Una pareja
acude a la consulta de un terapeuta sexual. Sin más preámbulos, el caballero le
dice:
-Doctor, ¿pudiera usted observarnos mientras
tenemos relaciones íntimas? Lo que pasa es que tenemos un
problema.
El médico queda un poco
atónito, pero acepta. Cuando la pareja termina, el doctor les
dice:
-No hay nada malo en la forma como ustedes
hacen el amor. Por la consulta son $320pesos.
Esto sucede varias semanas seguidas. La pareja hace una cita cada
semana: Llegan, tienen relaciones sin problemas, pagan al doctor y
salen.
Finalmente, el doctor les
pregunta:
-¿Qué es exactamente lo que ustedes están
buscando o cuál es específicamente su problema?
El señor le dice:
-Ella es casada y no podemos ir a su casa. Yo
soy casado y no podemos ir a la mía. El Holiday Inn cobra $850.00; el Hilton
$1,350.00; el Fiesta $1,100.00; los moteles ya andan en $400. Aquí lo hacemos
por $320 y el seguro me reembolsa $280 y además es deducible de
I.S.R. ¡Dígame, Doctor, si no es una ganga!
acude a la consulta de un terapeuta sexual. Sin más preámbulos, el caballero le
dice:
-Doctor, ¿pudiera usted observarnos mientras
tenemos relaciones íntimas? Lo que pasa es que tenemos un
problema.
El médico queda un poco
atónito, pero acepta. Cuando la pareja termina, el doctor les
dice:
-No hay nada malo en la forma como ustedes
hacen el amor. Por la consulta son $320pesos.
Esto sucede varias semanas seguidas. La pareja hace una cita cada
semana: Llegan, tienen relaciones sin problemas, pagan al doctor y
salen.
Finalmente, el doctor les
pregunta:
-¿Qué es exactamente lo que ustedes están
buscando o cuál es específicamente su problema?
El señor le dice:
-Ella es casada y no podemos ir a su casa. Yo
soy casado y no podemos ir a la mía. El Holiday Inn cobra $850.00; el Hilton
$1,350.00; el Fiesta $1,100.00; los moteles ya andan en $400. Aquí lo hacemos
por $320 y el seguro me reembolsa $280 y además es deducible de
I.S.R. ¡Dígame, Doctor, si no es una ganga!