La gastritis es la inflamación de la mucosa del estómago que puede ser ocasionada por beber grandes cantidades de alcohol, uso prolongado de antiinflamatorios no esteroideos o aspirina, o por la infección por una bacteria llamada helicobacter pylori. Puede afectar a niños, adolescentes y a adultos, y puede ser de aparición repentina (aguda) o desarrollarse paulatinamente (crónica), además de presentarse de forma moderada o grave.
La clasificación de la gastritis depende de la parte del estómago que esté afectada, la superior o la inferior. Hay una distinción entre tipo A y B; o bien se puede dividir de acuerdo con las observaciones de la endoscopia y otra cuando se obtienen los resultados del material extraído en la biopsia.
La gastritis aguda clásica es la que se presenta en la típica “resaca”, cuando se ingiere demasiado alcohol, la persona siente ardor epigástrico, náuseas y vómito. La que tiene su origen en la administración de medicamentos presenta una complicación frecuente que es la hemorragia; el paciente vomita sangre o puede evacuarla ya en un color negro denominada sangre melénica, proveniente de úlceras estomacales.
Es importante acudir al médico ante las primeras manifestaciones para que se indique una correcta atención médica. Lo primero que hay que hacer es determinar la causa del mal, si se están tomando fármacos hay que suprimirlos y cambiarlos por unos menos agresivos.
Cuando la persona está infectada por helicobacter pylori se prescriben antibióticos para atacar la bacteria, además de implementarse una dieta sana y complementaria del tratamiento. Si no se toman medidas a tiempo la gastritis puede desencadenar en enfermedades mucho más graves como la úlcera, la hernia hiatal y el cancer.
Se estima que más del 50% de la población mexicana presenta esta patología que puede ser transmitida por medio de los residuos fecales que contaminan los alimentos y el agua. Desde 1983 se logró aislar y cultivar bacterias en el estómago que posteriormente serían clasificadas como pertenecientes al tipo de helicobacter pylori, con lo que se abrió un nuevo campo de investigación que revolucionó el conocimiento y tratamiento de la gastritis.
Se demostró que al introducir al organismo esta bacteria, coloniza las paredes del estómago y permanece entre las células del revestimiento gástrico que le permite sobrevivir en el medio ácido que la rodea. Si a esta inflamación producida por el microbio se suma el ácido y otros factores agresivos externos, se producen cuadros de gastritis, úlceras y tras varios años, cáncer de estómago en pacientes con predisposición genética.
Para poder erradicar la bacteria del cuerpo se emplean 2 antibióticos y un inhibidor de ácido, que bajo un esquema bien establecido de tratamiento que va de 10 a 15 días se logra eliminarla en más de un 90%.
Fuente: TodoEnSalud