Vivir el momento
Por: Eugenia Correa, el 22 de diciembre de 2008, 06:21 AM
¿Qué hiciste ayer? ¿Qué harás mañana?
Muchas veces son nuestros pensamientos sobre el pasado o el futuro lo que permitimos nos defina como personas.
Ayer fui una mujer herida, una mujer enojada, mañana seré feliz, mañana seré rica, mañana me sentiré amada. ¿Pero que pasa con el hoy? La realidad es que no somos ya quienes fuimos en el pasado y quizá aún no hemos llegado a ser quienes nos gustaría ser en un futuro.
Pero es fundamental saber quienes somos en nuestro hoy y nuestro ahora, aceptarlo, vivir con ello y sobre todo disfrutarlo. Tomarnos un tiempo para simplemente estar en el momento presente no sólo nos permite estar más en contacto con la vida sino dejarnos llevar y seguir adelante sin tantos prejuicios, con menos dolor.
Estos pensamientos muchas veces ni siquiera son trascendentes sino simples trivialidades que llenan nuestra cabeza y si no los controlamos nos impiden vivir el presente. Por ejemplo, cuando estamos trabajando nos gustaría estar de vacaciones, cuando estamos de vacaciones somos incapaces de dejar el blackberry por la paz, y estamos más preocupados por lo que pasa en la oficina que por disfrutar del tiempo libre.
¿Pero cómo evitar que situaciones pasadas o futuras dejen de salir de nuestra cabeza sin control para poder estar en el aquí y el ahora? Existen varias formas de evitarlo, y aunque no son receta de cocina, si las aplicamos de vez en cuando quizá logremos dominar un poco más nuestras preocupaciones y dedicarnos a SER plenamente.
1 Respira. Cuando te des cuenta tu misma que estás pensando sólo en alguna cuestión del pasado dándole vueltas sin motivo o que estas imaginando lo que harás mañana. Da cinco respiros profundos. En cada uno alejándote más de esos pensamientos y observando más tu entorno, tu estado físico actual, tu estado de ánimo de ese momento, y entonces permítete ver tal cual eres en este instante.
2 Agradece el momento que estás teniendo la oportunidad de vivir. No importa se estás en la fila del super, saliendo del banco, caminando por la calle, bailando en una fiesta. Agradece que puedes estar ahí, haciendo lo que tienes que hacer, agradece que tu salud y circunstancia te lo permiten.
3 Olvídate un poco de ti misma. Si estás caminando déjate llevar, mira tu entorno ponle más atención, nota que tu no eres el centro de atracción, si tu no estuvieras todo seguiría, eso te quitará un peso de encima. Si estás bailando deja de pensar en qué tan bien lo haces, escucha la música y déjate llevar.
4 Trata de ver tu entorno con otros ojos todos los días. Muchas veces estamos tan adentradas en una rutina que pasamos por el mismo sitio diario, vemos a la misma gente, trabajamos en el mismo lugar, que entonces dejamos que nuestra mente divague a otros sitios porque pensamos que en donde estamos ya no hay nada nuevo. Pero si nos damos un momento para observar ese entorno y hacemos un esfuerzo por verlo de otra forma nos daremos cuenta de que todo es distinto. Que esa persona que trabaja junto a nosotros es más compleja de lo que pensamos, que el camino por el que pasamos todos los días desde hace tantos años es completamente distinto.
5 Acepta tus sentimientos y no huyas de ellos, asúmelos. Sí, somos producto tanto del pasado como de los sueños que tenemos para el futuro. Pero el punto para vivir el momento es aceptar la circunstancia actual. Si haces todos ejercicios pero aún sientes que algo te incomoda, que estás enojada por algo, etc., no pienses “ya no quiero estar enojada” pues eso no cambiará las cosas. Más bien piensa en ese sentimiento, date cuenta por qué lo llevas contigo y eso te ayudará a tomar cartas en el asunto para cambiarlo o al menos te permitirá estar tranquila porque sabes qué te está pasando.
Suerte y aprovecha este día.
Saludos
Mel.
Por: Eugenia Correa, el 22 de diciembre de 2008, 06:21 AM
¿Qué hiciste ayer? ¿Qué harás mañana?
Muchas veces son nuestros pensamientos sobre el pasado o el futuro lo que permitimos nos defina como personas.
Ayer fui una mujer herida, una mujer enojada, mañana seré feliz, mañana seré rica, mañana me sentiré amada. ¿Pero que pasa con el hoy? La realidad es que no somos ya quienes fuimos en el pasado y quizá aún no hemos llegado a ser quienes nos gustaría ser en un futuro.
Pero es fundamental saber quienes somos en nuestro hoy y nuestro ahora, aceptarlo, vivir con ello y sobre todo disfrutarlo. Tomarnos un tiempo para simplemente estar en el momento presente no sólo nos permite estar más en contacto con la vida sino dejarnos llevar y seguir adelante sin tantos prejuicios, con menos dolor.
Estos pensamientos muchas veces ni siquiera son trascendentes sino simples trivialidades que llenan nuestra cabeza y si no los controlamos nos impiden vivir el presente. Por ejemplo, cuando estamos trabajando nos gustaría estar de vacaciones, cuando estamos de vacaciones somos incapaces de dejar el blackberry por la paz, y estamos más preocupados por lo que pasa en la oficina que por disfrutar del tiempo libre.
¿Pero cómo evitar que situaciones pasadas o futuras dejen de salir de nuestra cabeza sin control para poder estar en el aquí y el ahora? Existen varias formas de evitarlo, y aunque no son receta de cocina, si las aplicamos de vez en cuando quizá logremos dominar un poco más nuestras preocupaciones y dedicarnos a SER plenamente.
1 Respira. Cuando te des cuenta tu misma que estás pensando sólo en alguna cuestión del pasado dándole vueltas sin motivo o que estas imaginando lo que harás mañana. Da cinco respiros profundos. En cada uno alejándote más de esos pensamientos y observando más tu entorno, tu estado físico actual, tu estado de ánimo de ese momento, y entonces permítete ver tal cual eres en este instante.
2 Agradece el momento que estás teniendo la oportunidad de vivir. No importa se estás en la fila del super, saliendo del banco, caminando por la calle, bailando en una fiesta. Agradece que puedes estar ahí, haciendo lo que tienes que hacer, agradece que tu salud y circunstancia te lo permiten.
3 Olvídate un poco de ti misma. Si estás caminando déjate llevar, mira tu entorno ponle más atención, nota que tu no eres el centro de atracción, si tu no estuvieras todo seguiría, eso te quitará un peso de encima. Si estás bailando deja de pensar en qué tan bien lo haces, escucha la música y déjate llevar.
4 Trata de ver tu entorno con otros ojos todos los días. Muchas veces estamos tan adentradas en una rutina que pasamos por el mismo sitio diario, vemos a la misma gente, trabajamos en el mismo lugar, que entonces dejamos que nuestra mente divague a otros sitios porque pensamos que en donde estamos ya no hay nada nuevo. Pero si nos damos un momento para observar ese entorno y hacemos un esfuerzo por verlo de otra forma nos daremos cuenta de que todo es distinto. Que esa persona que trabaja junto a nosotros es más compleja de lo que pensamos, que el camino por el que pasamos todos los días desde hace tantos años es completamente distinto.
5 Acepta tus sentimientos y no huyas de ellos, asúmelos. Sí, somos producto tanto del pasado como de los sueños que tenemos para el futuro. Pero el punto para vivir el momento es aceptar la circunstancia actual. Si haces todos ejercicios pero aún sientes que algo te incomoda, que estás enojada por algo, etc., no pienses “ya no quiero estar enojada” pues eso no cambiará las cosas. Más bien piensa en ese sentimiento, date cuenta por qué lo llevas contigo y eso te ayudará a tomar cartas en el asunto para cambiarlo o al menos te permitirá estar tranquila porque sabes qué te está pasando.
Suerte y aprovecha este día.
Saludos
Mel.