Anoche conquisté a una señora madura en un antro de acapulco de primer nivel. Tenía buen aspecto para una mujer de 57 años. De hecho no estaba nada mal, era muy guapa, elegante, distinguida, carismatica y sin querer, me encontré pensando que quizá tendría una hija preciosa de unos 30 años.
Tomamos unas copas más, nos hicimos algunas caricias fogosas y me preguntó si había tenido un ‘Doble Deportivo’.
- ¿Qué es eso? le pregunté.
- Es un trío con madre e hija, me contestó.
- Le dije NOOO, muy excitado!!!!!!!!!!!!!!!!!.
Tomamos unas copas más y me dijo que èsta era mi noche de suerte y fuimos para su departamento (pensé para mis adentros, ’se me hace realidad lo de la hija preciosa que imaginé’, ese solo pensamiento me excitaba más).
Llegamos a su edificio, en un barrio muy elegante. En el estacionamiento solo Mercedes Benz y BMW…
Subimos en un ascensor directo a su departamento, luego entramos (se me aceleró el ritmo cardiaco imaginando al monumento de hija que tendría), se quitó los zapatos y los tiró sobre la alfombra.
Encendió la luz del vestíbulo, admiré la decoración de la sala, era todo de muy buen gusto, la decoración, los muebles, la vista…
Empezó a desvestirse lentamente y luego gritó:
- ”Mamaaaaá, ¿todavía estás despiertaaaaaa?”
Tomamos unas copas más, nos hicimos algunas caricias fogosas y me preguntó si había tenido un ‘Doble Deportivo’.
- ¿Qué es eso? le pregunté.
- Es un trío con madre e hija, me contestó.
- Le dije NOOO, muy excitado!!!!!!!!!!!!!!!!!.
Tomamos unas copas más y me dijo que èsta era mi noche de suerte y fuimos para su departamento (pensé para mis adentros, ’se me hace realidad lo de la hija preciosa que imaginé’, ese solo pensamiento me excitaba más).
Llegamos a su edificio, en un barrio muy elegante. En el estacionamiento solo Mercedes Benz y BMW…
Subimos en un ascensor directo a su departamento, luego entramos (se me aceleró el ritmo cardiaco imaginando al monumento de hija que tendría), se quitó los zapatos y los tiró sobre la alfombra.
Encendió la luz del vestíbulo, admiré la decoración de la sala, era todo de muy buen gusto, la decoración, los muebles, la vista…
Empezó a desvestirse lentamente y luego gritó:
- ”Mamaaaaá, ¿todavía estás despiertaaaaaa?”