Es bien sabido que llevar una dieta sana es recomendable y bueno para que tu organismo funcione correctamente ya que así te mantendrás alejado de las enfermedades. Sin embargo, cuando
comer saludablemente se convierte en una obsesión, entonces estamos ante un gran problema que se denomina ortorexia
¿Qué es la ortorexia?
Es la obsesión por comer sano. Se trata de una patología que se caracteriza por consumir únicamente comida de cierto tipo: orgánica, vegetal, sin conservantes, sin grasas, sin carnes, o sólo frutas o alimentos crudos.
Ante esta definición, puede surgir una confusión con respecto a la anorexia. La diferencia entre anorexia y ortorexia es que la primera se refiere a la cantidad de comida y la segunda a la calidad de los alimentos. Sin embargo, no sólo el dejar de comer es peligroso, sino también rechazar todo aquello que parezca poco sano porque al parecer puede romper con el equilibrio de una dieta saludable.
¿Qué me podría indicar que una persona es ortoréxica?
Existen ciertos criterios básicos para diagnosticar esta patología, pero aún no se tienen suficientemente contrastados. Las personas ortoréxicas suelen:
- Centrar todos sus pensamientos en lo que comen. Pueden hasta pasar tres horas al día pensando en su dieta
- Rechazar la carne, las grasas, los alimentos cultivados con pesticidas o herbicidas y los que contienen sustancias artificiales
- Preocuparse, incluso, por la forma de preparación de su comida y los recipientes en que los cocinan
- Planificar cada detalle de sus menús
- Siempre seguir su dieta al pie de la letra, sin importar la ocasión
La ortorexia tiene grandes efectos sobre la salud. El riesgo más grande al que se exponen las personas ortoréxicas es, principalmente, la presencia de carencias nutricionales: falta de vitaminas, proteínas y otros compuestos. Además padecen de estreñimiento, problemas intestinales, hepáticos o de la piel.
Mientras la dieta se hace más estricta se excluyen alimentos que se consideran básicos para que el organismo funcione bien y, con el tiempo, se presentan situaciones graves como: desnutrición, alto riesgo de infecciones, déficit de nutrimentos, falta de energía, etc.
Por ejemplo, una persona podría presentar una carencia de nutrimentos por no comer verduras debido al temor de que les hayan puesto insecticidas.
Otro ejemplo sería que la supresión de grasas puede comprometer la ingesta de vitaminas liposolubles y ácidos grasos, ambos imprescindibles para el organismo. Sin carne, son los niveles de hierro los que se vienen abajo y, aunque los vegetales también aportan proteínas, son de inferior calidad.
¿Repercute en mi vida personal?
Sí. Esta obsesión por la comida sana puede llegar a interferir con tus actividades rutinarias y relaciones personales. Aquí tienes algunos ejemplos de ello:
¿Cómo evito caer en esta obsesión?
Recuerda que tu cuerpo necesita de todos los nutrimentos que aporta la mezcla de los distintos alimentos: carnes, frutas, verduras, cereales, leguminosas, lácteos, etc. Así que el seguir una dieta estricta no significa que alcanzarás un estado de salud pleno; por ello, no caigas en exageraciones que solamente traerán problemas a tu salud.
Toma en cuenta y siempre ten en mente que la prevención y detección a tiempo pueden ayudarte a vivir mejor. Para ello, acude con un especialista, él es el único que te puede indicar lo que tienes que hacer.