Una madre vino a verme con su hija de 15 años, que era muy rebelde y no respetaba a sus padres, maestros u otras autoridades. La muchacha parecía muy temerosa del mundo externo y su rebeldía era obviamente un encubrimiento para su miedo.
Después de investigar los modelos familiares, quedó en claro que una gran parte de las conversaciones familiares que la muchacha había escuchado desde una edad muy temprana, era sobre las personas y sus imperfecciones. Su madre era muy crítica de otros y siempre ponía énfasis y magnificaba las limitaciones de los miembros de su familia y de su comunidad; esto incluía a los tíos, tías y primos, así como a los maestros y directores de la escuela a donde sus niños estudiaban.
Los niños a una edad prematura ven las cosas en blanco y negro y creen todo lo que sus padres les dicen: "Si mis padres lo dicen, debe ser verdad". Si, así como esta muchacha, oyen sólo modos negativos, pueden desarrollar una falta de confianza en otros, un fracaso para crear y mantener relaciones íntimas, lo que puede en el futuro llevar a una baja autoestima.
En un círculo vicioso, niños que tienen la autoestima baja y no piensan bien de ellos mismos, tendrán a menudo opiniones muy negativas de otros— ésa es la única manera que conocen de "mejorarse" a sí mismos. En contraste, aquellos que tienen buena autoestima, tienden a hablar sobre cosas o conceptos en lugar de conversar acerca de otras personas.
Si se da la oportunidad, y surge el tema acerca de otras personas en su casa, dirija sus comentarios otorgando el beneficio de la duda a otros y viendo lo bueno que hay en ellos. Así es cómo sus hijos aprenderán a considerar otros-y a sí mismos.
Después de investigar los modelos familiares, quedó en claro que una gran parte de las conversaciones familiares que la muchacha había escuchado desde una edad muy temprana, era sobre las personas y sus imperfecciones. Su madre era muy crítica de otros y siempre ponía énfasis y magnificaba las limitaciones de los miembros de su familia y de su comunidad; esto incluía a los tíos, tías y primos, así como a los maestros y directores de la escuela a donde sus niños estudiaban.
Los niños a una edad prematura ven las cosas en blanco y negro y creen todo lo que sus padres les dicen: "Si mis padres lo dicen, debe ser verdad". Si, así como esta muchacha, oyen sólo modos negativos, pueden desarrollar una falta de confianza en otros, un fracaso para crear y mantener relaciones íntimas, lo que puede en el futuro llevar a una baja autoestima.
En un círculo vicioso, niños que tienen la autoestima baja y no piensan bien de ellos mismos, tendrán a menudo opiniones muy negativas de otros— ésa es la única manera que conocen de "mejorarse" a sí mismos. En contraste, aquellos que tienen buena autoestima, tienden a hablar sobre cosas o conceptos en lugar de conversar acerca de otras personas.
Si se da la oportunidad, y surge el tema acerca de otras personas en su casa, dirija sus comentarios otorgando el beneficio de la duda a otros y viendo lo bueno que hay en ellos. Así es cómo sus hijos aprenderán a considerar otros-y a sí mismos.