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Amar o Depender

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Angela
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26Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:04

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2. Disfrutar la soledad. Haz las paces con la soledad. Ya no le tengas

tanto miedo. Ella no muerde, acaricia. Incluso puede hacerte cosquillas. Es

verdad que a veces nos sobresalta, pero nos enseña. Quédate con ella unos

días. Pruébala, a ver a qué sabe. Puedes empezar por salir solo. Sin

compañías de ningún tipo, ni parientes ni amigos. Ve un día al cine, a la hora

pico, cuando todo el mundo va acompañado, y haz la fila con cara de ermitaño

despechado. Muéstrate solitario. Deja que algunos te miren con pesar

(“Pobre, no tiene con quién venir”) ¡Y qué importa! ¿Acaso necesitas tener un

bulto al lado para ver la película? Un sábado por la noche, reserva lugar en el

restaurante de moda de la ciudad. Ponte tu mejor gala y llega sin compañía.

Acércate a la mesa sin más séquito que el camarero, y cuando te pregunten si

esperas a alguien más, contesta con un lacónico “no” (como diciendo “hoy no

necesito a nadie”). Pide un buen vino y degusta la comida como si fuera la

mayor exquisitez. Compórtate como un epicúreo. Ignora las miradas.

Descubrirás que, afortunadamente, no eres tan importante. A los cinco minutos

nadie se fijará en ti. Pasarás totalmente desapercibido hasta para los más

chismosos. Saca a pasear tu soledad con garbo y decoro. Airéala. No la

escondas como si fuera un acto de mal gusto. No te avergüences de andar

con ella. Muéstrate como un ser independiente. A la hora de la verdad, no

eres más que un ser humano al que a veces le gusta estar a solas.



Busca el silencio. Contémplalo. Acércate a él sin mucho ruido. Saboréalo.

Cuando llegues a tu casa, no corras a conectarte al televisor, la radio, la

computadora o el equipo de música. Primero relájate. Quédate un rato

incomunicado con el mundo. ¿No te has dado cuenta de que tu cerebro está

sobreestimulado? Desagótalo. Intérnate unas horas en el sosiego de la falta

de noticias. Elimina toda nueva información por un tiempo. No hables con

nadie. Enciérrate por dos o tres días. Descuelga el teléfono. Aíslate. Practica

la mudez.



También puedes quedarte unas horas sin estímulos visuales. Tápate los

ojos y juega a ser novidente. Desplázate por tu casa y trata de hacer algunas

actividades sin mirar. Utiliza los sentidos silenciosos como el tacto, el olor y el

movimiento.



Busca un lugar apartado, donde la naturaleza esté presente. Escápate por

unos días. Aléjate del bullicio artificial y busca el sonido natural. Deja que tu

atiborrada mente se oiga a sí misma sin tanta interferencia. Medita y mírate

por dentro en la calma de una quebrada, o en el concierto de los animales

nocturnos (no discutas con los grillos). Disfruta del “tic tac” de la lluvia.

Reposa bajo un árbol y deja que la brisa se insinúe. Esto no es sensiblería de

segunda, sino ganas de vivir intensamente los sonidos del silencio.



Si eres una persona que no tiene pareja y se siente sola, no te apresures a

buscar a alguien con la desesperación del adicto. No te pegues de la primera

opción. La experiencia me ha enseñado que cuando menos se busque el

amor, más se encuentra. El deseo descontrolado asusta a los candidatos de

cualquier sexo. Si la ansiedad se nota y las ganas te salen por las orejas,

espantarás a cuanto ser humano se te acerque. Borra el cartel de tu frente:

“Busco pareja”, y cambia su contenido por uno más decente: “Estoy bien así”.

Declárate en estado de soledad por un año. Pero no porque eres de malas,

sino porque tú lo decidiste: “No voy a tener a nadie durante un tiempo” (claro

que si aparece el amor de tu vida la cosa cambia). Cuando hagas las paces

con la soledad, los apegos dejarán de molestar.

27Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:05

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3. Intentar vencer el miedo. Con seguridad, y aunque no puedas creerlo,

eres mucho más valiente de lo que piensas. En situaciones límite es cuando

más nos conocemos. Muchas personas que se han pasado la vida muertas del

miedo, sacan a relucir una fortaleza asombrosa ante la adversidad. No estoy

diciendo que tengas que ser una versión de Mel Gibson en Corazón valiente,

sino que de tus limitaciones puedes sacar el lado audaz que has ocultado. No

hablo de ganar y vencer, sino de intentarlo. Cuando de verdad lo intentamos,

nuestro “yo” se fortalece. Ese día dormimos mejor. No habrá remordimientos

ni autorreclamaciones. En paz: “Al menos lo intenté”.



Elige un miedo cualquiera que sea irracional y que no sea objetivamente

dañino (es decir, una fobia) y enfréntalo. Puedes hacerlo por aproximaciones

sucesivas, o de una sola vez, sin anestesia. Si son cucarachas, sal a

buscarlas. No escapes al asco o a las sensaciones. Siente el temor a fondo.

No lo evites, siéntelo. Métete en el miedo. Aplástalas. Salta sobre ellas.

Puedes gritar, insultar y sacudir tu cuerpo al compás de la adrenalina. Pero no

dejes que un mísero y asqueroso insecto proclame victoria. Si lo intentas una

vez, la próxima será más fácil. Si la vida de un ser querido dependiera de tu

miedo a las cucarachas, ya lo hubieras vencido. Lo mismo puedes intentar con

otras aprensiones. A hablar en público, al rechazo, a las alturas, al agua, a la

oscuridad, en fin, cualquiera que sea la fuente de tu miedo, no hay más opción.

Hay que enfrentarlo.



Ponte a prueba. Haz exactamente lo que temes. No esperes que la

situación llegue, provócala. Llama al miedo. Rétalo. A la hora de la verdad, no

es más que química corriendo por tus venas. Es incómodo, pero no duele.

Trata de estar atento a las oportunidades. Cuando algún evento te produzca

temor, míralo como una ocasión para fortalecer tu coraje. Ésa es la clave.



El principio de autonomía te enseña a ser independiente. A ver por ti mismo

sin convertirte en antisocial. Te muestra el camino de la emancipación

psicológica y afectiva. Cuando una persona decide tomar las riendas de su

vida, los apegos no prosperan tan fácilmente. Se caen, se apagan. Si ejerces

el derecho a ser libre, serás capaz de enfrentar las situaciones difíciles

(problemas afectivos incluidos), la soledad será una oportunidad para crecer

(no estarás tan pendiente de que te amen), confiarás más en tus capacidades

(no esperarás que la pareja te proteja), fortalecerás tu vulnerabilidad al daño y



no temerás tanto el abandono. En conclusión, serás más valiente. En palabras

de Tagore: “No deseo que me libres de todos los peligros, sino valentía para

enfrentarme a ellos. No pido que se apague mi dolor, sino coraje para

dominarlo. No busco aliados en el campo de batalla de la vida, sino fuerzas en

mí mismo. No imploro con temor ansioso ser salvado, sino esperanza para ir

logrando, paciente, mi propia libertad”.

28Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:06

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EL PRINCIPIO DEL SENTIDO DE VIDA



Cada vez que toco este tema de la espiritualidad, algunos de mis colegas ultra

científicos se miran de reojo con desconfianza, levantan la ceja y se ajustan el

cuello de la camisa. Este asunto del sentido de la vida produce escozor a más

de un académico. No lo pueden aceptar fácilmente, porque se aleja de los

patrones tradicionales de investigación. Tampoco lo pueden rechazar del todo,

porque los que logran tener ese sentido especial de trascendencia muestran

una serie de ventajas para la supervivencia que otras personas no tienen:

viven más tiempo, mejoran sustancialmente su calidad de vida, se enferman

menos, afrontan las enfermedades terminales con más entereza, crean

inmunidad a muchas enfermedades mentales, pierden el miedo a la muerte y,

lo que es más importante, son supremamente resistentes a crear apegos de

todo tipo.



Las personas que han encontrado el camino de su autorrealización o que

poseen fortaleza espiritual, son duras de matar. Se mueven más fluidamente y

no suelen quedarse estancadas en idioteces. No andan buscando algo a que

aferrarse para sentirse protegidas. Han incorporado la seguridad a su disco

duro. Amar a una persona así es maravillosos, pero asustador, porque puede

dar la impresión de ser “demasiado” independiente. Una pareja sin temores

asusta a los inseguros. “te amo, pero puedo prescindir de ti”, puede provocar

infarto instantáneo a más de un enamorado. Los condicionamientos sociales

han instituido una falsa premisa: amor sin miedo no es amor. Cuando un

individuo ha encontrado su autorrealización vocacional o trascendental, ama

con una paz especial. No es perfección, sino tranquilidad interior. Y aunque

puede parecer sospechoso de desamor, no es así. Simplemente ha dejado

que los apegos se caigan por su peso: hay deseo, pero no adicción.



Para comprender mejor qué es el motivo de vida, lo dividiremos en dos

dimensiones básicas: autorrealización y trascendencia

.

29Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:07

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La autorrealización



Este principio se refiere a la capacidad de reconocer los talentos naturales que

poseemos. Aquellas habilidades singulares que surgen espontáneamente de

nosotros, sin tanto alarde ni especializaciones. Simplemente estuvieron ahí

todo el tiempo y todavía persisten. Vivimos con nuestras facultades a cuestas,

y ni siquiera nos damos cuenta.



La pregunta clave es: ¿Cómo saber si estamos desarrollando esos talentos?

Si las respuestas a las siguientes tres preguntas son positivas, estás bien

encaminado; de no ser así, tienes algo que revisar:



a. ¿Pagarías por hacer lo que estás haciendo?



b. Aquellas cosas que haces bien y disfrutas al hacerlas, ¿han surgido de

ti más naturalmente que por aprendizaje?



c. Cuando estás ejecutando lo que te apasiona, ¿la gente se acerca a ti en

vez de alejarse?



Ése es el talento natural: una capacidad guiada por la pasión, que estalla

desde adentro y reúne a los demás cuando aparece. Todos la poseemos,

todos podemos alcanzarla, todos estamos diseñados para desarrollar nuestra

capacidad creativa, si nos dejan y tenemos el coraje para hacerlo.



Una persona que ha encontrado su vocación y siente pasión por lo que

hace, se vuelve inmune a la adicción afectiva porque su energía vital se abre a

otras experiencias. Y esto no significa incompatibilidad, sino amor a cuatro

manos. Desarrollar los talentos naturales es abrirse a otros placeres, sin

desatender el vínculo afectivo. No se abandona a la pareja, sino que se la

integra, se la ama a plenitud.



Si la vocación se lleva a feliz término, la mente se tranquiliza y las

inseguridades desaparecen. Las personas autorrealizadas no son posesivas:

son independientes y fomentan la honestidad interpersonal. No necesitan tanto

el apego, porque la pérdida y la terrible soledad ya no las asustan.

30Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:07

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La trascendencia



Creer que se está participando en un proyecto universal y aceptar la

importancia de ello nos coloca, automáticamente, en el plano espiritual. La

vida evoluciona en un sentido de complejidad creciente, donde posiblemente

seamos la punta de lanza de una transformación que no percibimos aún. El

gran maestro Teilhard de Chardin decía: “La creación no se ha terminado: se

está llevando a cabo en este instante”. Y si esto es así, estamos participando

activamente en ella. Trascender significa tomar conciencia (darse cuenta) de

que soy; posiblemente, mucho más de lo que creo ser.



Sentir que se está participando en un proyecto universal nos hace fuertes,

nos aleja de lo mundano y cuestiona nuestra presencia en el planeta. Los

animales no saben que van a morir, nosotros sí. Muchas personas que

recurren a ayuda psicológica o psiquiátrica buscan aliviar su frustración

existencial, porque se sienten vacíos y manifiestan que no encuentran un

motivo de vida. Tener un vector orientador que nos empuje hacia un fin

cósmico, a una compenetración con Dios, el universo o como queramos

llamarlo, nos da un sentido vital. No cabe duda: los ideales, cualquiera que sea

su origen, nos hacen crecer. Y no me refiero a los fanatismos religiosos y a su

consecuente ignorancia, sino a la posición seria y honesta de creer en algo

más. Voltaire decía: “Si Dios no existiera, habría que inventarlo”.



El “más allá” no es incompatible con el “más acá”. Dios no exige tanto.

Crecer espiritualmente no es discrepante con el amor terreno, pícaro y

cariñosamente contagioso que sentimos por la pareja. Exaltar la vida interior

ayuda a desprenderse de los lastres del apego, pero nada tiene que ver con

desamor.

31Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:08

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¿Por qué el principio del sentido de vida



genera inmunidad al apego afectivo?



Porque el sentido de vida produce esquemas antiapego y promueve maneras

más sanas de relacionarse afectivamente, al menos en cuatro áreas básicas:



a. Las personas que adquieren un sentido de vida logran distanciarse de

las cosas mundanas, y adquieren una visión más completa y profunda de su

vida. En general, no se apegan tanto a las cosas terrenales, incluido el afecto.

No es que no les interese lo material, sino que logran ubicarlo en el sitio que se

merece.



b. De manera similar a lo que ocurre con el principio de exploración, el

desarrollo de los talentos naturales permite una expansión de la conciencia

afectiva. Al haber otras fuentes de satisfacción, la preferencia motivacional

deja de existir. Se debilita el esquema de exclusividad placentera por la pareja

y se promueve la independencia psicoafectiva. El gusto por la vida también

empieza a incluir la propia autorrealización.



c. La trascendencia permite redimensionar la experiencia del sufrimiento.

No es que se soporte más el dolor, sino que se diluye, se reubica en otro

contexto y se le otorga un nuevo significado. Las personas con una vida

espiritual intensa son más fuertes ante la adversidad, y emocionalmente más

maduras. Aprenden a renunciar y a darse por vencidas cuando deben hacerlo.



d. Participar en la idea de un proyecto universal me otorga un sentido de

pertenencia especial. Un punto de referencia interior con la esencia misma de

la vida, que elimina la necesidad de protección y disminuye la vulnerabilidad al

daño. La idea de una misión personal nos exonera de inmediato de cualquier

apego.

32Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:10

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Algunas sugerencias prácticas



1. No matar la vocación. En la vida nunca hay que resignarse a vivir

infeliz. La autorrealización es un derecho que tienes por el solo hecho de

haber nacido. Si tienes la convicción de no estar trabajando en lo que

verdaderamente te gusta, o te sientes subutilizado, enfréntalo. No importa

cuántas obligaciones tengas, abre el abanico de posibilidades. No estoy

diciendo que seas irresponsable, lo que te sugiero es no darte por vencido.

Manda hojas de vida a Raimundo y todo el mundo, lee los clasificados, habla

con los amigos y cuéntale al mundo para qué sirves. Diles cuáles son tus

talentos y pelea contra tu mala ubicación en la vida.



Escarba en tu pasado para rescatar aquella vieja vocación de adolescente.

Si no puedes trabajar en ella, conviértela en tu pasión alterna. Retómala. Saca

tiempo para esa habilidad que te encanta y no te cansa. No pienses si lo haces

bien o mal. Eso no importa, sino que te agrade, que te diviertas y que goces

intensamente. Si tu marido te dice que las clases X no te generan dividendos,

recuérdale que la gente vale por lo que es y no por lo que tiene. Agrégale en

tono enfático que las mejores ganancias de la vida suelen carecer de signo

pesos. Si tu esposa te regaña cada vez que te decides ir a practicar tu

pasatiempo, ignórala. La pasión no es negociable. Pon a rodar tu talento. Es

tuyo. Te pertenece como los ojos, la nariz o el pelo. No pidas permiso, no te

justifiques ni trates de convencer a nadie. Si te gusta “jardinear”, llénate de

tierra hasta la coronilla, al que le incomode, que se tape los ojos. Inscríbete en

un curso de jardinería IV, cómprate el libro del “jardinero feliz" (con seguridad

hay uno) y comienza a coquetearle a cuanta planta encuentres. Es más, haz

el amor con ellas. Si te gusta la carpintería, no necesitas herramientas

profesionales. Clavos, martillo y madera: por algo se empieza. Si te gusta la

música, enciérrate a escucharla. Cómete el disco compacto y deja que el

peroné, la tibia y la rótula se compaginen en algún compás alucinante. Si te

gusta cantar, canta. En la ducha, en la calle, colgado de un autobús, en la

misa, en las reuniones encopetadas, los domingos al amanecer, en la

desventura y en la alegría. Cántale cara a cara a tu vecino insoportable o a tu

mejor amante. Pero canta. Si no te mantienen en forma revolcando tus

talentos desde adentro, se oxidarán. Haz las paces con la imaginación.



Naciste para algo especial. Como a la gran mayoría, es posible que aquel

pequeño esbozo de genialidad infantil te haya sido cercenado por tus padres,

en nombre del futuro y “Por tu bien”. Pero no es así. Si estás desarrollando tus

talentos, lo que es, la vida se encargará de los detalles. La mayoría de las

personas deambulan de un lugar a otro tratando de sobrevivir por sobrevivir.

Ése no es el camino. Busca en tu interior y saca a relucir tu singularidad.

Ábrele un espacio a tu vocación. Si la reprimes, estarás perdiendo mucho más

que una oportunidad. Estamos hablando de tu vida. No importa qué tan

exitoso o exitosa seas. Importa un bledo cuánto vendió tu empresa o si pudiste

cumplir con los objetivos. Si tuvieras un cáncer o fueras víctima de un

secuestro, los indicadores de venta serían un dato de mal gusto. Si no eres tú

en persona, la verdadera, la única, la irreproducible, sólo serás una incipiente

imitación. Una sombra platónica. Empieza hoy. Vuelve a tu infancia y rescata

la más antigua y recalcitrante capacidad. Tráela al presente, pónla a funcionar

a toda máquina y disfrútala sin reparos, con el embeleso del que tiene un

juguete por primera vez.



Si haces lo anterior y comienzas a fortalecer tu realización personal, el

apego afectivo empezará a perder funcionalidad. Ya no será tan necesario. E

incluso puede llegar a ser un estorbo, porque el desarrollo de tus

potencialidades habrá ocupado el primer lugar.

33Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:11

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2. Expandir la conciencia. Si no eres una persona plástica o un compulsivo

acaparador de objetos materiales, te habrás hecho las tres preguntas

existenciales típicas: “¿Quién soy?”, “¿Qué hago aquí?” y “¿Para dónde voy?”

Y no significa desorientación, sino duda metódica. Existencialismo cotidiano y

preguntas de transeúnte. Eres producto de millones de años de evolución.

Una evolución que posee el atributo de ir hacia arriba en lo complejo. El animal

hace contacto con la naturaleza, pero tú además haces contacto con tu interior.

Posees autoconciencia, la capacidad de pensar sobre lo que piensas. Eres

materia transformándose en espíritu. Tienes la increíble misión personal de

conocerte a ti mismo. Cuando te autoobservas y te descubres, es el universo

entero el que se observa a sí mismo. Eres un momento, un instante fugaz en

la inmensidad del cosmos, pero formas parte de un proceso en expansión

universal, infinitamente mayor, que te contiene. Todos estamos de paso y

vamos de regreso a casa. Viniste a contemplar la creación, a mirarla, a

disfrutarla y a cuidarla. Somos obreros del universo. Polvo de estrellas, como

dicen. En nosotros se reproduce la historia de toda la humanidad, y tú puedes

tener acceso a ella. El poeta colombiano Rafael Maya lo decía a su manera:



Estuve toda la noche



Enumerando astros.



Me sobró fantasía



Pero me faltó espacio.



Entonces, dentro del alma,



Seguí los astros contando.



Haz un ejercicio sencillo. Cierra los ojos y trata de pensar que estás

conectado con los objetos y personas de tu mundo inmediato. Trata de romper

el aislamiento mental. Imagínate que la realidad material tuviera infinidad de

capas y lograras descender por ellas hasta encontrar que en la profundidad

subatómica somos exactamente la misma energía. Como si todos fuéramos

puntas de iceberg aparentemente desconectadas, pero unidas por un

continente sub-terráneo. No estás solo. El aislamiento es una ilusión. Todo

afecta a todo. Aunque no se note inmediatamente, lo que ocurre en otras

latitudes tarde o temprano influye sobre ti. Eso implica que lo que hagas con tu

vida afectará a otros. Tú eres el mundo. Eres la conciencia de la humanidad, y

si lo asumes así entenderás que tu responsabilidad es tremenda y apasionante.



Puedes comenzar a leer sobre religión. ¿Por qué no? ¿No te parece

interesante investigar las religiones comparadas? El budismo, el hinduismo, el

cristianismo, el taoísmo, el judaísmo y el islamismo. ¿No estaremos hablando

de lo mismo en diferentes idiomas? Aunque el conocimiento no

necesariamente genera el fenómeno de la fe, puede enriquecerla y evitar que

caigas en el pensamiento mágico, la credulidad extrema o la ignorancia.



Einstein decía: “Sostengo que el sentimiento religioso cósmico es el motivo

más fuerte y más noble que anima la investigación científica”. La ciencia te

pone los pies en la tierra para que puedas saltar más lejos. Intenta leer

teología. Indaga en las creencias, asiste a algunos cultos, conversa con los

creyentes y los ateos. Investiga. No para elegir, sino para conocer. La

posición existencial que asumas irá apareciendo sola. Se irá gestando en ti sin

mucha alharaca y sin tanta pompa. Dios casi no habla, pero cuando lo hace,

su lenguaje es casi inconfundible. El escritor griego Nikos Kazantzakis lo

expresaba así: “Dije al almendro: Háblame de Dios y el almendro floreció”.



Intenta husmear en tu interior. Bucea. Estudia tus estados internos. Puedes

utilizar la meditación, el yoga, la oración o cualquier otro método, pero saca un

rato para evaluar tu existencia. Instala una línea directa con Dios para hablar

con él cada vez que te plazca, y si está ocupado, insiste. Recuerda que

cuando hablamos de trascender estamos diciendo que te salgas de la

inmediatez y vayas más allá de los límites de la apariencia. No tienen que ser

sor Teresa de Calcuta, San Francisco de Asís o la versión latina del “Pequeño

Saltamontes”. A tu estilo y a tu medida, cuando hayas abierto la puerta de la

trascendencia, harás conexión con algo especial. Y no tendrás que hacer un

peregrinaje a tierra Santa, La Meca o el Tibet. Bastará con dejar salir lo que

tenías encerrado en tu interior. Un poema irlandés del siglo IX lo expresaba así:



Ir a Roma –gran



esfuerzo, poca



ganancia-;



no encontrarás allí al



Rey que buscas a



menos que lo traigas



contigo.





El principio del sentido de vida te enseña a desligarte de muchas de tus

ataduras. Te permite tener una visión más holística del universo y de ti mismo.

Te ayuda a desprenderte de lo superfluo y de lo inútil. Te otorga mayor riqueza

interior e independencia psicológica. Tus intereses serán cada vez más vitales,

y más madura tu manera de amar. Sentirás que ya no habrá tanto miedo a la

pérdida y tu necesidad de posesión será reemplazada por la dicha de tener un

propósito de vida. Todos los individuos de este planeta, queramos admitirlo o

no, tenemos la tendencia a buscar más allá de lo evidente. Víctor Frankl decía:

“En todo momento el ser humano apunta, por encima de sí mismo, hacia algo

que no es él mismo, hacia algo o hacia un sentido que hay que cumplir, o hacia

otro ser humano a cuyo encuentro vamos con amor”.



34Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:13

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PARTE III



VENCIENDO EL APEGO AFECTIVO



Cómo desligarse de los amores enfermizos



y no recaer en el intento



“Espero curarme de ti en unos días.



Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte.



Es posible. Siguiendo las prescripciones



de la moral de turno.



Me receto tiempo, abstinencia, soledad”:



JAIME SABINES



“Si me engañas una vez, tuya es la culpa.



Si me engañas dos, la culpa es mía”





ANANÁGORAS



Muchas personas viven entrampadas en relaciones afectivas enfermizas de las

cuales no pueden, o no quieren, escapar. El miedo a perder la fuente de la

seguridad y/o bienestar las mantiene atadas a una forma de tortura

pseudoamorosa, de consecuencias fatales para la salud mental y física.



Con el tiempo, estar mal se convierte en costumbre. Es como si todo el

sistema psicológico se adormeciera y comenzara a trabajar al servicio de la

adicción, fortaleciéndola y evitando enfrentarla por todos los medios posibles.

Lenta y silenciosamente, el amor para a ser una utopía cotidiana, un anhelo

inalcanzable. Y a pesar del letargo afectivo, de los malos tratos y de la

constante humillación de tener que pedir ternura, la persona apegada a una

relación disfuncional se niega a la posibilidad de un amor libre y saludable; se

estanca, se paraliza y se entrega a su mala suerte.



No importa qué tipo de vínculo tengas, si realmente quieres liberarte de esa

relación que no te deja ser feliz, puedes hacerlo. No es imposible. La

casuística psicológica está llena de individuos que lograron saltar al otro lado y

escapar. Hay que empezar por cambiarlas viejas costumbres adictivas y

limpiar tu manera de procesar la información. Si aprendes a ser realista en el

amor, si te autorrespetas y desarrollas autocontrol, habrás empezado a gestar

tu propia revolución afectiva.



35Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:18

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EL PRINCIPIO DEL REALISMO AFECTIVO



Realismo afectivo significa ver la relación de pareja tal cual es, sin distorsiones

ni autoengaños. Es una percepción directa y objetiva del tipo de intercambio

que sostengo con la persona que supuestamente amo. Una autoobservación

franca, asertiva y algo cruda, pero necesaria para sanear el vínculo o terminarlo

si hiciera falta. Analizar honesta y abiertamente el “toma y dame” amoroso es

el requisito primordial para allanar el camino hacia una relación afectiva y

psicológicamente placentera. Sin embargo, en la práctica las personas

apegadas a relaciones afectivas perniciosas esquivan constantemente los

hechos.



En la adicción amorosa el autoengaño puede adoptar cualquier forma. Con

tal de sujetar a la persona que se dice amar, sesgamos, negamos, justificamos,

olvidamos, idealizamos, minimizamos, exageramos, decimos mentiras y

cultivamos falsas ilusiones. Hacemos cualquier cosa para alimentar la imagen

romántica de nuestro sueño amoroso. No interesa que toda la evidencia

disponible esté en contra, importan un rábano las demostraciones y el cúmulo

de informes contradictorios que amigos y familiares aportan: la fuente del

apego es intocable y el aparente amor, inamovible

.

36Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:20

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P.R. era un hombre de cuarenta y un años, separado hacía ocho meses

porque su mujer se había enamorado de otro y lo había abandonado con la

frialdad de las mujeres que nunca han amado. Solo, bastante deprimido y

profundamente herido, inició la típica persecución y conquista masculina: una

mujer que se hiciera cargo de él y, de paso, que lo amara. Luego de salir con

varias postulantes y de renegar de las opciones que el medio ofrecía, decidió

orientar sus baterías hacia una mujer casa, compañera de oficina, confidente y

terapeuta aficionada. La imperiosa urgencia de él por recuperar su estatus

social y un pobre matrimonio de parte de ella, hicieron que rápidamente tejieran

planes y proyectos de vida futura. Ella se iba a separar y él asumiría gustoso el

papel de esposo en segundas nupcias y padre putativo de sus hijas.



El entusiasmo de mi paciente se acercaba a la euforia y, a veces

peligrosamente, al delirio. Se veían hasta cuatro veces por semana, se

llamaban a cada rato y no podían vivir el uno sin el otro. Sus afinidades, casi

totales, incluían humor, valores altamente sincronizados, sexo desbordado con

orgasmos múltiples y compatibilidad sobrada en actividades intelectuales,

musicales y culinarias. La pareja perfecta.



Como de acuerdo con mi experiencia profesional los amantes que difieren

en su estado civil no suelen llegar a ningún lado, le sugerí a P. R. moderación,

prudencia y bastante realismo para no ser lastimado. Cuando uno de los

implicados está casado y el otro plenamente disponible, el que sale perdiendo

es el segundo. Aunque el sentimiento de amor suele ser considerado como un

factor determinante para contraer nupcias, el desamor no es visto como un

motivo necesario y suficiente para desbaratar un casamiento. Dicho de otra

manera, para que hubiera causal válida de divorcio el esposo de la amante de

mi paciente debería haber matado a alguien, violado a un niño o estar muerto.



Mi cliente insistía en mantener las expectativas. Frases como, “Ella se va a

separar la próxima semana” o “Ya tenemos fecha”, se habían hecho comunes

en las consultas. Sin embargo, a último momento siempre aparecía un “pero”.

Una de las veces el marido había entrado en depresión; en otra ocasión, los

negocios andaban mal, y en la última, el suegro agonizaba.



Aunque mis confrontaciones eran sistemáticas y firmes, P. R. no hacía más

que disculpar las reiteradas dudas y retrocesos de su futura consorte. Por

ejemplo, si él afirmaba: “Ella no es capaz de vivir sin mí”, y yo contestaba:

“Parecería que tampoco es capaz de vivir sin el marido”, respondía con furia e

indignación: “¡Eso no es así! ¡Usted no comprende!” . Nuestras citas eran una

especie de lucha grecorromana, donde cada vez que trataba de concretarlo, él

intentaba escabullirse mediante excusas de todo tipo: “No es tan fácil”, “A ella

la educaron las monjas”. “Es la hija menor de ocho hermanos”, “El marido no la

deja separarse”, “Es muy ansiosa”, “Si pudiera estaría conmigo”, “La mamá era

alcohólica”. En fin, la lista era de nunca acabar. Pero ninguno de sus

argumentos contemplaba la posibilidad de que ella no lo quisiera lo suficiente

como para jugársela por él. A la hora de la verdad, poco importaba si era débil,

insegura o tímida; lo importante para mi paciente era que la espera lo alejaba

cada día más de la posibilidad de conocer a otras personas que sí estaban

disponibles.



Por fin, al cabo de año y medio de tires y aflojes, la mujer se separó. El

esposo se fue de la casa y ella decidió encarar valientemente el costo de estar

con el hombre que amaba. Infortunadamente, y para sorpresa de muchos

(incluído el esposo), su impulso duró apenas dos semanas. La culpa, las

niñas, la mamá (sobre todo la mamá), la suegra, el psiquiatra y su mejor amiga,

entre otros mediadores, la hicieron cambiar de opinión. Aunque hubo varios

intentos posteriores, todos fueron infructuosos. El miedo la empujaba hacia

atrás.



Hace unos días P. R. (quien sigue esperándola y asistiendo de vez en

cuando a la consulta) y su amante de cabecera, cumplieron cuatro años de

relación clandestina. Lo festejaron en un restaurante escondido de poca

monta, pero bien ubicado y escondido. En la última sesión trajo una “buena

nueva” difícil de creer: “Esta vez sí se va a separar”. Probablemente estemos

ante la versión adulta de La historia sin fin. Un poco de realismo bastaría:



“Creo que te amo, pero no soy capaz de seguir adelante”; pero el apego nubla

la vista y los sentidos.



El realismo afectivo sugiere que debemos partir de lo que verdaderamente

es nuestra vida amorosa. Lo que es, y no lo que nos gustaría que fuera. Si

logramos comprender la relación en el aquí y el ahora, sin pretextos ni

evasivas, podremos tomar las decisiones acertadas, generar soluciones o

comenzar a despegarnos.



Presentaré algunas de las distorsiones cognitivas más comunes que

impiden alcanzar la posición realista mencionada, y que fortalecen

irracionalmente la conducta del apego: excusar el poco amor recibido,

minimizar los defectos de la pareja, creer que todavía hay amor donde no lo

hay, persistir tozudamente en recuperar un amor perdido y alejarse, pero no del

todo.

37Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:21

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Excusar o justificar



el poco o nulo amor recibido



Es duro aceptar que no nos quieren con todas las ganas. Y no me refiero

solamente al placer que produce el sentirse amada, sino a la autoestima

implicada. Cuando la persona que amamos nos quiere a medias, con

limitaciones y dudas, la sensación que queda es más de agradecimiento que

de alegría, como si estuvieran haciéndonos un favor.



Una buena relación no permite reparos afectivos. Cuando el sentimiento

vale la pena, es tangible, incuestionable y casi axiomático. No pasa

desapercibido, no requiere de terapias especializadas ni de reflexiones

profundas. Se destaca y se nota. Como decía Teilhard de Chardin: “¿En qué

momento llegan los amantes a poseerse a sí mismos plenamente, si no es

cuando están perdidos el uno en el otro?”.



Si hay dudas, el afecto está enfermo. Sanarlo implica correr el riesgo de

que se acabe; dejarlo como está es hacer que el virus se propague. La

persona apegada siempre prefiere la segunda opción.



1. “Me quiere pero no se dá cuenta”



Este pensamiento está sustentado en una idea totalmente irracional. Cuando

una persona está enamorada lo sabe, lo siente, lo vive en cada pulsación,

porque el organismo se encarga de avisarle. No pasa desapercibido. El amor

llega como un huracán que rompe todo a su paso. Los síntomas son

evidentes, tanto a nivel fisiológico como psicológico. Si alguien no se diera

cuenta de que el amor lo está atravesando de lado a lado, deberíamos pensar

en algún daño neurológico incapacitante, quizás una esquizofrenia catatónica,

un autismo avanzado o algún tipo de mongolismo enmascarado. El amor

nunca es ignorante. Si alguien no sabe que te quiere: no te quiere.



38Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:22

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2. “Los problemas psicológicos que tiene, le impiden amarme



La mayoría de las personas dependientes que no se sienten amadas tienden a

justificar el desamor de su pareja mediante causas psicológicas o traumas

infantiles. Las razones más comunes abarcan timidez, introversión, miedo a

entregarse, problemas de personalidad, mala crianza, o el famoso Edipo no

resuelto. Un número considerable de mujeres y hombres rechazados

afectivamente inician una romería de especialista en especialista, para hallar

algún tipo de alteración (ojalá curable) que explique la indiferencia de su pareja.



Es cierto que algunos desórdenes psicológicos pueden producir un

descenso transitorio en la capacidad de amar, como es el caso de la depresión.

También es verdad que existen trastornos de la personalidad que bloquean

todo contacto afectivo (por ejemplo, los esquizoides). Incluso hay alteraciones

de origen hormonal/metabólico que merman el placer del intercambio afectivo.

Sin embargo, la mayoría de las veces no se llega al desamor por una afección

orgánica o psicológica, sino por puro desgaste. Un buen día, el amor,

supuestamente inalterable y ultrarresistente, se derrumba sobre sí mismo;

sencillamente se acaba o nunca existió. Aunque nos resistamos a creerlo, si el

afecto se descuida puede extinguirse para siempre.



Como es obvio, es menos doloroso creer que el alejamiento de la persona

amada se debe a una anomalía y no al desafecto. Decir, “Está enfermo”, no

duele tanto como decir, “Se cansó de mí”. Al menos en el primer caso queda la

posibilidad de alguna droga milagrosa (quizás un Viagra afectivo), y en el

segundo, si somos dignos, sólo queda hacer mutis por el foro.



Si los problemas psicológicos que tiene tu pareja le impiden brindarte el

cariño que necesitas, ayúdala. Si pese a saber tu sufrimiento no pide ayuda,

cuestiona su amor o su cordura. Y si no hay alteraciones evidentes a la vista,

acércate con discreción: e posible que la causa del desamor no sea más que

desamor.

39Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:22

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3. “Esa es su manera de amar”



Nadie niega que hay estilos personales en la manera de amar, pero algunos

son francamente sospechosos. Por ejemplo, si la “manera de amar” de mi

pareja incluyera antipatía, indiferencia, egoísmo, agresión e infidelidad, no me

interesaría acoplarme a su modo afectivo. Más aún, si fuera capaz

cuestionaría seriamente la relación. Una de mis pacientes llevaba seis meses

de casada. En ese tiempo el marido había accedido a tener solamente dos

relaciones sexuales, incluido el período de luna de miel. Las dos experiencias

habían seguido la misma rutina: él se acostaba boca arriba, no movía un dedo,

se tapaba la cabeza con las sábanas, y sollozaba e insultaba mientras ella

tenía que hacer toda la faena, obviamente sin muchos resultados. Aunque

habían estado tres años de novios, la señora se había casado virgen y no era

muy experta en la materia. Luego de explicarle que el comportamiento de su

esposo distaba bastante de una conducta sexualmente funcional y aceptable,

le sugerí que hablara con él para expresarle su inquietud y para invitarlo a las

citas. Ella temía confrontarlo con el tema, pero aceptó. A la otra consulta llegó

más contenta y tranquila. Cuando le pregunté por su tarea, me dijo que estaba

mucho mejor porque el marido le había explicado que ésa era su “manera de



amar”, que no había nada de qué preocuparse y que muchos hombres hacían

el amor de ese modo. Traté de hacerle comprender que la escasa frecuencia,

la ausencia de contacto físico, la incapacidad de eyacular y la falta de deseo

configuraban un estilo que no la iba a satisfacer, ni sexual ni afectivamente.

Le agregué que, a mi entender, estábamos ante una alteración psicoafectiva o

ante un problema sexual que requería de tratamiento. Luego de meditar al

respecto unos instantes, decidió tapar el sol con la mano: “Quizás usted tenga

razón, pero quiero darme la oportunidad de acoplarme a su estilo, a ver qué

ocurre…A lo mejor no fui lo suficientemente buena para él o la equivocada soy

yo…Si no soy capaz, le prometo que vuelvo a las citas”.



A veces, sobre todo si la pareja es perezosa y pasiva, poner el problema en

uno y asumir la responsabilidad total de las fallas afectivas crea una extraña

sensación de alivio. Sentirse culpable es muy desagradable, pero asumir la

carga genera una ganancia secundaria: “Si yo soy la causa del problema, la

mejoría de la relación dependerá de mí y sólo de mí”. Mi paciente volvió a los

dos años, con un nuevo motivo de consulta. Había tenido relaciones sexuales

con otro hombre y estaba decidida a no seguir engañándose a sí misma: “Mi

marido está enfermo…Ya me di cuenta de que su comportamiento no es

normal, pero se niega a recibir ayuda”. Las comparaciones no siempre son

odiosas.

40Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:23

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4. “Me quiere, pero tiene impedimentos externos”



De acuerdo con la ciencia moderna, los hombres somos especialmente

sensibles al estrés. A esta causa se le han achacado todo tipo de

incompatibilidades con el normal desarrollo del amor, desde la impotencia (lo

cual es cierto) hasta el desamor (lo cual no es cierto). Trabajo excesivo,

sobregiros, agresión o cansancio crónico, cualquier excusa es buena para

explicar (en el fondo, para justificar) la lejanía afectiva. De acuerdo con lo que

sabemos en psicología, los problemas externos pueden producir irritabilidad,

cansancio y algo de mal humor, pero no necesariamente desamor. Uno no

deja de querer a la pareja porque está cansado, más bien la busca para

acurrucarse. Cuando un individuo está preocupado e intranquilo, el compañero

o compañera puede ser el soporte, el oasis donde reposar. Pero si el afecto es

débil, la pareja puede convertirse en un condena más.



Las vicisitudes de la vida diaria pueden alterar y destemplar un poco el

amor, pero no lo anulan. Eso es puro cuento. Si solamente te aman cuando

no hay problemas, tu amor ya entró a cuidados intensivos. Se recomienda

atención inmediata.

41Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:24

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5. “Se va a separar”



Como explicaré más adelante, en la vida hay cosas que no se piden, porque

deben darse de motu propio. Si tienes que presionar, acosar y amenazar a la

persona que amas para que se separe, vas por mal camino. Si tienes que

presionar, acosar y amenazar a la persona que amas para que se separe, vas

por mal camino. Muchas veces decir, “No puedo separarme”, significa en

realidad. “No tengo el coraje de hacerlo”. El principio es concluyente: si

verdaderamente te amaran hasta las últimas consecuencias, estarían contigo.



Minimizar los defectos de la pareja o la relación

Las personas apegadas tienden a reducir los defectos de su pareja al mínimo,

para hacer más llevadera la relación y disminuir los riesgos de ruptura. Cuando

la minimización se exagera, se convierte en negación: “Todo está bien”, “No

hay problemas” ó “Todo es soportable”. El apego tiene la peligrosa propiedad

de amplificar las virtudes y achicar las deficiencias según convenga. Todo el

sistema de procesamiento de información se coloca al servicio del autoengaño.

La estrategia es incrementar la indulgencia para que las cosas no se vean ni

duelan tanto. La estrategia del avestruz.

42Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:24

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6. “Nadie es perfecto” ó “Hay parejas peores”



La comparación cínica confirmatoria consiste en dar a la excepción el estatus

de regla. Estas personas no ven el árbol por ver el bosque.



El típico argumento, “Los hay peores”, automáticamente quita importancia a

cualquier defecto. Lo rebaja, lo aplasta o lo hace desaparecer, porque siempre

es posible encontrar a alguien en peor estado. Como si la estadística, por pura

comparación, tuviera la extraña virtud de embellecer lo feo y sanar lo malo.



Una de mis pacientes, altamente dependiente e insegura, aceptaba que su

marido tuviera otra mujer con el pretexto de que, “Todos los hombres son

infieles”. Un señor pretendía justificar el alcoholismo de su esposa

argumentando que toda nuestra cultura era alcohólica. Una joven adolescente

se negaba a terminar una relación en la cual el novio la agredía

frecuentemente, asegurando que había parejas peores y que a la mayoría de

sus amigas los novios las trataban mal. El apego nos hace ver lo anormal

como normal, invierte los valores y revuelca los principios.

43Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:25

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7. “No es tan grave”



El mecanismo utilizado en estos casos es el de mermar las deficiencias,

minimizando las consecuencias. O sea: “Nada es tan grave” ó “Mi tolerancia

no tiene límites”. Un adicto afectivo disfrazado de buen samaritano, buscando

retener a su pareja a como dé lugar.



Una mujer le quitaba toda importancia al hecho de que su flamante marido

llevara casi treinta años y se hubiera casado cuatro veces. Sus reflexiones era

dos: “El amor no tiene edad” y “La separación no es mala”. Cuando se le dijo

que el amor sí tenía edad, porque envejecía, y que la gente se separaba pero

no tanto como su futuro esposo, negó toda posibilidad de cuestionamiento: “No

me parece tan grave…Algún defecto tenía que tener”. Al año y medio no pudo

más y se separó: “No hay quinto malo”. En otro ejemplo, un señor que era

agredido por su mujer manifestaba que el maltrato era “leve” porque solamente

se limitaba a insultos, empujones y escupitajos. Una de mis pacientes



pensaba que el consumo diario de marihuana de su marido no era “tan grave”,

porque salía a fumar al patio para que los niños no lo vieran.



Decir que nada es importante significa eliminar de cuajo las aspiraciones,

los deseos y los principios personales. La flexibilidad es buena, siempre y

cuando no se quiebre la propia individualidad. El aguante por el aguante

siempre huele a rancio y termina por subir los umbrales de la tolerancia a

límites indecentes. La docilidad es la estrategia ideal para los que no quieren o

no pueden independizarse. Nos guste o no, hay cosas que sí son graves,

insoportables y radicalmente no negociables. El color de rosa indiscriminado y

sensiblero es un invento de los que no quieren ver.

44Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:41

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8. “No recuerdo que haya habido nada malo”



Algunas personas dependientes manifiestan una clara distorsión a la hora de

recuperar información: se olvidan de los problemas y recuerdan solamente las

buenas cosas de la relación.



Cuando maximizamos los aspectos positivos de la relación, minimizamos

las dificultades. Cuando negamos el pasado conflictivo de la convivencia

afectiva, nos mentimos a nosotros mismos. Un análisis adecuado no debe

excluir los datos negativos. “Mi vida de pareja fue perfecta”, es una forma de

esconder la mugre bajo el tapete. No sólo porque la perfección interpersonal

no existe, sino por la obvia intención de ocultamiento. Maquillar las desdichas

del pasado para que parezcan más llevaderas y menos sufribles, no hará que

mejoren. Cuando ciertos individuos dicen con orgullo: “Nuestra vida afectiva

ha sido un lecho de rosas”, yo me pregunto: ¿Y de las espinas, qué? Plutarco

decía: “El amor es tan rico en miel como en hiel”. Ocultar los síntomas hace

que la enfermedad pase desapercibida y empeore.



Si estás en el plan de terminar una mala relación, no puedes olvidar las

experiencias negativas. Por el contrario, las debes incorporar con beneficio de

inventario. No se trata de magnificarlas y volverse obsesivo (el odio no es lo

opuesto del amor), sino de darles el puesto que se merecen. Si su pareja te ha

maltratado, ha sido infiel o te ha explotado en algún sentido, estos hechos

cuentan (¡y de qué manera!), a la hora de tomar decisiones. Negar o evitar esa

realidad te conduciría indefectiblemente a repetir los mismos errores en otras

relaciones.



Esculcar en el pasado afectivo de una relación perniciosa, sin ensañarse

con el otro y dejando a un lado el resentimiento, puede resultar benéfico y

saludable para los que ya están cansados de sufrir. No se trata de maquinar

venganza o tomar desquite, sino de ver hasta qué punto se justifica invertirle

energía positiva a un amor en decadencia.



No resignarse a la pérdida (1):



Creer que todavía hay amor donde no lo hay



Un mal duelo, es decir, la no aceptación de una ruptura o una pérdida afectiva,

puede estar mediado por lo que en psicología se conoce como correlaciones

ilusorias. En determinadas circunstancias, podemos establecer nexos causales

entre dos eventos que no están relacionados sino en nuestra anhelante

imaginación. Estas “malas lecturas” o interpretaciones erróneas son muy

comunes en sujetos que, habiendo terminado una relación, insisten

testarudamente en ver amor donde no lo hay. Algo así como Recuerdos del

futuro, en versión Corín Tellado.



Los esquemas más comunes que alimentan la confianza de recuperar el

amor perdido son: “Aunque no estemos juntos, todavía me quiere” (optimismo

obsesivo perseverante). “Después de tanto tiempo es imposible que haya

dejado de amarme” (costumbrismo amoroso) y “Un amor así nunca se

acaba” (momificación afectiva).



Este abanico de creencias está guiado por la ilusión de permanencia y el

anclaje al pasado. La idea central es que ciertas relaciones pueden

mantenerse inalterables, invariables y resistentes a los embates de la vida,

como si estuvieran en conserva. Un amor en formol.



El romanticismo a ultranza genera en la gente que lo padece un limbo

afectivo, del cual se niegan a salir, y un rechazo categórico a aceptar la ruptura.

El famoso dicho popular: “Donde hubo fuego, cenizas quedan”, parece regir la

vida de muchos adictos afectivos. Aunque en estos casos quedaría mejor

decir: “Donde hubo fuego, quemaduras quedan”, y a veces de tercer y cuarto

grado.



Movidos por el afán, no siempre conciente, de verificar la vigencia del lazo

afectivo, las personas apegadas comienzan a recabar datos confirmatorios,

desconociendo que, en ciertas ocasiones, tal como decía Chejov, la durabilidad

de la unión entre dos seres no necesariamente indica amor o felicidad, pues

puede estar fundamentada en cualquier otro sentimiento como interés, miedo,

pesar o, incluso, odio.

45Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:42

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9. “Todavía me llama”,“Todavía me mira”,“Todavía

pregunta por mí”



La necesidad de mantener el amor a toda costa, puede llevar a interpretar

ciertos hechos aislados como indicadores de que todavía hay amor. Una

llamada telefónica de la persona que “supuestamente” nos ama, puede estar

motivada por muchas cosas distintas al amor: una simple nostalgia pasajera,

confirmar un chisme, sentimientos de pesar o de culpa. Uno de mis pacientes,

recién separado, interpretaba las llamadas de su ex mujer para pedirle dinero

como indicios de reconciliación: “Creo que le estoy haciendo falta”. Sus

ilusiones terminaron abruptamente cuando le llegó una demanda por alimentos.



Una mirada puede significar que todavía le gustas a tu “ex”, pero eso nada

tiene que ver con el afecto. Puede tratarse de “atracción recordatoria”,

reminiscencias hormonales o incluso estéticas. Una mirada puede estar

originada en la intriga de ver “cómo se vistió o con quién anda. Si la mirada

está impregnada de picardía y seducción, es posible que haya algo más, pero

no significa necesariamente proximidad afectiva.



De manera similar, si preguntan por ti el motivo puede ser pura y simple

curiosidad. Antes de entusiasmarte, asegúrate de la razón. Una de mis

pacientes se alegraba muchísimo de que su ex novio (que la había dejado por

otra después de cinco años de noviazgo, sin previo aviso y a “palo seco”)

indagara de vez en cuando por ella. La duda se había vuelto preocupante y

metódica: “¿Por qué pregunta por mí?”, “Si ya no me quiere, ¡por qué anda

averiguando cosas mías?”. La mala interpretación la llevaba a vislumbrar

rastros de un afecto que había dejado de existir hace tiempo. Cuando le pedí

que eliminara la incertidumbre, se quitara el dilema de encima y hablara con él,

accedió. El experimento fue muy productivo, aunque doloroso. Descubrió que

el supuesto “interés” del amor de su vida, no era otra cosa que una forma de

expiar la culpa por haberla abandonado. El hecho determinante y cruelmente

definitivo fue cuando él decidió hacer de Cupido: “Yo sé que no soportas la

soledad y quiero ayudarte…Me gustaría presentarte un amigo que llegó de

estados Unidos y quiere conocer gente…”. A veces hay que sujetar al toro por

las astas y destruir las quimeras que nos impiden enterrar la relación. La

estrategia más recomendable en estos casos es cambiarse inmediatamente de

carril: eliminar la angustia de la espera: “ojalá fuera posible”, por el sufrimiento

realista de la sana resignación: “No hay nada que hacer”.



El amor no es un mapa de indirectas y claves que hay que descifrar las

veinticuatro horas para saber cuándo, dónde y cómo nos van a amar. En una

buena relación no hay mucho que traducir porque se habla el mismo idioma, y

aunque existen dialectos, son variaciones de una misma lengua. La mejor

manera de ser un buen decodificador afectivo es conectar la antena a tierra.

46Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:42

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10. “Todavía hacemos el amor”



Como vimos en el apartado del apego al sexo, la sexualidad puede moverse

exclusivamente en el terreno de lo fisiológico y crear adicción. Se puede hacer

sexo sin hacer el amor, o se puede tener sexo sin tener amor. Cualquier

persona puede apegarse sexualmente a otra, aunque no haya afecto. En un

número considerable de parejas separadas, el deseo sexual sigue presente, no

obstante que el afecto haya desaparecido. En otros casos, a pesar de haber

tenido una relación sexualmente fría, la libido se alborota inesperadamente

después del distanciamiento. De la noche a la mañana, la “ex” o el “ex2

comienzan a transformarse misteriosamente en los seres más sensuales y

eróticos del universo. Una atracción tardía y desconocida hasta entonces hace

su aparición, sacude el sistema límbico y los impulsa a un éxtasis de

consecuencias impredecibles.



La verdadera problemática surge cuando el sexo se convierte, ilusamente,

en la prueba reina de que el amor está vivo. Seguir haciendo el amor con la

persona que queremos, pero que no nos corresponde, es un disparate. Cada

encuentro clandestino es la confirmación de un “sí” con sabor a “no” , y una

afrenta para la autoestima. La esperanza en carne viva. No olvidemos que ser

deseable no implica ser querible. En suma: deseo no es amor.

47Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:45

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11. “Todavía no tiene otra persona”,Todavía está disponible”



El pensamiento que alimenta la esperanza del reencuentro es el siguiente: “Si

la persona que quiero aún sigue sola, tengo oportunidad”. O, en una versión

más entusiasta y atrevida: “Soy irremplazable” o “No ha podido olvidarme”.



Si embargo, los hechos también pueden significar otra posibilidad menos

optimista y más dolorosa: “La persona que amo prefiere estar sola a estar

conmigo”. Mortal para cualquier ego.



Si la persona que dices que te quiere prefiere estar sola a estar contigo, pon

en duda su amor. Por definición, ningún enamorado, pudiendo elegir, prefiere

la soledad afectiva a estar con la persona amada. En estos casos, es mejor

irse con el amor a otra parte.

48Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:46

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12. “Se va a dar cuenta de lo que valgo”·



Es posible que en ciertos casos esta afirmación tenga asidero en la realidad, y

algún día la persona que hoy nos rechaza caiga en cuenta, se arrepienta

sinceramente y haga un reconocimiento público del viejo amor perdido. Pero el

problema es de tiempo, es decir, ¿cuándo?



He conocido gente que se demora años en descubrir el afecto, pero ya es

tarde (recordemos al mayordomo de Lo que queda del día, personificado en el

cine por Anthony Hopkins). Más de un solterón o solterona, en el silencio de la

más profunda orfandad afectiva, maldice el haberse jugado la vida a una sola

carta, a un sueño interminable que se convirtió en plantón.



¿Cuánto hay que esperar? ¿Semanas, meses, años? ¿Se justifica la

demora? ¿No es mejor oxigenar la vida con alguien que no necesite retiros

espirituales y ausencias lejanas para reconocer que somos queribles? A pesar

de que el sentido común sostiene que las cosas hay que perderlas para

valorarlas, desde mi punto de vista y refiriéndome exclusivamente a una

cuestión de respetabilidad personal, el solo hecho de que tengan que

“perderme” para “valorarme” es ofensivo, además de fastidioso.



Si eres una de esas personas que están esperando la evaluación, a ver si

pasaste el examen como pareja, recuerda que no eres un objeto de compra-

venta. El evalúo afectivo siempre es insultante. Empero, si lo anterior no te ha

convencido, quizá las estadísticas logren despabilarte: los que dudaron

afectivamente una vez, vuelven a dudar. Puede haber más exámenes. Es

mejor no vivir en ascuas. Si no te aman hoy, no te aman.



No resignarse a la pérdida (2):



Persistir tozudamente en recuperar



un amor perdido



No darse por vencido y luchar hasta la muerte es muy recomendable en

muchos aspectos de la vida, pero cuando se trata de amores difíciles o

imposibles, el consejo hay que tomarlo con pinzas. En determinadas

circunstancias, aprender a perder y retirarse oportunamente puede ser la mejor

elección. Cuando la perseverancia se convierte en obstinación, la virtud cede

paso a la inmadurez.

49Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:46

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13. “Dios me va a ayudar”, “Me hice echar las cartas” o “Me

hice la carta astral”



Cuando las tácticas de recuperación mágico-religiosas se activan la cosa está

grave: la desesperación ha tocado fondo.



Una de mis pacientes era experta en el tema del ocultismo afectivo. Debido

a que su relación pendía de un hilo todo el tiempo (el marido le había sido infiel

quince veces en doce años de matrimonio), había decidido entrar al mundo de

la Nueva Era y de los santos para sostener el vínculo y esperar el “milagrito” de

que el hombre sentara cabeza. El despliegue de sortilegios, rezos y oráculos

era impresionante: velas de colores, grupos de oración, ofrendas, promesas,

cartas astrales, quiromancia, Tarot, regresiones y videntes de toda índole

habían contribuido a la supervivencia afectiva de la angustiada mujer. Según

los datos recogidos por los expertos, parecía tratarse de “un excepcional caso

de almas gemelas, donde una se había desajustado por motivos kármicos (o

sea, nadie tenía idea de lo que estaba pasando). Obviamente el señor, ajeno a

todo designio cósmico, seguía levantando polvareda entre el sexo opuesto, sin

distingo ni consideraciones. Hace poco, después de una resaca monumental y

de un ataque de arrepentimiento “postbebida”, surgió una nueva luz de

esperanza; el hombre prometió cordura. Más aún, al regreso de un viaje le

trajo un perfume de regalo (cosa que nunca había hecho) con una bella tarjeta

donde juraba y recuraba, otra vez, ser fiel hasta la muerte. Ella corrió donde su

asesora espiritual (experta en Tarot) para reforzar el cambio, y colocó velas

por toda la capilla. A los dos días, la intuición (habría que decir costumbre) de

mujer engañada le hizo revisar el automóvil de su marido a fondo, palmo a

palmo, como lo hacen los celosos inteligentes. El resultado de la pesquisa,

desgraciadamente, fue positivo. Detrás del asiento, camuflado y empacado,

encontró el cuerpo del delito: el mismo perfume, con una tarjeta distinta para

otra destinataria. Luego de un escándalo mayúsculo, arañazos, insultos,

objetos rotos y la negación persistente y reiterada del inculpado, ella decidió

poner punto final y solucionar de una vez por todas el problema. Despidió a la

consejera (ahora consulta a una señora chocoana que lee el tabaco y que es

“muy acertada”) y recurrió a un nuevo santo (no recuerdo el nombre) porque el

anterior no mostraba “interés”. Poner la solución afuera es cómodo, pero

también arriesgado porque desvía nuestra atención de la realidad y nos vuelve

cada vez más incompetentes. Es posible que mi paciente deambule de adivino

en adivino por el resto de sus días, buscando el prodigio de una resurrección

imposible de alcanzar.

50Amar o Depender - Página 2 Empty Re: Amar o Depender Mar 24 Mar 2009, 12:47

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14. “Intentaré nuevas estrategias de seducción”



En oposición al anterior esquema, este pensamiento implica poner el problema

adentro, pero demasiado adentro: “La persona que amo no está conmigo

porque no he sabido retenerla; si mejoro mis habilidades de conquista, la

volveré a recuperar. Por desgracia, la restitución afectiva no es fácil de lograr.



Aunque parezca obvio, para que la reconquista afectiva pueda ocurrir debe

haber alguien dispuesto a ser conquistado. El amor no es como la guerra o la

toma por el poder (el amor perdido no se restablece mediante el acoso y la

persecución obsesiva). En las lides afectivas, la conquista obligada recibe el

nombre de violación. Si el otro está en un estado de desamor agudo, es mejor

no hacer nada y dejar que la alteración siga su curso. Pero los apegados

suelen entrar en pánico y comportarse irracionalmente. Una señora de

cincuenta años decidió hacerse una cirugía para estrechar su conducto vaginal

con la esperanza de recuperar el amor de su esposo. Un hombre, que ahora

está en la cárcel, estafó a más de una persona para mostrarse

económicamente exitoso frente a su ex mujer y volver al matrimonio.

Perfumarse, vestirse mejor, bajar de peso, mejorar el empleo, llenarse de

silicona, jugar a ser un seductor o una Mata Hari, pueden llegar a ser

ingredientes útiles cuando el amor está vivo, pero no poseen la fuerza

necesaria para reactivar un afecto en bancarrota.



La recuperación de la pareja perdida, si acaso fuera posible, no se logra con

dos o tres cambios superficiales de comportamiento. Las relaciones afectivas

obedecen a una historia particular, especial y no reproducible, que determina

su esencia básica y un perfil interpersonal único. Desconocer esa evolución

puede llevar a actitudes facilistas que en nada ayudan a fortalecer el vínculo.



Si quieres intentar un plan de reconquista, no lo hagas a la ligera. Primero

debes tener muy claras las causas de la ruptura, el diagnóstico, la explicación

de por qué no funcionó, a ver si tienes oportunidad de alcanzar el objetivo. No

te hagas falsas expectativas: cuando una relación anda mal, el remedio suele

ser complejo y difícil de aplicar. Los “pañitos de agua tibia” pueden calmar el

malestar, pero no eliminan la infección.

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