo por un momento y piensa en lo bueno que te ha dejado el ayer, rescata esas buenas experiencias para que puedas usarlas en tu vida actual, confía en ti. Utiliza esas experiencias adquiridas para cuando sientas que sólo vas cuesta arriba y nada parece tener un final. Detente y vuelve a respirar, a estar en paz contigo misma.
Aprende a soltar
Mira afuera, todo el mundo, el universo, y todo lo tienes ante tus ojos es tuyo; todo está en tu mente; piensa en forma positiva, verás que tus días van mejorando y llegará hasta ti un rayo de luz que te servirá de guía en tus tiempos de oscuridad.
Nunca dejes de avanzar, aun con todos los recuerdos del ayer y todo el sufrimiento de lo que supuso “tu ayer”. Nadie puede cambiar el pasado, porque ya se fue, pero queda en ti el reparar lo malo y rescatar las cosas buenas; lo seres humanos somos personas muy complejas y cada una es un mundo, tratamos de vivir en el presente pero siempre estamos recordando el ayer.
Yo sé que cuesta mucho superar un mal momento, sé que duele muchísimo acordarse de aquellos a los que hemos amado tanto y ya no están, pero si limpiáramos nuestro interior de tantas cargas emocionales tendríamos más lugar para ampliar nuestro horizonte, tanto en lo personal como lo espiritual. Así te darías cuenta de que aquellos que ya no están acompañándonos en la tierra, nos sonríen desde algún lugar de nuestro corazón. Tendríamos una oportunidad de crecer y llegar más lejos de lo que hoy hemos logrado.
-No te aferres al ayer como el mayor de tus bienes -
Ama cada instante vivido y suéltalos, todo lo que vive enjaulado no te dejará avanzar, piensa que todas cuanto vive en libertad es más feliz, lo mismo te sirve esta lección a a ti.
Deja tus mente con libertad de pensamiento y expresión, para que vayas soltando poco a poco y día a día esos lazos del recuerdo.
-El ayer ya no es tuyo, suéltalo déjalo ir-
Hoy tienes ante ti una nueva oportunidad de volver a tener tu hoy y tu mañana como quieras; sólo date la libertad de soñar, de volver amar, de volver a creer en las cosas, y a medida que vayas alejando el ayer de tu vida, se te presentarán nuevas cosas.
Dedícate a ser feliz, aprende a respirar y soltar amarras de todo tipo. Cuando logres esa paz interior es cuando estarás preparada para comenzar de nuevo la vida.
Levanta tu vuelo y comienza una nueva etapa en tu vida, con el dolor del ayer y la experiencia de hoy, serás una persona completa.
Ahora sólo quédate en silencio en paz que mañana será un nuevo día para ti, hazlo a tu manera.
Los recuerdos siempre estarán en nuestra mente y corazón, queriendo salir hacia afuera, no hay que temer llorar y mostrar nuestras debilidades, al contrario, debemos dejar nuestros sentimientos y nuestro pasado libre, para que pueda volar bien lejos.
Deja tus recuerdos del ayer salir, recuerda cada tiempo como si hoy, que ya has madurado, lo estuvieses viviendo nuevamente.
Permite al ayer entrar a tu vida, será la mejor manera de recordar, no trates de tapar esos recuerdos, añora todo lo que viviste en ese tiempo, piensa en todas las etapas que estaban contigo, recuerda cada espacio, cada silencio cada nombre…
No evites recordar el pasado, permite que las lágrimas que necesiten salir se posen sobre tu cara, no permitas que tu corazón se quede reteniendo la amargura y sin haber sanado totalmente.
-Saca todo afuera-
Cuando estés en tu propio silencio recordando, respira y relájate, hazlo y ve soltando todo el peso que llevas encima. Muchas veces nos apegamos tanto a los recuerdos que hasta nos cuesta seguir adelante, todo se hace tan pesado como si caminásemos hacia una colina que no la alcanzamos jamás.
Pero mírate al espejo por un momento y piensa en lo bueno que te ha dejado el ayer, rescata esas buenas experiencias para que puedas usarlas en tu vida actual, confía en ti. Utiliza esas experiencias adquiridas para cuando sientas que sólo vas cuesta arriba y nada parece tener un final. Detente y vuelve a respirar, a estar en paz contigo misma.
Aprende a soltar
Mira afuera, todo el mundo, el universo, y todo lo tienes ante tus ojos es tuyo; todo está en tu mente; piensa en forma positiva, verás que tus días van mejorando y llegará hasta ti un rayo de luz que te servirá de guía en tus tiempos de oscuridad.
Nunca dejes de avanzar, aun con todos los recuerdos del ayer y todo el sufrimiento de lo que supuso “tu ayer”. Nadie puede cambiar el pasado, porque ya se fue, pero queda en ti el reparar lo malo y rescatar las cosas buenas; lo seres humanos somos personas muy complejas y cada una es un mundo, tratamos de vivir en el presente pero siempre estamos recordando el ayer.
Yo sé que cuesta mucho superar un mal momento, sé que duele muchísimo acordarse de aquellos a los que hemos amado tanto y ya no están, pero si limpiáramos nuestro interior de tantas cargas emocionales tendríamos más lugar para ampliar nuestro horizonte, tanto en lo personal como lo espiritual. Así te darías cuenta de que aquellos que ya no están acompañándonos en la tierra, nos sonríen desde algún lugar de nuestro corazón. Tendríamos una oportunidad de crecer y llegar más lejos de lo que hoy hemos logrado.
-No te aferres al ayer como el mayor de tus bienes -
Ama cada instante vivido y suéltalos, todo lo que vive enjaulado no te dejará avanzar, piensa que todas cuanto vive en libertad es más feliz, lo mismo te sirve esta lección a a ti.
Deja tus mente con libertad de pensamiento y expresión, para que vayas soltando poco a poco y día a día esos lazos del recuerdo.
-El ayer ya no es tuyo, suéltalo déjalo ir-
Hoy tienes ante ti una nueva oportunidad de volver a tener tu hoy y tu mañana como quieras; sólo date la libertad de soñar, de volver amar, de volver a creer en las cosas, y a medida que vayas alejando el ayer de tu vida, se te presentarán nuevas cosas.
Dedícate a ser feliz, aprende a respirar y soltar amarras de todo tipo. Cuando logres esa paz interior es cuando estarás preparada para comenzar de nuevo la vida.
Levanta tu vuelo y comienza una nueva etapa en tu vida, con el dolor del ayer y la experiencia de hoy, serás una persona completa.
Ahora sólo quédate en silencio en paz que mañana será un nuevo día para ti, hazlo a tu manera.