El simple gesto de coger de la mano a nuestra pareja es un fuerte símbolo de afecto y empatía. Si nos cogemos de la mano en público, añadimos, además, una declaración tácita de compromiso, con la que comunicamos al mundo que tenemos un vínculo sentimental que nos une de forma especial a esa otra persona.
Cuando estamos enamorados es inevitable que busquemos de forma instintiva y constante el contacto con nuestra pareja, que habitualmente comienza con cogernos de la mano. A través de las manos y de la presión o caricia que manifestamos en tan sencillo ademán, podemos percibir de forma íntima y secreta el estado de ánimo del otro y comunicarnos en silencio de forma no verbal.
Coger de la mano es también una manifestación de apoyo en momentos difíciles en los que tenemos que superar una crisis, y mediante lo cual trasmitimos a nuestra pareja que estamos ahí para lo que necesite.
En el momento de empezar una relación un paso decisivo se sitúa en el primer momento en el que cogemos a nuestra pareja de la mano, pues revela que hemos decidido involucrarnos con el otro y necesitamos este nexo de unión para revelarlo. Habitualmente cualquier mujer es consciente de ello, por lo que otorga gran importancia a este significativo gesto que puede ser el inicio del éxito de un noviazgo.
El lenguaje de nuestro cuerpo suele ser inconsciente, por lo que no podemos preveer ni predeterminar en qué momento vamos a querer cogernos de las manos, sin embargo cuando hay una gran intimidad con otra persona este hecho se produce de forma natural, pues viene a ser una necesidad de la que no podemos evadirnos.
Por todo ello, si tienes verdadero interés en otra persona y no te has atrevido a decírselo, da un pequeño paso cogiéndola de la mano y, según su respuesta, sabrás si te acepta o te rechaza. Para los que ya tienen pareja, no debemos olvidar cuidarla cada día con pequeños detalles y atenciones, que pueden comenzar con cogerla más a menudo de la mano, con ello crecerá vuestra unión de forma imperceptible pero sólida.
Artículo extraído de internet
Cuando estamos enamorados es inevitable que busquemos de forma instintiva y constante el contacto con nuestra pareja, que habitualmente comienza con cogernos de la mano. A través de las manos y de la presión o caricia que manifestamos en tan sencillo ademán, podemos percibir de forma íntima y secreta el estado de ánimo del otro y comunicarnos en silencio de forma no verbal.
Coger de la mano es también una manifestación de apoyo en momentos difíciles en los que tenemos que superar una crisis, y mediante lo cual trasmitimos a nuestra pareja que estamos ahí para lo que necesite.
En el momento de empezar una relación un paso decisivo se sitúa en el primer momento en el que cogemos a nuestra pareja de la mano, pues revela que hemos decidido involucrarnos con el otro y necesitamos este nexo de unión para revelarlo. Habitualmente cualquier mujer es consciente de ello, por lo que otorga gran importancia a este significativo gesto que puede ser el inicio del éxito de un noviazgo.
El lenguaje de nuestro cuerpo suele ser inconsciente, por lo que no podemos preveer ni predeterminar en qué momento vamos a querer cogernos de las manos, sin embargo cuando hay una gran intimidad con otra persona este hecho se produce de forma natural, pues viene a ser una necesidad de la que no podemos evadirnos.
Por todo ello, si tienes verdadero interés en otra persona y no te has atrevido a decírselo, da un pequeño paso cogiéndola de la mano y, según su respuesta, sabrás si te acepta o te rechaza. Para los que ya tienen pareja, no debemos olvidar cuidarla cada día con pequeños detalles y atenciones, que pueden comenzar con cogerla más a menudo de la mano, con ello crecerá vuestra unión de forma imperceptible pero sólida.
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