Cuando conviertes lágrimas en sonrisas
No hay duda de que en la vida de toda persona existen momentos maravillosos y momentos trágicos. Momentos que uno quisiera llevar en la memoria para siempre y otros en los que no se quiere ni siquiera pensar.
En la vida lo que le afecta a la persona no es la tragedia en sí, sino como uno se enfrenta a la tragedia. No es el evento en sí lo que afecta a una persona sino cómo uno se enfrenta al evento, cómo lo interpreta y la acción que toma sobre el efecto del evento.
Esta es una pequeña historia que cambió la vida de una señora, casada con el presidente de un grupo de empresas muy exitosas en Nicaragua, Centroamérica y Estados Unidos, el Grupo Pellas. El 21 de octubre de 1989 esta pareja se montó en un avión de la aerolínea SAHSA (Servicios Aéreos de Honduras) en Managua, rumbo a Miami, pero con escala en Tegucigalpa, Honduras. El avión se estrelló en el Cerro de Hule en territorio Hondureño a las 7.50 a.m.
Ese accidente, hoy en día calificado como el más trágico accidente en la historia de la aviación centroamericana, dejó un trágico saldo de 149 muertes y sólo nueve sobrevivientes. Cuando el avión se estrelló, Carlos Pellas se encontró fuera del avión, miró hacia al lado y no vio a su esposa Vivian.
El avión estaba en llamas y pensando que ella todavía estaba dentro del avión, entró a buscarla y la encontró en su asiento, pero ya con las llamas quemándola poco a poco. Carlos sufrió también quemaduras serias al rescatar a su esposa de una muerte segura. Ese quizás sea el acto de amor más profundo que existe; arriesgar la propia vida para salvar la vida de la mujer amada.
La pareja fue trasladada a los Estados Unidos donde fue sometida a múltiples intervenciones quirúrgicas. Vivian nos cuenta en sus propias palabras la experiencia vivida: “Puedo asegurar que el límite del dolor es el mismo que el de la vida, ya que muchas veces sentí que un grado más de dolor, un minúsculo aumento en la intensidad de mi sufrimiento, sería con toda certeza la causa de mi muerte. Pero no fue así y logré quedar a salvo después del martirio de las quemaduras y las 62 fracturas de mi rostro y mi cuerpo.
Hoy sé que aquello que no había podido explicarme a mí misma, el por qué de la razón de mi existencia, se me manifiesta a diario, cada vez que logro dar un paso hacia adelante por los niños de mi país, trabajando en la Asociación Pro Niños Quemados de Nicaragua (APROQUEN). Estoy convencida que no estoy aquí por mera casualidad, sino por la voluntad de Dios. Este designio divino me ha infundido el claro propósito de llevar a cabo una misión en nuestro empobrecido país Nicaragua, una misión que la he interpretado como... “CONVERTIR LÁGRIMAS EN SONRISAS”.
Debido a este horripilante accidente, el sufrimiento de los esposos Pellas se convirtió en la bendición de miles de padres de niños que han tenido la desgracia de quemarse en diversos accidentes. Si ese accidente no hubiese ocurrido, los Pellas quizá no hubiesen desarrollado la sensibilidad necesaria para volcar todas sus energías en pro de una causa en particular.
Se funda APROQUEN, el 18 de Enero de 1993, una organización sin fines de lucro para brindar servicios de manera gratuita, a niños quemados. Comienza su función en un hospital de Managua y después construyeron y equiparon su propia unidad de quemados observando los más estrictos estándares de calidad, adjunto al Hospital Metropolitano. De este horrible accidente ha nacido una organización centroamericana líder y pionera en cuidados intensivos, cirugía reconstructiva, rehabilitación física y psíquica; convirtiéndose en un ejemplo para todos nuestros países y ocupando el segundo lugar detrás de nuestros hermanos chilenos.
Al momento de escribir estas líneas, esta organización ha brindado servicios de salud a mas de 234.000 personas, no sólo en Centroamérica sino en otros países, incluyendo al área de Palestina, donde tantas desgracias ocurren debido a la guerra en esa región del planeta.
Les recomiendo que hagan una búsqueda en yahoo.com usando el termino APROQUEN y verán más de 2,700 sitios y si se dan una vueltecita por www.aproquen.org, podrán ver la excelente labor que esta organización, nacida de una desgracia, está realizando. ¡Y si pueden, cooperen con esta digna causa!
MI PREGUNTA ES LA SIGUIENTE:
HAS EXPERIMENTADO ALGO SEMEJANTE QUE HAYAS CONVERTIDO LAGRIMAS EN SONRISAS?
CUENTANOS TU EXPERIENCIA, SEGURO QUE HA DE SER GRANDIOSA!!
SALUDOS
MEL.