El dispositivo es una funda de plástico que cuenta en su interior con
aristas que la mujer se introduciría en el interior de su vagina como un
tampón y que atraparía el pene del hombre en caso de producirse un
asalto sexual.
El dispositivo -cuyo nombre es Rape-aXe- fue inventado por Sonnet
Ehlers, una doctora que atendió a numerosas mujeres víctimas de violaciones en Sudáfrica, un país donde, denuncia, este delito es
especialmente frecuente.
Según el diario AS, en 2005 se probó el primer prototipo de este dispositivo en la provincia sudafricana de Ciudad del Cabo, y en la actualidad la doctora opina que ya está maduro para ser usado a gran escala.
"Se trata de un aparato que se mete en la vagina, que es muy cómodo, y
que en caso de asalto sexual atrapa el pene del hombre. Este sentirá un
gran dolor, y además no se lo podrá quitar a menos que vaya a un hospital, donde no podrá negar que penetró a la mujer", afirmó Ehlers en una entrevista a Radio Netherlands.
Según la doctora, el miembro del agresor queda encapsulado dentro del dispositivo, por lo que no hay peligro de que, pese a que se pueda evitar la violación, el pene sangre y se traspase ningún tipo de enfermedad.
Por otro lado, Ehlers niega que exista ninguna posibilidad de que el Rape-aXe cause daños internos a la mujer. Y en cuanto al agresor, los
daños tampoco son permanentes, aunque sí las cicatrices que provocan las
aristas cortantes.
aristas que la mujer se introduciría en el interior de su vagina como un
tampón y que atraparía el pene del hombre en caso de producirse un
asalto sexual.
El dispositivo -cuyo nombre es Rape-aXe- fue inventado por Sonnet
Ehlers, una doctora que atendió a numerosas mujeres víctimas de violaciones en Sudáfrica, un país donde, denuncia, este delito es
especialmente frecuente.
Según el diario AS, en 2005 se probó el primer prototipo de este dispositivo en la provincia sudafricana de Ciudad del Cabo, y en la actualidad la doctora opina que ya está maduro para ser usado a gran escala.
"Se trata de un aparato que se mete en la vagina, que es muy cómodo, y
que en caso de asalto sexual atrapa el pene del hombre. Este sentirá un
gran dolor, y además no se lo podrá quitar a menos que vaya a un hospital, donde no podrá negar que penetró a la mujer", afirmó Ehlers en una entrevista a Radio Netherlands.
Según la doctora, el miembro del agresor queda encapsulado dentro del dispositivo, por lo que no hay peligro de que, pese a que se pueda evitar la violación, el pene sangre y se traspase ningún tipo de enfermedad.
Por otro lado, Ehlers niega que exista ninguna posibilidad de que el Rape-aXe cause daños internos a la mujer. Y en cuanto al agresor, los
daños tampoco son permanentes, aunque sí las cicatrices que provocan las
aristas cortantes.